Todo empezó en Brasil - Segunda Temporada | Chestappen

Puente

Hola! Como están? Yo con muuuuucho calor, se está pasando el verano ya.

En fin, oye gracias por los likes y comments! Ya llegó esta segunda temporada a los 1k de lectura y nada, feliz de que les guste. Espero me sigan acompañando en esta historia que tiene mucho por contar aún.

Y recuerden que pueden seguirme en tiktok como @chestappen_love donde subo edits y tb cositas del fic.

Un abrazo.
Cori
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━━━✧♛Max✧━━━

Lance no tardó en llegar a la casa en donde estábamos. Checo y yo nos encontrábamos despidiendonos de todos. Nunca me habían dado tantos abrazos y besos, me sentí extremadamente querido. Llegó el momento de despedirme de Kelly y P que ya estaba en mis brazos y no soltaba mi cuello.

―Maxie, no te vayas ―me dijo con su tierna voz nasal.

No tenía ganas de marcharme, pero ahora iban por Alice y no permitiríamos que muriera alguien más. Kelly se me acercó y sacó a P que no dejaba de llorar. Sentí la tristeza y el miedo de la incertidumbre de lo que nos tocaría enfrentar allá.

―No hagas locuras, Max, deja que Horner guíe todo esto, nosotros estaremos bien ―me dijo con un tono triste.

Me acerqué y la besé con dulzura, no quería dejar de besar sus labios. P me suplicó para que la tomara en brazos, de inmediato empezó a acariciar mi cabello.

―P, debes hacerle caso a mamá, prométemelo.

―Te lo prometo Maxie.

―Y tú Kelly prométeme que se quedarán acá, y cualquier cosa me avisarás.

Kelly se secó las lágrimas.

―Lo haré, te amo, Max.

―Te amo demasiado, Kelly.

―Yo también te amo, Maxie ―dijo P haciendo que la tomara en brazos de nuevo y la abrazara con fuerza.

―Yo también, P, yo también.

Terminamos de despedirnos y caminé hacia la salida con mi mochila en la espalda. Checo estaba hablando con su madre quien sostenía un bolso en sus manos que Checo insistía en rechazarlo.

―¿Que pasó?

―Maxito, es que Checo no quiere llevarse esto que le preparé.

―Mamá, en serio, no es necesario, vamos a comer en el avión.

―Esa comida nunca es buena, hijo, vamos tómala.

Checo insistía con no recibirla. La vi tan preocupada que tomé la bolsa.

―Si su hijo no la quiere, yo gustoso me comeré lo que preparó.

La madre de Checo saltó a abrazarme y me dio otro beso en la mejilla. Me reí mientras Checo meneaba la cabeza.

―Después te vas a arrepentir guerito, es mucha comida, creéme.

―Dudo, tengo un hambre terrible.

Nos volteamos con Checo a ver a todos y no pude evitar sentir tristeza de dejarlos, juro que si salimos de esta me daré un tiempo con Kelly y P para volver y compartir con los Pérez como corresponde. Solo espero que salgamos de esta y no perdamos a más gente en el proceso.

―Max, espera ―la voz del padre de Checo se escuchó tras de mí.

―Señor, dígame.

El padre de Checo sacó de su bolsilllo algo y lo puso en mi mano. Lo miré con detención y era una fina cadena de plata con una medalla que tenía labrada una virgen.