Capítulo 29

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Después de unos días la relación entre todos iban genial, pasaron unos días en el hotel, no era que estuvieran todo el dia juntos ya que Harry últimamente tenía muchas cosas que hacer, al igual que Mora, justamente nos encontrábamos cuando estos dos amigos llegaban al hotel despues de una larga y aburrida sobretodo aburrida reunión.

Mora tu ¿Cuando vas a tener una charla con Charlie?-le preguntó Harry como si nada.
Cuando tu la tengas esa famosa charla con tu pelirroja- le respondió ella divertida
Bueno entonces lo dejamos en tregua ¿te parece?- le respondió él y extendió la mano en forma de señal de paz.
Me parece-le contestó y le estrechó la mano- yo tengo que ir a por una cosa a recepción-le comento ella, él asintió y se dirigió hacia el ascensor.

Mora estaba firmando unos papeles cuando se fijó quien estaba a su lado era Ginny, ella se fijó que la pelirroja miraba de reojo el ascensor, Mora dio un suspiro y se acercó a ella.
Ginny está en la cuarta planta, habitación 408-le dijo ella como si nada, la pelirroja dudo en ir, la verdad no sabia que le iba a decirle o cómo mirarle a la cara- no se que le hiciste hace años, pero lo si se esque no ha podido olvidarte-termino de decir Mora para irse.

Esa noche Ginny decidió no subir necesitaba aclarar su mente, esa noche se pudo decir que era la más tranquila para todos, al día siguiente fue bastante normal hasta la noche por fin la pelirroja había decidido ir a la cuarta planta. Se encontraba ella con los nervios a flor de piel,  esperando que le abriera la puerta.
VOY-cuando ella escuchó ese grito empezó a temblar y se dio una bofetada mental ella era segura, era la niña que con solo seis años aprendió a volar ella sola, independiente e
única, que podría pasar si él la rechazaba absolutamente nada.

Ginny ¿qué haces aquí?-pregunto confundido pero al mismo tiempo con una sonrisa
¿Puedo pasar?- preguntó ella, él asintió y le dio paso a la habitación esta era muy grande aunque solo había una cama de matrimonio y un baño bastante grande.
Dime-comentó el azabache mientras cerraba la puerta.
Te quería decir que lo siento mucho de verdad, lo siento por no haberte escuchado la segunda vez, bueno que también la primera pero esa ya te la dije hace unos meses, en fin que lo siento-dijo ella aparentemente segura.
Estás segura de que no me quieres decir nada mas-comento el ojiverde mientras se acercaba a ella lentamente.
No, que yo recuerde- dijo ella divertida, mientras sus narices se rozaban.
Voy a tener que recordárselo-susurró él con voz ronca, eso hizo que la pelirroja se volviera a poner nerviosa.
Harry-le llamó ella nerviosa
Si?- respondió él acercándose peligrosamente a sus labios
Bésame-ordenó ella, él le obedeció le dio un beso apasionado, pero al mismo tiempo lleno de amor y ternura, hacía meses que necesitaban esa muestra de amor, cuando se separaron se miraron a los ojos y juntaron su frentes.
Ginny, te quiero-dijo Harry con voz profunda, como si no pensara en las palabras solo las sintiera y las dijeran.
Harry Potter, te quiero-confesó ella, por fin lo había dicho Ella estaba enamorada de Harry Potter y eso nada lo iba cambiar, ni otro hombre, ni los años, ni la mismísima  muerte.

El al escuchar eso la beso, pero esta vez era lujurioso, tenía deseo, no tenía nada de romanticismo dentro de lo cabe, el la cogió de la cintura haciendo que ella diera un pequeño saltito enredando sus dos piernas en la cintura del azabache, en pocos segundos Ginny está tumbada boca arriba besando a el ojiverde este se puso encima sin  apoyar todo su peso, la pelirroja puso sus manos en el borde de la camiseta y tirando hacia arriba para así poder quitarsela, pero lo que ella no se esperaba era ver tatuajes en sus  brazos y hombros de él.
¿Qué pasa?-preguntó él jadeando.
Me estoy dando cuenta que no eres un santo, Potter- dijo ella divertida a lo el se rio, el imito el gesto de la pelirroja haciendo que se quedara en sujetador, el siguiente Harry tomó la iniciativa. Harry fue dejando un camino de besos húmedos por el cuerpo pecoso de Ginny mientras ella soltaba leves suspiros y unos gemidos suaves,  él al llegar a su cintura le fue bajando la cremallera del pantalón y su botón una vez ambos sueltos miró divertido a la pelirroja.
¿puedo?-preguntó con una sonrisa divertida
Si-le respondió ella para justo después gemir mas fuerte
El azabache procedió a hacer su cometido y bajo los pantalon de ginny y volvió a la postura que tenía antes algo que no se esperaba era que la pelirroja lo empujara y el callera sobre su espalda, acto seguido ella se subió encima del el.
Harry se incorporó apoyando sus codos en el colchón dándole besos y pequeños mordiscos en el cuello, ella echó la cabeza hacia atrás para que tuviera un mejor acceso ella  comenzó a moverse haciendo que sintiera la erección de él.

Harry hay algo que no te he dicho-comentó con dificultad ya que no paraba de jadear- lo primero es-empezó a decir en eso cogió su varita, apuntó hacia la puerta y pronunció un hechizo silenciador, ambos vieron como el hechizo embolia la habitación con una sonrisa- y lo segundo es que...- intento decirlo pero no sabía cómo exactamente.
¿No me dirás que eres virgen?- preguntó él divertido, a lo que ella negó ya toda roja
Es que la pelirroja suspiró- no he llegado nunca al orgasmo y con los chicos que he estado tampoco, decían que yo no lo hacía bien- dijo ella con la cabeza agachada, ella se esperaba que se fuera pero en cambio se acercó a su odio.
Si lo demas decian eso es que no tiene ni idea porque me estas empezando hacer daño- susurro con voz ronca y gruño, a lo que ella sonrió, ella para indicarle que confiaba en él se desabrochó el cierre de su sujetador, dejó caer ambas tirantas por sus hombros hasta llegar a sus manos  y tirarlo por alguna parte de la habitación.

Harry Potter La guerra de afuera y de a drentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora