The coffin of Andy and Leyley with Angy (Fem OC x Andrew)

Final: Sanidad

Elegiste: Golpear.

A pesar de la puta rabia que Ángela sentía, a pesar de sentir como su sangre hervía al tener a su prima entre sus dedos. Le dolía tanto recordar su puto aborto, pero ahora era una adulta, ahora su corazón había logrado cicatrizar. Soltó a su prima, aunque su mano se volvió un puño que empezó a golpear a la chica, una y otra vez, quería desquitar con ella lo que su corazón no había logrado sanar.

Su rostro estaba rojo, ¿era suficiente? Sólo quería golpearla un poco más, solo un poco más por ser tan perra. Solo quería desquitarse hasta sentirse bien, le daba igual si Ashley terminaba con la estúpida cara destrozada, era tan hija de puta que la seguiría jodiendo hasta en el mismo infierno si puede. Su mente su puso en blanco por unos segundos, golpeando en modo automático, hasta que unas fuertes manos detuvieron.

- ¿Eh? ¿Gabriel? -murmuró Angy, pasando sus ojos al gran varón que tenía la respiración agitada, ella no lo escucho, pero tuvo que forzar bastante la puerta. ¿En qué momento la había bloqueado?

Lo único que atino a hacer fue girar y ver a Ashley con sangre en la nariz y un ojo levemente inflamado, aunque nada más, ¿la había golpeado tan débil? ¿No se había atrevido a darle con más fuerza? Su mente se lleno de preguntas en ese mísero instante. Suspiró, levantándose del suelo de donde estaba, giro y vio como Andrew iba a socorrer a su hermana, ¿estaba enojado con ella? Le empezaba a dar igual, pues ya estaba arta de ese maldito par, quería que se largaran de allí lo antes posible, ¡ya no los soportaba! Eran un maldito dolor de culo, entendía porque sus padres los habían vendido, eran una buena forma de hacer tu puta vida mucho más terrible e insufrible.

- Quiero que s- -su voz su tapada por la mano de Gabriel, mientras negaba con la cabeza, ¡detestaba cuando se ponía tan moral! Aunque no podía culparlo, seguramente les agarro algún tipo de cariño a los dos.

Ángela tomó una de las sillas del comedor, para sentarse en frente de los hermanos, sus oídos sordos lo escuchaban lo que gritaban, pero suponía que eran las típicas maldiciones que esos dos estaban tan acostumbrados a hacer. Se quedo ahí, vigilando mientras que Gabriel limpiaba las heridas que tenía Ashley, mientras ella seguía maldiciendo a su prima mayor por el puto dolor que estaba sintiendo en su rostro tan débil.

- ¡Maldita perra! -gritó de nuevo, lo dijo una vez más fuerte cuando vio a su prima dirigirse al segundo piso- ¡¡Maldita perra!!

Su cabello fue tirado con algo de fuerza por su hermano, que la miraba con algo de rabia, estaba cansando de siempre estar en problemas por la inteligencia de su hermana.

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En unas horas más tarde, la luz seguía sin asomarse. Las personas en el hogar estaban dispersados unos de los otros, el estrés se había vuelto conjunto y su mejor solución fue mantener la distancia para no matarse entre ellos. Aunque claro, la menor de los Graves no apreciaba mucho su vida, así que, de la forma más silenciosa que podía, subió a ver a su quería prima, aún tenía cosas que decirle.

- ¿Qué mierda quieres, Ashley? -dijo la mayor apenas escucho como la puerta se abría, su rostro era uno de enojo, parecía un perro rabioso a punto de lanzarse.

- ¡Quiero que te disculpes! Mira que dejaste mi linda cara -argumentó la menor, señalando su rostro lastimado por los golpes de Ángela.

- ¡Ja, ja, ja, ja! Estás loca si piensas que me disculparé por tu puta cara -burló Angy, acercándose a su prima con un aura amenazante.

- ¡Vamos! Si te disculpas, podríamos volver a ser una familia disfunsional -murmuró Ashley, sin estar segura de sus palabras, no quería verse bulnerable.