capítulo doce !!

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🌊• CAPÍTULO DOCE ;; ˏˋ°•*⁀➷

❝Gᴏʟᴅᴇɴ Aᴘᴘʟᴇ,
Sᴇᴀ ᴏғ Mᴏɴsᴛᴇʀs❞
ˡⁱᵒⁿ

°○•¡☠️🥀⏳️🎲!•○°
ᵇʸ ˣᶜᵃᵗʷᵐᵃⁱ ¡!

¿He contado alguna vez el pánico que le tengo a los toros? ¿No? Pues es porque se desarrolló después de esto.

Tú imagina que tienes delante a un animal igual de grande que un camión, con cuernos igual de afilados que las propias espadas, y por si fuera poco, que echa fuego por la boca. Ahora imagina dos y corriendo por todo el campamento.

Creo que ya pilláis el trauma.

En cuanto nos bajamos del taxi, las Hermanas Grises salieron a escape en dirección a Nueva York, donde la vida debía de ser más tranquila. Ni siquiera aguardaron a recibir los tres dracmas de propina. Se limitaron a dejarnos a un lado del camino. Allí estábamos: Annabeth, con su mochila y su cuchillo por todo equipaje, Tyson y Percy, todavía con la ropa de gimnasia chamuscada, y yo, con una mochila medio rota y mi espada en la mano.

⸺Oh, dioses ⸺dijo Annabeth observando la batalla, que proseguía con furia en la colina.

Lo peor era la situación en sí, no había ni los diez héroes con armadura completa tratando de salvar sus traseros chapados en bronce. ¿Y sabéis que? Los malditos toros corrían por toda la colina, incluso por el otro lado del pino. Aquello no era posible. Los límites mágicos del campamento impedían que los monstruos pasasen más allá del árbol de Thalia. Sin embargo, los toros metálicos lo hacían sin problemas.

Uno de los héroes gritó: ⸺¡Patrulla de frontera, a mí! ⸺Era la voz de una chica: una voz bronca que me resultó conocida.

«¿Patrulla de frontera?», pensé. En el campamento no había ninguna patrulla de frontera.

⸺Es Clarisse ⸺Annabeth⸺. Venga, tenemos que ayudarla.

Si Clarisse estaba ahí, Lilith estaba ahí. Los guerreros que iban con ella se habían dispersado y corrían aterrorizados ante la embestida de los toros, y varias franjas de hierba alrededor del pino habían empezado a arder. Uno de los héroes gritaba y agitaba los brazos mientras corría en círculo con el penacho de su casco en llamas, como un fogoso mohawk. La armadura de la propia Clarisse estaba muy chamuscada, y luchaba con el mango roto de una lanza: el otro extremo había quedado incrustado inútilmente en la articulación del hombro de un toro metálico.

Giré mi espada entre mis manos; era de adamantio, un metal blanco poco usual. Había sido un regalo de Travis y Connor Stoll, esos dos eran como un par de hermanos para mí. La mayoría de la cabaña de Hermes eran como hermanos para mi... obviemos lo de Luke. Aún duele.

⸺Tyson, quédate aquí⸺, dijo Percy ⸺. No quiero que corras más riesgos.

⸺¡No! ⸺dijo Annabeth⸺. Lo necesitamos.

Percy la miró.

⸺Es un mortal. Tuvo suerte con las bolas de fuego, pero lo que no puede...

⸺Percy, ¿sabes quiénes son ésos de ahí arriba? Son los toros de Cólquide, obra del mismísimo Hefesto; no podemos combatir con ellos sin el Filtro Solar FPS Cincuenta Mil de Medea, o acabaremos carbonizados.

Parpadeé confuso. ¿La que cosa de Medea?

⸺¿Qué cosa... de Medea? ⸺, preguntó Percy. Ja, mentes conectadas.

Annabeth hurgó en su mochila y soltó una maldición.

⸺Tenía un frasco de esencia de coco tropical en la mesilla de noche de mi casa. Tenía que haberlo traído, jolines.

Gᴏʟᴅᴇɴ Aᴘᴘʟᴇ; ᵖᵉʳᶜʸ ʲᵃᶜᵏˢᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora