Lightland

Maykol

Capítulo 1: "Familia".

Comenzamos poniéndonos en situación. Ahora mismo nos encontramos en Disboard, más concretamente en la capital: Board City, donde se encuentra el palacio real. Es un lugar imponente y exageradamente grande -la verdad es que parece más un castillo- pero eso es algo que exploraremos luego. Lo que nos interesa está en los jardines traseros de este palacio.

Aquí; solo, tranquilo y concentrado tenemos a Maykol Gautier. Un chico de ojos azules rasgados que le resaltan por su piel blanca apagada y sus pecas, una boca pequeña que encaja armoniosamente con su nariz corriente y sus cejas finas, con una media melena ondulada de un naranja intenso y un atuendo de los más acertado de tonos oscuros. Sí, este chico es el 4º príncipe de Disboard aunque no tiene ningún interés en todo aquello que no sea pintar, leer o escribir historias, pero sobre todo, ama la magia.

-MAYKOL -"Oh, mierda". Pensé antes de girar sobre mí mismo lentamente para ver a Zacarías -mi hermano mayor y príncipe heredero- caminar hacia mí con paso firme y a una velocidad que creí inhumana-. ¡¿Otra vez eludiendo responsabilidades, escapando a los jardines para perder el tiempo?!

Así es él, siempre tan diligente y tan estúpido cuando habla conmigo, si no me está gritando me está insultando o riendose de mí. Lo cierto es que me trae sin cuidado porque ya sé como es, pero sinceramente es el único de mis hermanos al que no quiero, por suerte el sentimiento es mutuo.

-No Zacarías, no estaba escapando de nada, simplemente me vine aquí a pintar. No tengo labores por hacer hasta dentro de un buen rato, cuando lleguen los nobles a nuestro encuentro. Estamos en paz con los otros reinos así que el único que tiene labores políticas eres tú -siempre es lo mismo, infravalorando mis gustos solo porque él tiene más obligaciones. De verdad que no sé qué es lo que tiene en mi contra, tenemos más hermanos y solo se mete conmigo. A nuestros padres les encanta mi arte, pero en fin.

-El encuentro con los nobles... -Ay no, ya conozco ese tono, ¿tan tarde era? Es cierto que estaba concentrado pintando pero estaba seguro de que me daba tiempo de sobra- ¿Te refieres a ese que tienes dentro de diez minutos? ¿Esa reunión tan importante a la que todos debemos asistir porque es con el líder del grupo progresista que lleva semanas, casi meses, causando conflictos en nuestras calles como represalia por mi futuro mandato? ¿Esa reunión es de la que estás hablando Maykol? -No me gustaba ese tono y menos delante de nuestros hermanos pequeños, se estaba burlando de mí delante de los mellizos -Izan y Dylan- y de la niña de mis ojos -Safía- que miraban a Zacarías con mala cara por la misma razón que yo.

-Sí, a esa reunión me refiero Zacarías, se ha pasado el tiempo volando, ya lo sé, puedo dejar todo así e ir ya a la reunión -estamos perdiendo el tiempo por su culpa, con lo fácil que habría sido simplemente venir a dar conmigo y avisarme en lugar de ponerse así-. ¿Eres consciente del tiempo que estamos perdiendo por este estúpido numerito que estás armando? En lugar de regañarme podrías solo decirme "Maykol es hora de la reunión, llegaremos tarde, vamos", pero no, mejor es gritar y soltar toda esa mierda que piensas sobre mí delante de ellos, ¡era necesario hacerlo delante de nuestros hermanos!? -bramé ya hecho una furia sin poder evitarlo. Zacarías se había pasado esta vez y yo superé mi límite. Siempre la misma historia, no podía seguir permitiendo que me tratase así.

Sin yo haberme dado cuenta, mi hermano mayor -Damián- y mi hermana mayor -Selene- aparecieron por la puerta de los jardines a gran velocidad, supongo que en nuestra busca. Damián era el segundo y Selene la tercera. Ellos siempre se han llevado muy bien conmigo, pero también con el bastardo de Zacarías. Usualmente ellos eran nuestros intermediarios. Zacarías cumplió al principio de año 25 años. Damián tiene 23 y Selene 21. Yo con 19 recién cumplidos estoy en el medio. Izan y Dylan cumplirán los 15 el mes que viene y mi querida Safía cumplirá 13 al final del año. Al principio supuse que tanta diferencia en nuestras edades es lo que hacía que nos llevemos mejor con unos que con otros, pero Safía y yo nos llevamos exactamente la misma edad que me llevo con Zacarías y no tenemos una relación tan difícil.

Siempre pensé que aunque nos llevásemos a matar, él me protegería de otros como un buen hermano mayor, pero no es así. Ahora mismo las calles fuera del Palacio son peligrosas por culpa de un noble antimonárquico y tan solo un par de meses atrás -antes de cumplir 19- tuvimos que salir: él, Damián y yo; por petición de nuestro padre al mercado. Selene fue acompañando a mi madre y a los pequeños por otro lado. El objetivo era comprobar si el mercadillo ambulante que se instalaba en la plaza mayor -como todos los años por estas fechas para culminar el momento álgido del verano- se llevaba a cabo con normalidad y tuvimos permiso para divertirnos y distraernos en el proceso. Damián que había visto un puesto de arte me permitió escaquearme de la vigilancia incesante de Zacarías para poder explorarlo a mi aire. Cuando llegué al puesto, me perdí entre las diferentes obras y esculturas, hasta que un noble apareció por allí despotricando del arte de la buena señora y sin poder evitarlo le recriminé por su mala educación. Este hombre pertenecía al grupo poco conocido de antimonárquicos y me atacó sin previo aviso. Zacarías y Damián acudieron en mi ayuda. Sin embargo, Zacarías me ignoró completamente, centrando su atención en ese hombre y en las personas de alrededor. Por el contrario, Damián que me vio en el suelo en ese momento, vino directamente a levantarme y anteponerse para protegerme con su cuerpo. Entre los dos redujeron a ese hombre que fue llevado por los guardias y cuando por fin estuvimos a salvo. Zacarías me reprendió como si hubiese sido mi culpa la reacción de esa persona, a pesar de que mi otro hermano y la buena mujer del puesto de arte me defendieron. Sus réplicas hacia mí no se detuvieron hasta que mi madre, quien apareció al rato, lo reprendió por no protegerme como hizo Damián y echarme la culpa del suceso. Al igual que en esa ocasión, Damián -con el apoyo de Selene- saltó a defenderme y detener esa estúpida discusión que habíamos empezado.

-Zac, por favor, es suficiente, siempre saltas en su contra por cada mínima cosa que hace -Damián se posicionó delante de mí, cubriéndome con su brazo- déjalo ya.

-Tenemos que volver dentro, la reunión está a punto de comenzar y tenemos que vernos unidos Zacarías -Selene tomó la mano de Safía y acto seguido también la mía, dejando un beso rápido sobre mi cabeza y tirando de mí para caminar en dirección a la puerta.

-No podremos estar unidos mientras Maykol siga metiéndonos en líos -soltó Zacarías por su enorme bocaza, frunciendo el ceño y dedicándome una de sus miradas de puro odio a las que ya estaba acostumbrado.

Selene siguió tirando de Safía y también de mí, ignorando completamente el último comentario de Zacarías. Pude ver de reojo como Damián le dio una palmadita en la espalda y comenzó a caminar detrás de nosotros con el otro idiota detrás de él. Los mellizos corrieron hacia nosotros hasta alcanzarnos. Esta era una clara representación de cómo nos llevamos entre todos. Zacarías y yo discutiendo constantemente; Damián protegiéndome como un perro guardián sin ponerse en contra de Zacarías; Selene enfadada con él, actuando como una segunda madre de los pequeños, cuidando de mí y viendo a Damián como el único otro adulto; los mellizos y Safía siempre apoyándome y yo, de alguna manera, siempre era el epicentro de todo lo que tenía relación con mi familia. Llegaba a ser agotador.

Ciertamente era agotador, sí, pero todo tiene su razón de ser, algo que por el momento Maykol desconoce, pero que muy pronto saldrá a la luz. Sin embargo, aquí finaliza el comienzo en la historia del joven Maykol, donde hemos conocido a sus hermanos y las relaciones entre ellos. ¿Cuál será el papel de Zacarías en la historia?¿Lograrás averiguarlo con antelación, personita que lees? En lo que piensas en ello, ¿por qué no mejor saltamos a la siguiente historia? ¡Hasta ahora!