Pastelito Travieso || HyunIn

Capítulo 18: Catarsis 2/3

Hyun Jin cerró el maletero del auto con un golpe seco, el sonido resonando en la noche silenciosa como un eco de su propia incertidumbre. Estaba listo para partir, pero su corazón no lo estaba. Una voz persistente, esa voz que lo atormentaba desde hacía horas, volvió a hablarle, llena de reproches y dudas.

"¿De verdad te irás y lo dejarás así nada más?"

La pregunta se clavó en su alma como un cuchillo afilado, perforando la coraza emocional que había intentado construir. Hyun Jin se detuvo, su mano aún en la puerta del auto, y miró hacia la casa, que se alzaba silenciosa ante él. La oscuridad parecía envolverla, casi como si fuera un manto que ocultaba los secretos y los recuerdos que compartía con Jeong In. Sabía que dentro, en la penumbra de su habitación, Jeong In dormía plácidamente, ajeno a la tormenta que se desataba en el corazón de Hyun Jin.

Las luces estaban apagadas, pero su mente podía visualizar la silueta del balcón, el lugar donde Jeong In pasaba horas mirando el cielo, soñando con un futuro que ahora parecía tan incierto. La imagen de su rostro sereno le desgarró el corazón; se imaginaba al despertar, buscando a Hyun Jin con esos ojos llenos de amor y confianza, solo para encontrarse con la fría realidad de que él no estaba allí. La idea de que no sabría dónde estaba, ni por qué se había ido, lo llenó de una angustia indescriptible.

Con un profundo suspiro, Hyun Jin cerró los ojos, tratando de contener el dolor que lo invadía como un torrente. No podía irse así, sin despedirse, sin dejarle algo a Jeong In que le asegurara su regreso. Necesitaba explicarle, aunque fuera en una carta, por qué se marchaba. Sentía que debía hacer algo, un acto que, aunque pequeño, pudiera mitigar el dolor de su partida.

Con una determinación renovada, abrió la puerta del auto y salió. Cerró la puerta detrás de sí, el sonido metálico resonando en la noche, y se dirigió hacia la casa. Cada paso que daba era un recordatorio del peso de su decisión, pero sabía que debía hacerlo. Debía encontrar la forma de aliviar su propia carga.

Al entrar en la casa, el silencio lo envolvió como un abrazo helado. Subió las escaleras, cada paso pesado y resonante, como si estuviera cargando el peso de su propia culpa y las decisiones que lo habían llevado hasta allí. Se detuvo frente a la puerta de la habitación de Jeong In, escuchando su respiración tranquila, un sonido que le ofrecía un breve respiro en medio de su tormenta interna.

Hyun Jin se sintió desgarrado. ¿Cómo podía dejarlo? ¿Cómo podía irse sin decirle adiós? Pero en lo más profundo de su ser, sabía que debía hacerlo. Debía encontrar su camino, su propia paz, para poder regresar a Jeong In con el corazón lleno y una vida renovada.

Con lágrimas acumulándose en sus ojos, Hyun Jin abrió la puerta lentamente, temiendo romper el frágil silencio que reinaba en la habitación. Al entrar, se encontró con la imagen de Jeong In dormido, ajeno a todo lo que estaba sucediendo. Se acercó a la cama, se sentó en el borde con cuidado, y lo miró con tristeza, sintiendo cómo su amor por él lo envolvía como un manto cálido.

Con la determinación de dejar al menos un rayo de esperanza, se acercó al escritorio de Jeong In, tomó un bolígrafo y una hoja de papel, y comenzó a escribir con una mano temblorosa, dejando fluir sus sentimientos:

---

Querido Jeong In

Si estás leyendo esto, significa que he decidido marcharme. Quiero que sepas que nunca dudé de mi amor por ti. Eres la luz en mi vida, y siempre estarás en mi corazón, sin importar dónde me lleve el destino.

Hay cosas que han sucedido, cosas graves en Golden Movement. Han descubierto todo y necesitamos huir. No quiero que te preocupes por mí. Sabes que no estaré solo, porque te llevo conmigo en cada paso que doy.