Qué aburrimiento e tenido todos estos días, ni escribiendo algo se me quita esta peste .___.
Bien, les dejo el capítulo.
Luego de que Taek joo entrara a su habitación, Olga se levantó del suelo y se dejó caer en el sofá, cruzando sus largas y esculpidas piernas.
Tenía que ser cuidadosa con sus palabras.
—¿Qué estuviste haciendo? —Preguntó, sin mirarlo, busco en su bolsa una caja de cigarrillos y un mechero—. No pensé que llegarías tan temprano.
Zhenya, quien todavía miraba la puerta de la habitación de Taek, solo ignoró las palabras de su hermana. Olga abrió sus ojos y observó con vagancia las manos de su hermano.
(Loco, ¿de verdad estás tan enojado con tan poco?)
—¿Que más le hiciste?
—¿Qué? —Olga estaba confundida, ¿hacer? No pudo hacer mucho, por desgracia no, además, aquella delicia solo tiene 17 años—. ¿Hacer de que? Se especifico. —Escupe con una pizca de irritación.
Zhenya volteó a verla.
—No hagas que repita la pregunta, sabes a lo que me refiero. —Asegura.
Su voz era como escuchar un retumbar, peligroso y mortal. Los ojos azules de su hermano brillaban, ese mismo brillo ya lo conocía, y como tal, sabia que no era para nada bueno. Si ese lindo chico estaba vivo, era por que el lo deseaba, no había otra manera para que Yevgeny lo tuviera vivo... Ya había encontrado algo interesante con que jugar.
Olga maldijo a sus adentros, no podía hacer mucho por ese chico.
—Solo lo que viste, —respondió indiferente, inhalando y manteniendo el humo del cigarrillo en sus pulmones—, solo eso, no pienses de más. —Regaña, expulsando una nube de humo.
—...
—Tu cabeza es un lío hombre, el pobre chico se asustó tanto, que me tocó con tal de alejarme, ¿ya le hiciste algo? —La filosa mirada de Olga choca contra la de Zhenya.
Ninguno de los dos cede a retirarla.
—Solo lo e molestado, no es nada fuera de lo común. —Confirma, cruzando sus brazos.
Olga frunce el ceño.
—Tu eres un ser impredecible, pensaría de todo, pero siempre me sorprendes. —Escupe algo fastidiada. Cuando más quería entenderlo, más se le complicaba, y con el muro de mil metros separándolos, se le hacia una tarea realmente difícil. Su pequeño hermano menor si que es una misión difícil—. Bien, ¿dónde dormiré? Se que no te esperabas mi llegada hoy, pero quise darte una sorpresa... No como la de hace unos minutos.
Zhenya frunció el ceño.
—Hay tres habitaciones, ya sabes cuál tomar.
—Que seco eres, Taek me fuera tratado mejor. —Se quejó, los ojos de Olga se cierran con peligro—. Tengo hambre, vamos a comprar comida, tu amigo me iba a cocinar algo, pero tu presencia le incomoda, le compraré algo rico como muestra de disculpa. —Dice, sonriendo.
Zhenya no afirma nada, pero cuando se dio cuanta, ya estaba fuera del apartamento, con su hermana y con la puerta cerrada.
(Se me había olvidado que es un dolor en el culo.)
(...)
En ambas manos, Zhenya lleva todo lo que Olga consideró "Adecuado" para una cena y una disculpa.
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Condenado a Amar
Short StorySer un adolescente es lo máximo, y más si eres muy popular con las chicas. Kwon Taek joo es un coreano que a podido hacer un imperio, y gracias a eso, muchas chicos y chicas le agradecen dándole cosas diariamente. ¿Y cómo no hacerlo? aquel joven mor...