Destino - Juliantina

El café

Valentina Carvajal...

Llego tan puntual como se le caracterizaba a la cafetería en cuestión, rápidamente ordeno un café y escogió una de las mesas más apartadas de toda la gente que había en el lugar. Exactamente dos minutos después de que ella se acomodó en su asiento, Luciano ingreso en el local buscándola con la mirada. Valentina soltó un suspiro y le hizo una señal para que se acercara hasta donde estaba ella. Uno de los amables meseros de inmediato se acerco para ofrecer el listado de cafés disponibles, pero Luciano se limito a pedir un americano sin siquiera mirar la lista.

—Podrías ser un poco más amable...— susurró la ojiazul con el entrecejo fruncido.

—Hola mi amor, también estoy feliz de verte... después de tanto tiempo— murmuró Luciano con total seriedad.

—Bastante tiempo, ¿te estuviste divirtiendo?

—¿divirtiendo? Sabes que lo único que hago es trabajar.

—E ir al gimnasio con tu amante, o llevarla a la oficina a altas horas de la noche, además de a tu casa por su puesto.— soltó Valentina con la vista fija en el contrario.

Luciano abrió sus ojos y alineó sus hombros, quiso protestar, pero la voz de Valentina fue tan clara y dura que simplemente bajo la mirada. —¿Cómo te enteraste?

—¿Eso importa? Me mentiste Luciano, inclusive me insiste sentir de lo peor cuando yo te oculte que estaba participando de la pasarela, mientras tú... tú estabas engañandome.— Valentina no pudo evitar que sus voz se quebrará mientras hablaba y sintió sus ojos arder. —¿Hace cuanto tiempo?

—No tiene importancia Val, vamos a casarnos y formar una familia... nuestras familias.

Valentina levanto su mano para indicarle que no siguiera.

—No vuelvas a decir eso, ni tampoco menciones a mi familia. No me casaré contigo.

—¿Es por la diseñadora?— la mirada de Luciano se había vuelto dura.

—Juliana no tiene nada que ver en esto. El único culpable de este quiebre eres tú.

—¿Me vas a negar que te estuviste acostando con esa maldita lesbiana durante este tiempo?

Valentina abrió sus ojos con sorpresa, pero rápidamente volvió a su postura anterior, esbozó una sonrisa algo débil y miró directamente a Luciano.

—No tengo por qué darte explicaciones, perdiste ese beneficio cuando decidiste dormir con otras mujeres. Ahora, ¿que se supone que estas haciendo aquí?

—Vine a buscarte Valentina, tú padre tiene un acuerdo con mi familia y tú lo sabes, debemos casarnos para salvar a tu familia de la quiebra ¿lo olvidaste tan rápido, cariño?— preguntó Luciano bastante desafiante.

—¿De que hablas? — Valentina lo miró bastante confundida y sin entender lo que estaba diciendo, "¿que acuerdo?" pensó.

—¿No me digas que tu hermanita no te lo dijo?

—Luciano, deja de juegos y habla.

—Tú hermana hizo algunos negocios que no debía, más bien con personas que no debía y bueno perdieron casi el 90% de su fortuna, la única solución es que te cases conmigo... de ese modo la empresa será puesta a tu nombre y por defecto, también seré el dueño, todo queda en familia dijo tu padre.

Valentina sintió un nudo en su estómago con cada palabra que Luciano iba mencionado, su entrecejo estaba aún más fruncido y una vez esté terminó de hablar y permaneció mirándola con aquella mirada de superioridad, sintió ganas de vomitar.