A la mañana siguiente me despertó la tenue claridad que entraba a través de la ventana del dormitorio. Solté un gruñido molesto al verme sacado de mi sueño, pero no intenté volver a dormir. En su lugar, me froté los ojos y los abrí pesadamente.
Me alarmé un poco al encontrarme en una habitación que no recordaba, pero luego vinieron a mi mente los sucesos del día anterior y cómo había llegado allí. Al mirar a mi lado no encontré a Aura durmiendo, lo cual significaba que ya estaría despierta. Eso era raro en ella, ya que le costaba un poco despertar por la mañana.
Aprovechando que estaba solo en la habitación, me cambié a mi ropa de entrenador habitual y salí al comedor para ver si los demás estaban allí. Como yo esperaba, Aura y los dos Rangers estaban terminando de servir el desayuno.
-Buenos días, Eric. Iba a despertarte justo ahora para que vinieras a desayunar.- dijo mi amiga dirigiéndome una sonrisa amable.
El hecho de verla allí al despertarme y desayunar juntos me hizo sentir que éramos una pareja de recién casados, lo cual hizo que me sonrojara ligeramente. Al ver que ella me miraba con curiosidad, agité la cabeza para despejar esos pensamientos.
-Buenos días.- saludé mirando primero a Aura y después a nuestros anfitriones. Los cuatro nos sentamos a desayunar.
-¿Cómo habéis dormido?- preguntó Karen con una sonrisa pícara. Casi me atraganto al entender por dónde iba la rubia.
-Bien, gracias.- contestó Aura tranquilamente. Karen y yo la miramos, y luego nos miramos entre nosotros, para después echarnos a reír. Mark se llevó una mano a la cara mientras negaba con la cabeza.
-¿Qué sucede? ¿He dicho algo raro?- preguntó Aura con expresión confusa.
-No, es solo que eres adorablemente inocente.- respondió la Ranger mientras se limpiaba una lágrima.
Aura no pareció entender esa respuesta, pero después sus ojos se abrieron con sorpresa y me miró. Sus mejillas se sonrojaron y agachó al cabeza para seguir desayunando. Eso solo hizo que nuestra anfitriona se riera aún más.
Los cuatro terminamos de desayunar mientras Aura y yo le hablábamos a los dos adultos sobre nuestros planes. Pensábamos dirigirnos a Pueblo Lavacalda y disfrutar un poco de las aguas termales antes de retar a Candela, la líder de gimnasio.
Cuando terminamos de comer, recogimos las cosas de nuestra habitación y nos encontramos en la salida con la pareja de Rangers. Aura parecía algo triste por tener que despedirnos, pero debíamos seguir nuestro camino.
-Os agradecemos de nuevo vuestra ayuda con el incidente de ayer.- dijo Mark tendiendo la mano hacia nosotros. Ambos la estrechamos con una sonrisa.
-Os echaremos de menos. Tened cuidado en vuestro viaje.- para mi sorpresa, Karen nos dio una abrazo a cada uno. Aunque yo no estaba acostumbrado a tener tanta cercanía con otra gente, no me aparté del bienintencionado gesto.
-Gracias por acogernos. Nos veremos de nuevo.- me despedí con una sonrisa de los dos.
-Así es. Gracias por todo.- se despidió Aura con una sonrisa triste.
Tras las despedidas, nos alejamos de la casa y seguimos el sendero a través de la montaña que nos llevaría hacia nuestro próximo destino. Dejé que pasaran unos minutos antes de preguntarle a mi amiga.
-¿No te gustan las despedidas?- pregunté suavemente.
-No... me recuerdan a cuando tuve que despedirme de mi madre.- contestó ella agachando la mirada con tristeza.
Mis ojos se abrieron al darme cuenta de que había tocado un punto sensible. Eso explicaba el motivo por el que Aura nunca hacía referencias a su madre. Me sentí mal por sacar el tema, pero no podía hacer nada a estas alturas.
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Pokémon: El viaje de Eric
Fanfiction¿Nunca os habéis preguntado qué pasaría si una persona normal como vosotros acabara en el mundo Pokémon? Eric, un chico solitario y amante de Pokémon, sí lo ha hecho muchas veces. Tendrá la oportunidad de comprobarlo por sí mismo y vivir la aventura...