Capítulo 14: Juntos

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¿Cómo podría describir su situación? Estaba realmente celosa que su prima se haya ido con su compañero de trabajo, ese par de locos en menos de lo que canta un gallo empezaron a caerse incomodamente bien para la mujer, estaban dios sabe dónde. Ahora estaba en su hogar, frente a su computadora arreglando unas cosas para poder irse a descansar un rato. Al final, sin Ashley ese hogar era pura paz y tranquilidad.

Estaba algo cansada, esos días había que tenido que trabajar bastante, asesinatos que debía hacer por el bien del maldito gobierno. Ese era su trabajo, podría decir que al menos la hacia minimamente feliz, eso tendría que dárselo, pero más allá de eso, estaba algo esclavizada por el mismo. No le importaba tampoco, ya se había acostumbrado a ese tipo de cosas, había incluso asesinado a sus propios padres en pro de su trabajo, al punto de casi tirar su propia humanidad por el retrete.

Se levantó del escritorio, estirando su trabajado cuerpo, necesitaba algo de azúcar para poder continuar. Nunca fue del tipo de personas que dejara de comer algo sólo para mantener su cuerpo, prefería matarse en el gimnasio antes de dejar de comer un helado con dulces encima.

Bajo a la cocina, a pasos lentos y perezosos, sentía como todo su cuerpo dolía bastante, le había dado una paliza en su último asesinato, pero al menos no fue ella la que salió muerta. Aún así, cada músculo que fue golpeado le gritaba por sus descuidos, por cada golpe que había recibido. Dolía, pero no podía hacer a ese punto nada más que resignarse. Abrió la maldita nevera, buscando con la mirada algo alto en azúcar, habían cervezas y botes de helado. Podría pasarla ese día de mierda con ambas cosas, pero tampoco quería seguir matando sus neuronas con tanto alcohol, así que simplemente tomó unos botes de helados.

Los abrió, disfrutando el olor de la adictiva vainilla, depositó ambas cosas en un gran baso, encima de aquella fantasía crema coloco unos dulces que estaban bastante bien guardados en la cocina.

Lo olió, sonriendo bobamente al imaginar el buen sabor que debía tener esa porquería. Con el dedo limpio lo paso por encima, se erizo un poco por el frío que golpeó su dedo, aunque no fue probablemente porque chupo su dedo, dándole calor y un buen sabor a su paladar. Sonrió bastante, como una niña pequeña

— ¿Qué haces? —preguntó el varón detrás de ella. Ángela dio un pequeño salto, girando a ver a su primo medio dormido, había olvidado completamente que estaba allí

— Disfrutando de mi soledad hasta que apareciste —dijo con un tono burlón, dejando el vaso de helado encima del mesón de la cocina

Se dirigió a Andrew, acomodando sus mechones rebeldes, no pudo evitar sonreír con sarcasmo al recordar cuando lo cuidaba de pequeño. Velozmente apareció la memoria cuando la beso teniendo apenas 12 años, sólo rió levemente antes de olvidarlo. Miro al azabache de pies a cabeza, a comparación de cuando llegó, su cuerpo estaba más ancho, seguramente porque subió unos kilos de más, ya que ambos hermanos tenían pequeños indicios de desnutrición.

Andrew la abrazo, hundiendo sus dedos en la cintura de la mujer, claramente estaba aún medio dormido. Puso su nariz en la curva del cuello de Ángela, oliendola como si se tratase de un acosador, la chica sólo rió débilmente, acariciando los cabellos negros, pasándolo entre sus dedos.

— ¿Pasa algo, Andy~? —preguntó con una voz burlona, sabía perfectamente que le pasaba, pues era lo mismo que a ella le molestaba

— Ashley se fue —gruñó, apretando más la cadera de la mujer— ¿Qué tal si le pasa algo?

— No te preocupes, Andrew. Gabriel es un buen tipo, la que me preocupa es Ashley, llega a hacerle algo y su cabeza rodará por mis escaleras —comentó con un tono posesivo, acomodando su cabeza en el torso del varón.

Sólo pudo escuchar otro gruñido del parte del varón. Sintió como los dedos fríos del ojiverde se escurrian debajo de su ropa, deseaba tocar con sus propias manos las heridas que tenía, las pasaba con bastante detalle, hundiendo los dedos cuando no veía reacción alguna de su prima, cuando al parecer no le dolía. Eran bastantes más de las que esperaba, signos de un fuerte azotamiento, de un sexo bastante fuerte incluso para sus estándares retorcidos.

— ¿Pasa algo, Andrew? —dijo bastante extrañada la chica de ojos rojos, no entendía completamente el comportamiento de su primo, cosa que nunca le había pasado.

Simplemente la miro a los ojos, una mirada profunda, creyó que se estaba arrepintiendo de algo. Pero al indagar más en su mirada, no era esa la respuesta. Andrew la tomó por el mentón, acercandola a él, sus labios chocaron. Andy metió su lengua en la boca de su prima, sin importarle lo jodidamente mal que estaba todo aquello.

Estaba cometiendo puto incesto. Tocaba a su prima como si eso no fuera nada malo, sólo eran un par de adultos haciendo lo que quieran, ¿no es así? Sus dedos llegaron hasta el pezon de Ángela, rodeándolo con su dedo sin llegar a tocar el centro.

La tomó de los muslos, levantadola hasta el mesón del comedor, su única preocupación fue no tumbar el helado, no quería morir por un estúpido helado de vainilla. La continuó besando, su saliva se mezclaba bastante bien. Sí, se sentía muy rico, hace mucho no hacía eso y estaba algo desesperado, pero una parte de él sabía que no llegaría más allá de besos, aún no tenía la mente tan retorcida para entrar en su prima.

Se separó ligeramente de ella, su respiración era espesa. Levantó sus pupilas para verla, una sonrisa burlona había en su rostro, se estaba burlando de no tener el valor de continuar

Sí, su prima estaba tan trastornada como él

Gracias por leer
Mu1tiversal

The coffin of Andy and Leyley with Angy (Fem OC x Andrew)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora