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Recalt se sentía realmente agotado y cansado,no había podido dormir bien en esos días por lo que había descubierto y se había alejado de golpe de Enzo que le dolió.Había llorado tanto que sentia sus lagrimales doler.
Había ido a trabajar aunque sus condiciones no eran las mejores,necesitaba comer igual.Lo había dejado de hacer y aveces Dante junto a Blas y Juani lo intentaban hacer comer.Todo por que se había enterado de todo eso.
Quería a Enzo,lo amaba con todo su ser.
Lo necesitaba.
Camino con pesadez hasta el ascensor,no se fijaba ni quien caminaba al lado de el.Estaba escuchando música a todo volumen para distraerse de sus pensamientos y sentirse seguro en ella,en su mano derecha traía un chocolate que le había comprado esa misma tarde Dante.
Apretó el botón de su piso y espero a que las puertas se cerraran,entro una persona pero no se fijo de quien se trataba.Estaba tan metido en la música.
Sintió la mirada de la persona que había entrado al ascensor y se quitó un audífono.
—Podes dejar de mirarme,me incomodas.
—Perdón chiquito.
Matías se tensó al escuchar esa voz gruesa al igual el apodo,no quería girar al mirar a los ojos a Enzo.Tal ves volvería a caer en sus encantos y lo sabía.
—Chiquito,mirame.—Matías suspiró y giró su rostro para mirar a los ojos a Enzo.—Estas mal,mira esas ojeras cariño,perdón.
Enzo acarició la mejilla de Matías,este intentaba que sus instintos no tomaran control de momento pero lo hicieron,se dejó acariciar por la mano de Enzo y sonrió levemente.
—¿Has comido?
—No.
—¿Dormido?
—no.
—¿Amarme?
—si.
Enzo sonrió y se acercó a Matías para abrazarlo,lo abrazó con todo el cariño que teni en ese momento.Lo extrañaba,extrañaba sus brazos y su olor.
Lo extrañaba a él.
Las puertas fueron abiertas y Matías salió,de giro para mirar a Enzo y sonrió.
—¿No vas a venir?—Enzo sonrió por su propuesta y rápidamente salió del ascensor,Matías abrió la puerta de su hogar y ambos entraron.Enzo de una manera extraña,extrañaba aquel lugar.
Lo tomó de la cintura,juntando su pecho con la espalda de Matías.Dejándole besos por el cuello.
—Perdón...—Le susurro en el oído.—Puedo cambiar...lo haré por ti.
Matías pensó un momento aquella palabras,no sabía que hacer.Suspiró algo pesado y se giró para que sus narices se rozaran.
