II. Un muñeco de trapo

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CAPÍTULO 2
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CAPÍTULO 2⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀

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❛ UN MUÑECO DE TRAPO ❜

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⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀Roos Knotley había nacido para destacar entre la multitud. Pero eso no significaba que aquello fuera lo que ella deseara. Al contrario, la chica cambiaría su habilidad de destacar por cualquier otra cosa del mundo.
Y es que, después de 17 años de vida, todavía no se acostumbraba a las miradas. No cuando cada mes aparecía gente nueva en su distrito. Personas fácilmente sorprendidas y para nada acostumbradas a su flamante cabello rosa.

Soltó un suspiro nada más entrar a la fábrica y se replanteó raparse la cabeza nuevamente, pero sabía que aquello no era una buena idea. No tenía buenas experiencias con los cortes de pelo.
La muchacha sacó de su chaqueta el pañuelo negro que tenía desde los 11 años y se lo puso alrededor de la cabeza para ocultar gran parte de aquel colorido pelo. Justo a tiempo para que el timbre indicase que empezaba su turno de trabajo, el cual se basaba en pasar cinco horas cosiendo las mangas para los uniformes de los agentes de la paz. Eso hasta que cumpliera 18, ya que en aquel momento tendría que dedicar diez horas diarias al trabajo en fábrica.

—Hey —Carolina la saludó sonriente, como siempre, cosa a la que Roos respondió con un asentimiento amable—. Supongo que te encontraste con los aspirantes a agentes en la entrada ¿no?

Roos soltó una risa seca entre dientes y se sentó de golpe en el taburete, empezando su trabajo en silencio—. ¿Qué tan obvio es?

—Lo suficiente —la de rizos sonrió antes de centrarse en su trabajo—. Siempre sorprendes a todos con esa horrible cara.
La pelirosa aguantó una carcajada con fuerza y apretó los labios antes de fingir toser para que ningún agente la retara por su actitud "infantil".

𝐑𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐍𝐈𝐄𝐕𝐄 | Coriolanus SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora