Destino - Juliantina

La respuesta

Valentina Carvajal...

—Amor solo han pasado dos días desde que me encontré con la diseñadora y prometió llamarme sea cual sea su respuesta, mientras eso no pase no buscare a nadie más. 

—Esta bien cariño, solo digo que el tiempo sigue avanzando y me imagino que un vestido no se hace de una semana para otra.

—Tengo tiempo, además estoy segura que me dirá que sí.

—Bueno tienes razón, ¿quién podría resistirse a esta carita tan preciosa?— preguntó Luciano mientras se acercaba a la joven y la rodeaba con ambos brazos por la cintura. 

—Eres tan bobo, amor— murmuró la chica mientras una gran sonrisa se asoma en su rostro. 

—Tú me pones así Valentina Carvajal— susurró cerca de su rostro, rozando de esta forma sus labios con los contrarios. 

—Te amo mi amor— susurró Valentina para luego unir sus labios a los contrarios en un beso. 

No supieron cuento tiempo transcurrió mientras ellos se entretuvieron en la cama entre besos, carias y más, hasta que el celular de la joven comenzó a sonar en primera instancia decidió ignorarlo, pero el sonido insistente de una llamada tras otra la distrajo por completo de lo que estaban haciendo.

—Perdóname cariño, debe ser importante...— dijo la chica mientras se alejaba del castaño y tomaba su celular de la mesita de noche —Valentina Carvajal, ¿quién habla?

Mientras Valentina hablaba por teléfono la expresión en su rostro iba cambiando, una enorme sonrisa se dibujo en su rostro, se sentó en el borde de la cama y movía sus pies de forma insistente, debes en cuando mordía su labio inferior para contener sus ganas de gritar. 

—Sí, ahí estaré, muchísimas gracias— termino de decir la joven y luego corto la llamada, de inmediato se levanto de donde estaba dando saltos y gritando de felicidad, mientras que su prometido la miraba sin entender nada. 

—¿Val que pasa? ¿quién te llamo?

—Juliana Valdés, tengo una reunión con ella mañana ¡MAÑANA!

—¿Te llamó la diseñadora?

—Si, bueno no, era su asistente, pero ¿oíste lo que dije? ¡Seguro me dirá que sí!

—Mi amor todo puede pasar, no te hagas tantas ilusiones.

—¿Por que querría reunirse conmigo para decirme que no? ¿no que nadie podía negarse a esta rostro?— pregunto la joven mientras saltaba de un lado a otro —¡Estoy muy feliz! 

—Puedo notarlo cariño— dijo el joven mientras observaba la chica y sonreía —Ven a la cama, continuemos lo que nos interrumpieron. 

—No amor, debo ir a mi casa, no puedo quedarme hoy enserio lo lamento— murmuro Valentina mientras comenzaba a recoger su ropa para vestirse. 

—¿Qué? ¿Por qué? 

—La cita es temprano, debo descansar y además quiero llevar las opciones que tengo para el vestido, todo eso están en mi casa— hablo Valentina mientras se subía su pantalón —Si me quedo no vamos a descansar precisamente...— termino de acomodar su ropa y luego se acerco a su prometido para depositar varios besos cortos en sus labios —Te amo mi amor, descansa y mañana te cuento como me fue. 

—Val, ¿no puedo hacer nada para que te quedes?

—Luciano esto es muy importante para mi, lo sabes, además es solo una noche... espero.

—¿esperas?

—Es solo una forma de decir

—Esta bien, avísame cuando llegues a tu casa, ¿almorzamos mañana?