Solo quería una esposa, pero algo vibró en su oscuro corazón...
Fríamente despiadado y profundamente cínico, Harry Styles era uno de los solteros más cotizados del mundo. Pero, cuando descubrió que el testamento de su padre lo obligaba a casarse y tener un hijo para recibir la herencia, Harry se vio empujado a hacer algo impensable.
La sencilla Pixie Robinson era una mujer a la que Harry no hubiese
mirado dos veces, pero las deudas que había contraído su hermano la convertían en una mujer maleable y por tanto candidata a ser su
esposa. Sin embargo, descubrir la inocencia de Pixie durante la
noche de bodas tocó una escondida fibra en su oscuro corazón y Harry se vio obligado a recapacitar.
Y eso fue antes de descubrir que Pixie estaba esperando no solo uno sino dos herederos de la familia Styles.
Prólogo❤️
LAS VOCES masculinas llegaban del balcón mientras Holly,
inquieta, esperaba el momento adecuado para unirse a la
conversación. Aunque no sería fácil porque sabía que su presencia
nunca era bien recibida por Harry Styles.
Pero, estando casada con Vito, no podía hacer nada porque su
marido era el mejor amigo de Harry. Solo recientemente había
empezado a entender el aprecio que había entre ellos y lo a menudo que hablaban por teléfono. Amigos desde la infancia en un internado, eran casi como hermanos y Harry había desconfiado de ella desde el principio por la simple razón de que era una mujer sin medios económicos. Sabiendo eso, Holly había sugerido quedarse en casa en lugar de acudir al funeral del padre de Harry, pero Vito
se había negado.
Por el momento, la visita a la villa de los Styles en la isla privada
de Nexos estaba siendo todo menos agradable. Entre la multitud de
gente que había acudido al funeral estaban todas las madrastras de
Apollo y sus hijos, con los que Harry no parecía tener relación. Y,
según su marido, después de la lectura del testamento, Harry
había salido disparado al descubrir que debía casarse y tener un
hijo para heredar el vasto emporio que había dirigido durante años
en nombre de su padre enfermo. Cualquiera que conociese la
aversión de Harry Styles al matrimonio sabría que el testamento
de su padre lo ponía entre la espada y la pared.
-Solo tienes que elegir a una entre tus muchas novias y casarte con
ella - estaba diciendo Vito, que en ese momento no parecía el
marido cariñoso al que Holly adoraba-. Tienes una lista larguísima.
Cásate con una de ellas, sigue casado el tiempo que puedas y
luego...
-¿Y cómo voy a librarme de ella una vez casado? -lo había
interrumpido Harry-. Las mujeres se pegan a mí como el pegamento. ¿Cómo voy a confiar en que mantenga la boca cerrada? Si se le escapa que es un matrimonio falso, mis madrastras impugnarán el testamento para quitarme la herencia. Si le dices a una mujer que no la quieres se siente insultada y quiere vengarse.
-Por eso necesitas contratar a una esposa. Necesitas una mujer
con la que no mantengas una relación y que no tenga nada contra ti. Claro que, considerando tu mala reputación, no creo que sea fácil encontrarla.
Holly salió entonces a la terraza.
-Contratar una esposa me parece la mejor idea -opinó, nerviosa.
A pesar del elegante traje de chaqueta, Harry Styles parecía el chico malo que era. Con el pelo negro largo hasta los hombros, unos ojos verdes asombrosos y un elaborado tatuaje asomando bajo el puño de la camisa blanca, era un tipo poco convencional, voluble y arrogante, todo lo contrario a su conservador marido.
-No recuerdo haberte invitado a opinar -le espetó él con sequedad.
-Tres cabezas piensan mejor que dos
-replicó ella, dejándose caer sobre una silla.
