Un día en la vida de Dongpyo

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Pese a haber hecho de todo por no estar en clases hoy y estar disfrutando de las playas de Hawái con mis padres, no pude conseguirlo. Soy Kim Dongpyo, hijo adoptivo y amado de Kim Taehyung y Kim Hoseok, tengo dieciséis años,  pronto diecisiete,  y soy el chico más adorable de toda la preparatoria. Lamentablemente mi hermano Kook ya está en la universidad, pedimos licencia de un mes al inicio del año escolar y ahora debo empezar a estudiar hasta junio que salga de vacaciones. 

Quería irme a la luna de miel, pero no entiendo porqué mi papá dijo que debía estudiar, esta plebe no es tan inteligente como yo y sus padres son simples mortales. Jungkook dijo que debía iniciar ya o me iba a ir mal, pero solo miren mi prueba de math... ¡O sea! La única A+ del puto grado y eso que acabo de llegar. 

─ Joven Kim, el hecho que haya obtenido la mayor puntuación, no le da derecho de actuar de esa forma. Menos insultar a sus compañeros llamándoles plebe. 

─ ¡Está bien, señor Choi!

Es un buen profesor, pero muy chismoso. ¿Cómo se atreve a interrumpir mi hermosa narración? Como les decía, lo único bueno de que Kook esté en la universidad es que ya no tengo que verlo follándole la boca con la lengua a Jimin. Eso era de todos los días...

─ ¿Tu hermano ya es oficial con ese rubio sexy?

─ Sí, Lisa, así que deja de babear por él. 

─ No babeo por él. Deja de  ser desagradable. 

─ El día en que tú dejes de tener patas de gallina. 

Me caen mal, esas cuatro son la peste de la escuela, se las dan de las Twice y no llegan ni a las Flans. Lisa, Soo-Hee, Haneul y Eun-Jin, las chicas más detestables del mundo, siempre andan enseñando sus piernas escuálidas y hablando puras guarradas de los hermanos y padres de sus compañeros. Me dicen que soy solo la caridad de mi padre, pero cuando están frente él, bueno las poquísimas veces que ha venido por mi,  muestran sus piernas de cucarachas y se las dan de la Virgen María cuando son más putas que Jezabel...

─ De nuevo, joven Kim, no debe insultar a sus compañeras... Además deje de estar escribiendo un diario en la hora de matemáticas. Le recuerdo que están haciendo los diez ejercicios y...

El profesor calló cuando vio sobre el escritorio el cuaderno de Dongpyo con los ejercicios completados. Dongpyo iba a seguir con el diario, pero el profesor de inglés entró al salón. 

─ ¿Necesita algo maestro Lee?

─ Sí, el director quiere hablar con el joven Kim pues ya están los resultados de todas sus pruebas. 

─ Está bien, joven Kim puede retirarse. 

Dongpyo recogió sus cosas y vio a las cuatro chicas, sonrió y salió del salón. Dongpyo era todo un caso, había causado más problemas en un año que todos los estudiantes en diez años. El director estaba feliz viendo sus resultados, le habían hecho los exámenes más difíciles de ubicación y se sorprendieron al ver los resultados, lo cual lo llevaría a liberarse de tener al chico problema. 

─ ¡¿Qué hay de nuevo viejo?!

─ Sé más respetuoso niño...

─ Déjelo profesora Park, él pronto ya no estará con nosotros que aproveche sus últimos momentos. 

Dongpyo arqueó una ceja y le vio inquisitivamente. Sabía que había sido un lindo grano en el culo para los demás, pero no podían expulsarlo pues su padre daba mucho dinero.  ─ ¡Espera, ancestro! No he hecho nada malo para que me expulses...

─ No me refiero a la expulsión. Dime... ─ dijo levantándose de su silla para acercarse a Dongpyo, este se cubrió el pecho con los brazos y le habló serio.

Murder on the dancefloorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora