Mi plan había funcionado.
Yizhuo había llegado a las siete treinta jueves y viernes, gracias a Aeri; por lo tanto, los minutos se me reducían a la mitad para estar con Jimin. Algo que, aunque no me gustaba mucho, hacía menos difícil la resistencia. Sin embargo, no dejaba de ser duro.
Miré la hora cuando el timbre sonó, sólo dos minutos tarde había llegado Jisu. Apagué el televisor y me encaminé hasta la puerta.
—Lindo departamento — dijo paseando su mirada por todo alrededor —. Aunque el edificio es un poco melancólico.
Sonreí — Gracias por venir —le dije.
—Para mí es un honor que me hayas invitado a tu casa... bueno, departamento— rio.
—Gracias, eres la única con la que puedo hablar de esto — fui hasta mi habitación e hice que me siguiera.
—Sabes que siempre podrás contar conmigo, Minjeong — me sonrió, demostrándome confianza.
—Soy un caso perdido — me puse en cuclillas y rebusqué entre los cajones de mi buró, del inferior saqué mi gran tesoro. Un sobre amarillo en tamaño carta y de un grosor considerable que aventé luego sobre la cama, haciéndolo rebotar sólo un par de veces.
Le hice una seña a Jisu para que abriera aquel sobre y al instante que comprendió, se acercó y lo tomó entre sus manos.
—Vaya, sí que pesa — bromeó, alzando las cejas. Deshizo el pequeño hilo rojo y abrió el sobre. Sacó el montón de fotografías que estuvieron a punto de caérsele —. ¡Wow! — Dijo, sorprendida cuando notó cuántas fotos eran y sobre todo, de quién eran —. Esta tipa podría trabajar de modelo — susurró y aunque aquello era para hacerme reír, no pude hacerlo —. Esto es como un libro — hizo referencia al grosor —. O como una exposición de algún museo.
—O un manual de lo prohibido — me dije.
—Eso suena interesante — rio.
El timbre apagó la risa de las dos, eran las seis con quince minutos apenas, ¿quién sería? Ambas nos miramos extrañadas.
— ¿Esperas a alguien? — me preguntó Jisu.
—No que yo sepa — negué con la cabeza y luego salí de mi habitación para abrir la puerta.
Jisu fue detrás de mí y cuando abrí la armazón de madera me llevé una gran sorpresa al ver a Jimin allí.
Los ojos casi se me salían de las órbitas —. ¿Yu? — articulé, claramente sorprendida.
—Ay, yo pensé que ya habíamos dejado las formalidades — bromeó y luego miró por encima de mi hombro a Jisu, quien la miraba medio embobada. Se pasó sin que le dijera que lo hiciera y le sonrió a Jisu
—Hola — la saludó amigablemente —. Soy Jimin — le extendió la mano.
—La novia de Yizhuo — dije, cerrando la puerta de mala gana. ¿Por qué nunca dejaba bien claro quién era?
—Hola — musitó Jisu, tendiéndole la mano también —. Jisu.
—No, yo soy Jimin — dijo está.
Jisu rio —. No, no, digo que yo soy Jisu.
— ¡Oh! Jisu, iclaro! He oído hablar tanto de ti — dijo —. Me da mucho gusto conocerte al fin.
Me aclaré la garganta, haciéndome notar.
—Jisu, amm... el manual en mi habitación... podrías guardarlo, ¿por favor? — farfullé, recordando que habíamos dejado las fotografías al descubierto y regadas en la cama.
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el manual de lo prohibido [winrina]
Fanfic[¡ADAPTACIÓN!] "Ella, la perfección en persona. Mi mejor amiga, con la que deseaba toparme desde los 6 años, única e incondicional. Decían que era la chica perfecta para ella. Yo, situada justo en el medio; enamorada de la novia de mi mejor amiga."...