IX

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-¿Qué opinas de esta foto?-preguntó J.A Bayona a Rachel, mientras le mostraba algunas fotos que los fotógrafos le habían tomado a Enzo el día anterior-Me gusta pero no sé sí lo suficiente para que sea portada de la película

-Me gusta-confirmó Rachel, y agregó-Pero creo que me gustaría más si se viera el pico de la montaña por detrás.

Bayona asintió, encontrando así el porqué no le gustaba lo suficiente.

-Tienes razón, con el pico por detrás y Enzo mirando para la cámara sería mejor.

Rachel asintió, imaginando la fotografía terminada como Bayona la describía.

-Creo que esa sería una de las definitivas

Bayona asintió, le dio el iPad y caminó hacia los fotógrafos y Enzo, -quiénes seguían tomando fotos-, para explicarles como es que quería la fotografía.

Rachel siguió viendo las demás fotos que ya habían sido descartadas por J.A.

El día transcurrió entre tomas a la montaña, fotografías a Enzo, a Bayona, y a los dos junto a Rachel. Después tomaron algunas con todo el equipo que se encontraba ahí.

Con el dron vieron una parte de la caminata de Canessa y Nando, pero no pidieron vieron completa, eran diez días, la batería del dron no aguanta tanto.

Las tomas aéreas del valle de lágrimas eran impresionantes y todos estaban contentos con el resultado de las fotografías. Se tomaron varios descansos para fumar, caminar por el lugar, admirarlo como si fuera la última vez que lo verían y conversar un poco.

Bayona quiso qué todos se tomarán quince minutos para meditar en el lugar, en un intento de pedir permiso a los fallecidos para representar su vida en el lugar, así como el accidente, en una forma de respeto, así como para conectar con la cordillera y la naturaleza, dándole una entrada al arte mismo.

Y después continuaron con los arreglos finales de las fotografías, así como tomar algunas con sus celulares.

-¿Tienes hambre?-le preguntó Rachel a Enzo, cosa que lo hizo sonreír.

-Sí, mucha. ¿Tú ya comiste?

-Aún no.-miró a los demás, que parecían tan animados con su platica qué ninguno se atrevió a interrumpirlos.-Vamos a comer.

Enzo asintió y caminaron de vuelta a la casa de acampar, donde se sentó fuera de esta, esperando a Rachel qué había entrado por la comida. Salió y le dio una ensalada a Enzo, que era prácticamente lo único que tenían ya; diversas ensaladas.

Se sentó a su lado y comenzaron a comer, con algo de frío. Enzo tenía otros guantes y Rachel no lo había pasado desapercibido, sólo que no habían estado solos para mencionarlo.

-¿Cómo ha sido el entrenamiento físico?-Rachel lo miró mientras preguntaba-Sé que para Juani y Blas ha sido algo difícil

-Lo es, creo que para todos. Matías termina cansadisimo, Fran sufre mucho con las pesas-ambos rieron levemente-Pero para Kuku, Agustín y Agustín Della corte parece no ser tan difícil.

Rachel miró su ensalada un momento y después volvió a mirar a Enzo

-¿Y para ti?

Enzo la miró, con los ojos fijados en los de ella, sintiendo una especie de intimidad creciente entre ambos

-Bueno, nunca he sido musculoso-admitió, con una sonrisa-Soy actor de teatro, no voy mucho al gimnasio. Pero subir de peso fue algo difícil, y después ahora saber que tenemos que bajarlos es aún más complicado.-suspiró-Pero todos estamos tan comprometidos con este proyecto, sabemos que puede ser el inicio de una nueva vida para todos, por lo que nadie se va a quejar frente a ustedes

Rachel sonrió y negó con algo de diversión.

-Lo sabemos, aunque Juani ha tirado indirectas de lo mal que se siente por bajar de peso porque ya tiene músculos.-rieron-Es solo que a nosotros, cómo productores o directores nos importa saber que nuestros actores están bien, no podemos hacer una película como esta si se están desmayando o están pálidos todo el tiempo

Enzo asintió, diciéndole qué la entendía sin decir palabra alguna.

Siguieron comiendo entre platicas sobre las fotografías qué habían estado sacando sobre los Andes.

-¿De dónde sacaste esos guantes?-señaló Rachel de repente, alzando las cejas y volteando a mirarlo. Enzo miró sus manos, siendo cubiertas por aquellos guantes negros qué mantenían sus dedos calientes

-Uno de los fotógrafos me los dio cuando vio que me queme al tocar mucho la nieve para las fotografías.-dijo y sacó un cigarrillo de su bolsa. Fumaba mucho, pero nadie iba a decir nada, la mayoría eran fumadores. Rachel lo miró sin decir nada por unos segundos, la manera en la qué le restaba importancia a eso la sorprendía un poco, quizá no quería que se sintiera mal por tener los de él, o quizá no quería que sonara a una queja

-¿Y porqué no me los pediste de vuelta?

Enzo la miró de nuevo y suspiró. Miró el cigarrillo entre sus dedos e hizo una mueca, pensando en la respuesta. Y la verdad es que no la tenía.

-No lo sé,-se encogió de hombros-supongo que lo olvidé.

Rachel asintió y miró al frente. Saco un cigarrillo de su bolso derecho y de pronto vio el encendedor frente a ella, con la mano de Enzo sosteniendolo. Sonrió leve y posicionó el cigarrillo entre sus labios, se acercó al encendedor y lo encendió, soltando una bocanada de humo de inmediato.

-Gracias.

-No hay de qué.

Media hora después, Bayona había dado la orden de guardar todas sus pertenecías, el helicóptero ya iba por ellos y no debían olvidar nada.

Y tres horas después, estaban de vuelta en uruguay, esperando el avión qué los llevaría a España de regreso.

Eran vuelos largos, y necesitaban descansar para el día siguiente regresar con todo el equipo e irse a Granada, España, y poder continuar con las grabaciones.

Enzo y Rachel no tuvieron mucho más contacto ese día, sólo pequeñas conversaciones grupales. Estaban cansados, no habían descansado mucho en la montaña por el miedo de un alud, pero estaban bien y lo agradecían.

El vuelo fue tranquilo y bastante callado, la mayoría iban dormidos. Bayona levantó a Rachel a mitad de la noche para hablar sobre un tema de producción qué le estaba dando dudas pero después de arreglarlo entre ambos, pudieron seguir descansando. Llegar con todo el equipo y comenzar a grabar en la nieve los tenia a todos emocionados, especialmente a los actores qué jamás habían visto la nieve.

-¿Creen que nos dejen esquiar?-preguntó Blas y Juani soltó una carcajada

-No en nuestro horario de trabajo, Blas

-Estoy emocionado-mencionó Matías-Ya quiero ver la película terminada. Esto es lo máximo que me he esforzado en mi actuación y solo espero que sea suficiente.

-Matías, eres de los mejores actores entre nosotros, claro que es suficiente-mencionó Fran, subiéndole el ánimos a todos-Yo creo que todos estamos haciendo un excelente trabajo.

Matías suspiró, sabía que estaban haciendo un buen trabajo pero aún así, estaba nervioso. Había participado antes con Netflix pero no en algo así de grande, no algo que sabía que podría llegar a ser a nivel mundial.

Después de un rato de conversar entre todos, se fueron a dormir. Mañana llegaría Bayona y Enzo, y tenían mucho qué grabar aún.

Rachel RodríguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora