Nathan

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Capítulo 3: "Viaje a Disboard"

En el capítulo anterior, Nathan llegó al palacio central donde se encontró solo con Belinda y Lucho, a los que hizo un escaneo y presentó. Pudimos ver un poco de la personalidad de Lucho y Nathan descubrió que algo grave estaba sucediendo aunque él solo puede pensar en guarradas.

Lo último que sabemos es que Astral Serafall llega tarde debido a una investigación que su madre le encomendó. ¿Qué será dicha investigación?

—Nathan —levanté la vista para clavarla en Lucho—, no sé en qué piensas, pero esta situación no es divertida. Deberías borrar esa sonrisa de tu cara.

Pero qué borde.

Y efectivamente borré mi sonrisa, pero no porque fuese lo "debido", lo hice por la forma de hablar de ese imbécil. ¿Quién coño se cree que es para hablarme así? Primero Belinda, ahora Lucho. ¿Astral también me va a hablar así? Porque me está empezando a molestar. Luego dicen que nunca aparezco por los palacios.

La verdad es que qué mal genio.

Les di la espalda y no volví a abrir la boca. Un rato más tarde, Astral apareció. Me quedé viéndolo en silencio mientras los otros dos hablaban entre ellos sin darse cuenta de que el otro había llegado.

Astral Serafall es el más pequeño de los cuatro. Aún no ha cumplido los 18 años. Esto se ve reflejado en su físico, pelo corto liso, azul oscuro, como el de su madre. Sus ojos son grises, en conjunto con su piel blanca perla. Lo he visto sin camisa alguna que otra vez y no está muy definido, con una complexión normalita, bastante acorde a sus casi 18, por supuesto soy más alto, como diez centímetros más, también soy más corpulento, a su lado parece un palillo. Seguro que la tengo más grande que él —por dios, qué necesidad de comparar eso—, aunque nunca lo comprobaré, no es más que un niño —pues para no ser más que un niño bien que has pensado en lo que no tenías que pensar, hediondo—. Aunque debo admitir que las gafas le dan su toque sexy —me das mucho asco—, y además se ha declarado abiertamente bisexual... —¡Por dios Nathan, basta!— Pero su forma de ser hace que pierda todo su atractivo. Si a mí me tienen como un desastre con patas, Astral es la personificación de la perfección. Siempre estudiando y siendo tan correcto. Educado, observador, meticuloso... Eso sí, tiene una mala leche que flipas, parece una tía. Supongo que es lo que tiene ser criado por Serafall.

Pero vamos a ver. ¿QUÉ CLASE DE COMENTARIO ES ESE NATHAN?

Sacudo la cabeza y me llevo una mano a los ojos. Eso sí que ha sido inapropiado. Soy un mujeriego, pero también un caballero. Pensar así de Astral y Serafall está mal. Sé por qué lo he pensado, en el fondo me da envidia que él haya sido criado por Serafall. Si yo no hubiese tenido al "gran Lucifer" como padre, quizás las cosas fuesen distintas.

Vuelvo a observar a Astral con disimulo. Las cosas son como son y perder el tiempo pensando mal de él o pensando en cómo sería estando en su lugar no sirve de nada.

—Tss, maldita sea —susurré para mis adentros. ¿Qué mierda me pasa? Necesito salir de aquí. Hay algo afectando a mi cabeza y no me está gustando.

Cuando vuelvo a alzar la vista, veo a Lucho mirando en mi dirección con una expresión que no logro descifrar. ¿Podrá leer mi pensamiento? ¿O es que la vulnerabilidad que siento es obra suya? Antes de que pueda reaccionar, los reyes entran a la sala.

—Veo que estáis todos —comenta mi padre mirándome a los ojos. Yo también te aprecio, padre.

—Astral, hijo, ¿has hecho lo que te pedí? —Serafall, por el contrario, le muestra una agradable sonrisa a su hijo. Qué bonito.

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