Que No Sea Nada

Extra 3

Zoro tumbó todas las cosas de la mesa mientras besaba a Sanji y lo subía.

- Espera, espera, ¿y si vienen? - dijo Sanji.

- Se fueron con Reiju, van a demorar.

- Bueno - Sanji tomó la cabeza de Zoro y lo besó.

Mientras que Zoro lo desvestia rápidamente y comenzó a tocarlo «No puedo creer que todo esto sea para mí» Al verlo completamente desnudo se excitaba cada vez más.

- ¿Que haces? Deja de mirarme.

Zoro le metió dos dedos sin previo aviso.

- ¡Ah!

- Me gusta cuando haces esa cara - Hundió más los dedos haciendo que Sanji se retorciera.

- ... - Sanji agarró del hombro a Zoro  - Ya deja de perder el tiempo y metelo de una vez.

Zoro había olvidado lo atrevido que se había vuelto; así que, de una vez lo penetró que ocasionó que Sanji votará algunas lágrimas.

- Ngh... ¡Ha...!

- Esta posición es incómoda - Zoro puso a Sanji boca abajo sobre la mesa y continuó embistiéndolo.

- Ah Ugh... - Sanji se agarró de la mesa ya que las embestidas seguían aumentando.

- M-Más... D... Despaci-o mh...

Zoro empezó a acariciar el pecho de Sanji y deslizó su miembro hasta la punta, penetrándolo tan profundamente que alcanzó su punto G.

- ¡Ahaah! Ahh Ung... - Sanji perdió la fuerza en las piernas y, justo cuando estaba recuperándose, Zoro empezó a embestirlo en su punto G.

Después de algunas embestidas, Sanji se vino y, unas pocas más tarde, Zoro también.

.
.
.

- Mng... Ya déjame... Ah...

- Pero falta para que lleguen los niños.

Zoro se movía lentamente mientras las piernas de Sanji temblaban. Ambos estaban empapados de sudor y de semen.

- Vamos, abre más las piernas. Yo sé que puedes abrirlas más.

- Ngh... - El agujero de Sanji estaba irritado, lleno de semen y hasta se había estirado al tamaño del miembro de Zoro.

Sanji abrió más sus piernas con dificultad y Zoro comenzó a embestirlo.

- Ya... No puedo... Más ah...

Y al cabo de unas rondas más los dos llegaron al límite.

- ... Hace tiempo que no lo hacíamos así - dijo Zoro.

- Ya recuerdo por qué... Esto me va a doler mañana...

Sanji se acercó a Zoro, se durmió y después de que Zoro lo observó un rato, también se quedó dormido.

.
.
.

- Ay... - Sanji se despertó y notó que ya era de noche - Zoro, levántate.

- ¿Que pasó?

- Vístete, seguro que Reiju ya llegó.

Ambos se vistieron y al salir, la casa estaba sumida en completo silencio.