¿Más?

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Juliana Valdés...

Todo había transcurrido muy rápido y desde que Valentina se presentó desnuda en el cuarto de baño, la diseñadora había dejado de pensar y solo disfruto de aquel momento con el que había fantaseado tantas veces.

—Ven conmigo...— le pidió luego de haberle realizado sexo oral en el baño a la ojiazul.

Valentina estaba agitada, su respiración era irregular y parecía un poco confundida, pero accedió a ir a la habitación con Juliana.

—Eres preciosa... y deliciosa— susurró Juliana mientras la dirigía a la cama.

Dejo de Valentina se recortará sobre esta y la aprecio un par de segundos, definitivamente Valentina era hermosa, pensó. Y luego se acercó gateando sobre la cama para sentarse a horcajadas sobre la ojiazul.

—¿Cómo estás?— preguntó mientras deslizaba sus manos lentamente sobre el vientre ajeno —¿Quieres continuar?

—Estoy... tremendamente excitada y claro que quiero continuar, me dejaste con algo pendiente.— respondió Valentina.

—Me encanta tanto tu sinceridad.
Dicho esto Juliana se acerco para besar sus labios, mientras deslizó su mano derecha para tocar su entrepierna. Primero froto su clitoris con pequeños círculos al tiempo que mordisqueo su labio inferior a lo que la contraria respondió con un gemido y Juliana atrapó sus labios con un intenso beso. Luego su dedo índice  se introdujo en ella para penetrarla, lentamente disfrutando cada centímetro que este entraba y se encontraba con su interior caliente.

—Más...Juliana, más— pidió Valentina cerrando sus ojos.

—Mírame, estas aquí conmigo y nadie más, ahora eres mía— indio Juliana con voz ronca.

Valentina respondió abriendo sus ojos y asintiendo a cada palabra que la diseñadora le mencionaba. Al tiempo que Juliana introdujo un segundo dedo en su interior, movió su mano para volver a salir y entrar, golpeando levemente su glitoris con la palma de esta. Con cada embestida la ojiazul se estremecía bajo el cuerpo de Juliana y soltaba gemidos.

—¿Más?— preguntó Juliana sobre sus labios con la mirada fija en Valentina y esta solo asintió.

Nuevamente sus labios se unieron en un caliente beso, abriéndose paso sus lenguas para encontrarse y acariciarse, mientras Juliana añadió un tercer dedo y aumento el ritmo del movimiento de su mano, el espacio era más reducido por que podía sentir como el interior de ojiazul palpitaba alrededor de sus dedos.
Así permaneció unos minutos la diseñadora, mientras Valentina no dejaba de gemir y arquear su espalda con cada penetracion, con esto Juliana aprovecho de inclinar su cabeza para alcanzarle el pezon izquierdo, lo lubrico con la lengua luego succiono, para finalizar con una muy leve mordida que hizo que la ojiazul apretara sus labios para ahogar un gemido.

—Juliana...— jadeo Valentina con la respiración entrecortada.

La diseñadora de inmediato retiro sus dedos para cambiar de posición, libero el pezón de su boca para ir dejandole pequeños y delicados besos desde el pecho, pasando por su vientre y llegar a su entrepiernas, allí se acomodó, hizo que Valentina flectara ambas piernas y comenzó con su juego.

Primero deposito besos en los muslos de la ojiazul, deslizando debes en cuando también su lengua hasta enfrentarse al clitoris, el cual primeramente acarició con su lengua y pudo oír gemir a Valentina, luego succiono y esta se retorcio aferrando sus manos a las sabanas de la cama por lo que Juliana se sostuvo con fuerza de sus piernas y continuo su labor con el sexo oral.

—Eres deliciosa y estas tan mojada Valentina...— murmuró Juliana.

—No puedo aguantar más...—Dijo entre gemidos Valentina al tiempo que arqueaba su espalda y con sus manos sostuvo la cabeza de Juliana.
—Dale preciosa, quiero saborearte— indicó Juls y continuo su labor con más rapidez.

En menos de 5 segundos Valentina se retorcía en la cama gimiendo el nombre de la diseñadora, la cual se movió con rapidez para seguir disfrutando de los fluidos que soltó Valentina una vez llegó al clímax, para luego subir nuevamente hasta estar a la misma altura de la ojiazul y mirar fijamente su rostro acalorado. No pudo ocultar su sonrisa y depósito un suave beso en la punta de su nariz.

[Algunos minutos más tarde...]

Ambas mujeres permanecían desnudas sobre la cama, Valentina con su cabeza sobre el brazo de Juliana, quien con su mano libre le acariciaba el vientre con pequeños roces de sus dedos.

—Juliana yo...— intento hablar pero la diseñadora la detuvo.

—Sí te arrepientes, no quiero saberlo, ya sucedió y ya— dijo Juliana con bastante seriedad.

—No, no me arrepiento.

—¿Qué ibas a decir?

—Que lamento no haber hecho nada para satisfacerte, Juls

—¿Tienes idea de lo satisfactorio que fue oírte gemir mi nombre? fue una locura y entiendo que esta fue tu primera vez con una chica...

Las mejillas de Valentina se tornaron coloradas de solo oír a Juliana, por lo que se movió para esconder su rostro, pero la diseñadora la detuvo llevando su mano al mentón y levantandolo para que pudiera mirarla.

—Gracias por esto, deja de pensar un poco y disfruta.

La ojiazul asintió tímidamente y luego se estiró para depositar un beso en los labios ajenos, el cual poco a poco fue tomando intensidad, sus lenguas se encontraron nuevamente, se acariciaron y cuando el aire comenzó a escasear se separaron.

—¿Pidamos algo de comer o nos vestimos y bajamos al restaurante?— Preguntó Juliana.

—¿Puedes ser una pizza?— dijo Valentina.

—¿Pizza?

—Sí, muero por comer pizza.

—Lo que tu quieras, llamaré— mencionó Juliana mientras se levantaba de la cama para ir por su celular.

Una vez pidió que le subieran una pizza a la habitación, busco su pijama para vestirse, ató su cabello en una coleta alta y luego observo a Valentina que también se había puesto ropa, o más bien sus bragas y una camiseta.

—Juls, ¿Puedo preguntarte una cosa?— preguntó Valentina una vez se terminó de vestir.

—Claro guapa...

—¿Desde cuando supiste que te gustaban las chicas?

—Pues supongo que desde que me obsesione con mi maestra de inglés, esa mujer era...— respondió Juliana.

—¿Cómo te obsesionaste? ¿Qué edad tenías?

—Es una forma de decirlo pues siempre estaba al pendiente de ella, me queda tiempo extra para irme con ella hasta la parada del autobús, cada que podía le llevaba un chocolate o una flor y cuando supe que se iba a casar deje de ir a clases como por 3 días, no quería verla— explico Juliana tranquilamente.

—Muy romántica... quien lo diría.

—La verdad si soy romántica cuando estoy enamorada, me encanta hacer sentir única a quien esté a mi lado.

—¿Cuando fue la última vez que te enamoraste? ¿Fue de Gabriela?

Juliana soltó una carcajada y se sentó en el borde la cama cruzando sus brazos por delante, mirando con atención a Valentina para responder.

—No, no fue de Gabriela, eso era una aventura y siempre se acordó que eso sería, ella estuvo de acuerdo y cuando sus sentimientos comenzaron a cambiar decidí dejarla, por que no estaba buscando pareja.

—¿no estabas?

Juliana entendió a lo que se refería con esa pregunta y por lo reciente que era todo no respondió, más bien  se levanto de donde estaba y fue hasta el balcón. Se asomo para apreciar la ciudad, que se vería realmente hermosa.

—Oye... no me dejes hablando sola— se quejo Valentina quien salio detrás de la diseñadora al balcón.

Destino - JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora