TRES

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Al llegar al apartamento, Taek llamó a su madre, quien de inmediato aceptó la llamada, el tono de voz de la mujer era suave, también, tenía esa pizca de emoción al escuchar la voz de su querido hijo.

[Taek mi niño, ¿cómo te fue hoy?]

Taek joo no podía decirle la verdad, de que se la pasaba peleando por proteger a chicas y chicos que no podían defendersen. Sabia que su madre no lo dudaría ni un segundo para quejarse con el director.

Suspiró y suavizó su voz.

[A sido un dia excelente madre, muchas chicas me han estado dejando comida, que puedo decir, soy muy popular.]

Estaba siendo egocéntrico, pero su madre se lo tomó más como una broma. Su pequeño hijo, era su orgullo, como su esposo y primer hijo. Estaba tan feliz de escucharlo.

[No las vallas a solucionar Taek joo,  recuerda que las chicas se ilusionan muy rápido con los hombres que las traten bien y sean atentos.]

Era verdad, si no fuera así, todos los días no tendría su casillero lleno de cartas. Pero le gustaba tener esa atención de parte de todos.

[Lo sé madre, lo sé. ¿padre a llamado?]

Habían pasado semanas desde que pudo saber algo de su padre, aunque era común de el, eso no quitaba la idea de que le fuera pasado algo. Taek joo no es un chico que demostrará muy bien su preocupación, pero con solo esa pregunta, su madre podía interpretar su preocupación.

[No.]

Fue clara y rápida, Taek apretó sus labios.

[Oh, bien, debe de estar más ocupado de lo normal, ¿no?]

En la otra línea se escuchó una sutil burla. Taek se sonrojo.

[Eres un niño muy bueno, e tenido éxito en mi trabajo como madre, eres mi orgullo Taek joo, todos ustedes lo son.]

Si, el lo sabía, siempre se lo decía, y eso hacía que el dolor en su hombro bajara considerablemente. Taek se despidió luego de hablar con su madre por media hora, cuando colgó, se dejó caer, estaba cansado, pero por suerte, pudo salvar a otra chica más, ¿qué habría pasado si no fuera llegado a tiempo? ¿La fueran violando? Si, lo más probable era eso.

—Malditos, los aborrezco a todos. —Mascucho, apretando su puño—. Todos los días son iguales, no se cansan de venir día tras día.

Cansado, se levanta del suelo, sus pasos son pesados, casi perezosos, sus ojos le pesaban y ni hablar de su hambre existente. Taek joo pensó en comer algo primero, pero no podía cocinar oliendo a sangre, primero una ducha, y luego, Ramen.

(...)

Odiaba la idea de perder tiempo, todo su día estaba ya meticulosamente calculado, y ser llamado por el director era una pérdida de tiempo, no se presentó, aunque lo llamaron cinco veces por la mañana, la tarde, y por ultimo, a las últimas horas de clase. Simplemente no iría.

—Taek Oppa —de nuevo, esa voz, cada vez que la escuchaba, se sentía extraño—, Seo Ho Hyung le a mandado esto, gracias por cuidarnos. —La radiante sonrisa de Seug Min hacia que el corazón de Kwon Taek joo se acelerara—. Adiós Oppa.

—Linda. —Fue lo único que dijo en un sutil susurró.

No tenía pensado casarse si llegaba a ser un espía, ni tener una relación, no podía cometer el error de que sus enemigos utilizaran a su pareja como trampa para el. Claro, disfrutaría de su vida sexual adolescente, y tendría sus revolcadas cuando le sobrara tiempo.

Condenado a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora