Tanto mi cuerpo como mi mente estaban en shock por lo que acababa de ocurrir, dejándome totalmente paralizado. Ni en mis más locos sueños me habría imaginado que algo como esto podría pasar.
Cuando mi cerebro se recuperó de la sorpresa inicial y me devolvió el control de mi cuerpo tuve la sensación de que habían pasado horas. Afortunadamente, sabía que solo habían sido un par de segundos.
Las sensaciones fueron llegando a mí, y resultaron ser apabullantes. Lo primero que sentí fueron la suavidad y calidez que provenían de los labios de mi amiga. Era una sensación maravillosa que recorría mi cuerpo y me calentaba el pecho.
Luego fui consciente de lo que eso provocaba en mí. Mi corazón latía desbocado justo debajo de las manos de Aura, que aún sujetaba mi camiseta. Notaba mi cara ardiendo, así como los nervios bailando en mi estómago.
Instintivamente, mis brazos rodearon a la castaña y la atrajeron contra mi pecho. Mis labios comenzaron a moverse lentamente contra los suyos, devolviendo el beso de manera torpe.
Para mi sorpresa y agrado, ella no me rechazó. En su lugar, me siguió el juego y continuó besándome de manera inexperta.
Seguimos con aquella demostración de amor durante unos segundos más, hasta que la falta de aire nos obligó a separarnos. Nuestros rostros, a escasos centímetros, observaron el del otro.
Aura me miraba con los ojos cristalizados debido a las lágrimas que había derramado anteriormente. Sus mejillas tenían un adorable tono rosado, y su boca entreabierta jadeaba levemente en busca de aire. Era sencillamente hermosa.
Nuestros rostros volvieron a acercarse lentamente al del otro, pero antes de que pudiéramos repetir aquel mágico suceso, el sonido de un aleteo nos sobresaltó y rompió nuestra burbuja.
Ambos soltamos al otro rápidamente y miramos al cielo para buscar el origen de aquel sonido. Una sombra apareció entre la tormenta de arena. Se trataba de Máximo, quien venía a lomos de su Skarmory. Y detrás de él venía Airon, a quien un Staravia sujetaba por los hombros.
-Al fin os encuentro, estaba preocupado.- dijo el peliplateado mientras bajaba de su montura. Airon aterrizó a su lado.
-¿Estáis bien?- preguntó el campeón alzando una ceja. No me extrañaba su pregunta, los dos estábamos aún aturdidos por lo sucedido y lo mirábamos sin decir nada.
-S-sí... Bianca logró sacarnos con Teletransporte mientras la torre se derrumbaba.- expliqué de manera algo torpe.
Máximo comentó algo sobre que se alegraba de que estuviéramos a salvo y que lamentaba no haber llegado antes. Sin embargo, yo ya me había sumido en mis pensamientos y apenas lo escuchaba.
Miré de reojo a Aura, que se encontraba mirando hacia el suelo con las mejillas sonrosadas. No tenía ni idea de qué podía hacer ahora. ¿Podía suponer que ella me quería?¿Tenía que pedirle salir? Maldije mentalmente mi falta de experiencia amorosa.
-¿Me estáis oyendo?- la pregunta de Máximo hizo que los dos saliéramos de nuestros pensamientos con un sobresalto.
-Lo siento... creo que aún estoy impactada.- las palabras de Aura me hicieron preguntarme si se refería al accidente de la torre o al beso.
-No te preocupes. Es normal después de una experiencia así. Tómalo con calma.- como era natural, el campeón supuso que hablaba de la torre.
-Por cierto, me alegro de que estés bien. Tuve que ayudar a Aura y no tuve tiempo de comprobar si tenías un plan de escape.- dije mirando hacia Airon. Me sentía un poco culpable por no haber pensado en él.
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Pokémon: El viaje de Eric
Fanfic¿Nunca os habéis preguntado qué pasaría si una persona normal como vosotros acabara en el mundo Pokémon? Eric, un chico solitario y amante de Pokémon, sí lo ha hecho muchas veces. Tendrá la oportunidad de comprobarlo por sí mismo y vivir la aventura...