Capítulo 13: Opresión

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Al día siguiente, después de la protesta, que terminó con violencia sin llegar a un acuerdo, la empresa de petróleo de Min Ho se reunió de emergencia en la sala de juntas a primera hora. El ambiente era tenso, nervioso, hostil. En la reunión estaban Min Ho y Hyun Jin, los dueños de la empresa; abogados, gerentes y asesores. Cada uno tenía su punto de vista sobre la situación y la conveniencia de dar una conferencia.

-Buenas días a todos -dijo Min Ho, con voz grave- Gracias por venir a esta reunión tan importante. Como saben, hemos vivido una situación muy difícil, muy delicada, muy grave. Nuestra empresa ha sido el blanco de una protesta violenta, que ha causado daños materiales, heridos y quizás muertos. No sabemos aún el alcance de las consecuencias, ni la repercusión mediática, ni la reacción social. Pero tenemos que actuar rápido, tenemos que tomar una decisión, tenemos que dar una respuesta. La pregunta es: ¿debemos dar una conferencia?

-Yo creo que sí -dijo Seo Ham, con voz firme- Creo que debemos dar una conferencia para informar sobre la situación, expresar nuestra posición, responder a las demandas, ofrecer soluciones. Creo que debemos mostrar transparencia, responsabilidad, compromiso y liderazgo. Creo que debemos aprovechar esta oportunidad para mejorar nuestra imagen, recuperar nuestra confianza, fortalecer nuestra legitimidad.

-Yo creo que no -dijo Hyun Jin, con voz dura- Creo que no debemos dar una conferencia, para no agravar la situación, no admitir los errores, no mostrar la debilidad. Creo que debemos evitar más conflicto, confusión, reacción y presión. Creo que debemos mantener una postura más discreta.

-Bueno, parece que no hay una respuesta clara -dijo Min Ho, con voz cansada- Algunos quieren dar una conferencia, otros no, otros depende. Yo no sé qué hacer, qué decir, qué sentir. Yo solo sé que me he metido en un lío, que he hecho algo malo, que he perdido algo bueno. Yo solo sé que quiero que esto termine, que se solucione, que se olvide.

-Min Ho, no seas tan duro contigo mismo -dijo Seo Ham, con voz cariñosa- Tú no has hecho nada malo, tú solo has seguido tu corazón, tú solo has querido ayudar. Tú no has perdido nada bueno, tú solo has encontrado algo mejor, tú solo has sido feliz. Tú no tienes que terminar esto, solucionarlo, olvidarlo. Tú solo tienes que vivirlo, aceptarlo, disfrutarlo.

-Seo Ham, no seas tan ingenuo -dijo Hyun Jin, con voz áspera- No trates de actuar como un arcoiris en una tormenta. Es inútil, estúpido.

-Hyun Jin, no seas tan cruel -dijo Min Ho, con voz severa- Tú no tienes derecho a decir eso. Por favor réspetalo, no es el momento.

La reunión se hizo más acalorada, más violenta, más caótica. Hubo más insultos, más gritos. Hubo más problemas, más conflictos, más divisiones, más rupturas, más abandonos.

Después de la reunión, que terminó con la decisión de dar una conferencia, Min Ho y Hyun Jin, los dos dueños de Golden Movement, se prepararon para enfrentar a la prensa y al público. Ellos estaban fuera de la empresa, sentados en una mesa, con micrófonos, rodeados de sus secretarias y abogados, que les asesoraban y protegían. Min Ho también pidió que lo acompañara Seo Ham, su novio, aunque Hyun Jin se negara, alegando que era una imprudencia y una provocación. Seo Ham se sentó al lado de Min Ho, tomándole la mano, dándole ánimo, demostrándole amor.

Entre el público y los periodistas se encontraba Ji Sung, quien había logrado infiltrarse entre la multitud, con la intención de escuchar y de confrontar a Min Ho. Ji Sung lo miraba con odio y tristeza, recordando todo lo que habían vivido, todo lo que habían sufrido, todo lo que habían perdido. Ji Sung no podía creer que Min Ho fuera el dueño de la empresa de petróleo, el enemigo de su causa, el asesino de su esposo. Ji Sung no podía aceptar que Min Ho lo hubiera engañado, traicionado, abandonado. Ji Sung no podía soportar que Min Ho lo ignorara, lo despreciara, lo olvidara.

Pastelito Travieso || HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora