SMOOTH OPERATOR | Carlos Sainz

Capítulo 18 (El Ganado)

Al día siguiente

Me levante sin necesidad de que sonará mi alarma, me levante y me diriji a mi armario para cambiarme aprovechando que Carlos seguia dormido. Me puse un pantalón de mezclilla, una blusa de manga larga color blanco, un chaleco color cafe y unas botas cafes.

Salí del armario viendo que Carlos recién se estaba levantado.

—Buenos días dormilón —me acerco a mi tocador —.

—Buenos días —se sienta sobre la cama para talleres los ojos—.

—Date prisa, tenemos muchas cosas que hacer.

Mientras Carlos entraba al armario para vestirse yo me ataba una coleta y me maquillaba. En cuanto Carlos estuvo listo bajamos al comedor donde ya estaba la familia, nos sentamos para desayunar y después salimos al jardín.

—Es muy grande.

—Si lo es.

En ese momento de la cochera salieron los perros ladrandole a Carlos pero no lo atacaron ya que estaba conmigo.

—No sabia que tenían perros.

—Uno para cada hijo de mi padre —los acaricio— el doberman se llama Diablo y es de Alejandro, el Rottweiler se llama Ades y es de Chris.

—Y los dogos?

—Son míos Zeus y Atenea.

—Son lindos —Comenza a acariciarlos—.

—Si lo son.

—Andrea —me llama mi abuela— tienes una visita —dice muy sonriente—.

"Esta tramando algo" pensé.

—Se supone que nadie sabe que venía —digo para ponerme de pie—.

—Quien es el? —pregunta Carlos al ver al hombre detrás de mi abuela—.

El hombre que venía con mi abuela era nada más ni menos que Mateo Del Monte, nos conocemos desde la preparatoria, sus padres murieron hace 5 años haci que vive con su abuela la que es muy amiga de la mía.

—Andi —se acerca a mi para abrazarme levantándome unos centímetros del piso— te he extrañado mucho.

—Hola Mateo —me separo de el—.

—En cuanto me entere que estabas aquí vine de inmediato.

—Mira el es mi novio —toma la mano de Carlos — Carlos Sainz.

—su sonrisa desapareció en cuanto dije eso— Hola —dice con expresión seria para saludar a Carlos —.

—Hola —Carlos lo saluda de igual manera—.

—Andi Katherine me dijo que darías un recorrido por los cultivos, que te parece si vamos a caballo?

—Claro, quiero mostrarle todo a Carlos.

—Si claro —por su semblante serio no le gusto para nada lo que dije—.

Los tres nos fuimos hacia los establos para ensillar muestras caballos, mientras Mateo le ponía la silla a su caballo Carlos me ayudaba con el mío.

—Es impresionante —dice el madrileño al ver a mi frison color negro —.

—Se llama Adonis —le digo mientras amarro la silla— puedes montar a Embajador es muy noble.

—Si am —camina hacia mi— la cosa es que no se montar.

—No sabes montar? —la voz de Mateo nos tomó por sorpresa con su tono burlesco—.