Ari estaba recién levantándose, se notaba en su rostro de pocos amigos después de que se despegara de sus sábanas. La puerta de su departamento había sido golpeada y dudaba que sus gatos pudieran abrirle a sea quién sea quien estuviera detrás de la puerta de entrada de su hogar.
-¿Quién es? -inquiere mientras intenta arreglar un par de cabellos de su cabeza. Estaba totalmente despeinada y debía al menos verse decente para recibir a alguien; bueno, difícil verse decente estando en pijama y con una marca roja atravesando toda su mejilla derecha.
-Rivers.
-Ah, eres tú. - Ari entrecerró sus ojos con un poco más de confianza para poder acercarse a la puerta y abrir.
- Son la una de la tarde, ¿Te he despertado en serio? -Rivers esbozó una sonrisa en sus esponjosos y rosados labios. En sus manos tenía una bolsa de papel y Ari miró esta algo extrañado. -Oh, son galletas. Mamá te las manda.
La castaña asiente y sólo se hace a un lado permitiéndole a la de cabello rubio pasar a su hogar. Ari le tenía suficiente confianza a Rivers para dejarlo pasar estando en aquellas condiciones; recién despertada. Si hubiera sido otra persona seguramente le hubiera dicho "sí, allí está la puerta. Hasta luego."
-Hoy tengo que salir con Félix -dijo entusiasmada la rubia. Al fin había podido conseguir una cita en la tan apretada agenda del muchacho. -Hace tiempo le pregunté.., bueno, le pregunté muchas veces si quería salir conmigo, pero siempre me decía que estaba ocupado o tenía que hacer cosas ese día.
Ari sonrió de manera ladina mientras solo se limitaba a alzarse de hombros. No iba a negar el hecho de que le molestaba que siempre cuando Rivers tenía una cita iba a presumirle su tan bonita vida mientras ella se limitaba a fingir que tenía interés en los chicos de su clase y tragar la frase "hey, me gustan las chicas"
-Genial, Riv.
-¿Cierto? ¿Te imaginas logro ser su novia? -Rivers abrió la bolsa de papel para poder tomar una de las galletas y morderla.
-De seguro sí, es decir, mírate. Eres... ¿Linda?
-¿Me estás coqueteando? -Rivers alzó sus cejas mientras miraba en dirección a Ari con burla y picardía.
Ari se quedó estática en su posición y sintió su respiración temblar. Tensó su mandíbula levemente y se limitó a negar con su cabeza; su corazón extrañamente había comenzado a acelerarse nuevamente.
-Si.. -Si fuera un coqueteo, sería el más incómodo del mundo -contraatacó la castaña y sólo frunció su ceño intentando reaccionar; no podía dejar mostrar sus sentimientos, no. Menos con Rivers, ya que ni su mejor amiga sabía que jugaba en el equipo contrario.
Ya que su mejor amiga no sabía que le atraía demasiado.
-Ya pendeja. Solo bromeaba -Rivers mostró una brillante sonrisa. -Mamá dijo que fueras a visitarla, te extraña.
-Tal vez vaya mañana, tendré tiempo. Cuando termine tu cita, ¿vienes a dormir hoy? -inquiere la castaña mientras dirige nuevamente su mirada hasta la contraria.
Esta se levantó y caminó hasta ella para envolverla en un abrazo y asentir con su cabeza repetidas veces, dejando a una Ari totalmente estática y con sentimientos encontrados.
-Claro que vendré. Nos vemos luego, ya debo irme. Ya casi son las dos.
Ari iba a hablar, pero su voz simplemente no salía. Cuando optó por corresponder el abrazo y cuando estaba en el proceso de levantar sus congelados brazos finalmente Rivers se alejó de su cuerpo y sólo se quedó en su misma posición sintiendo sus mejillas bastante tibias.
-¡Hasta pronto!
-Nos vemos
☆-¡Toc toc!
-¿Quién es?
-Una Rivers feliz.
Ari rió suavemente y abrió la puerta. Rivers tenía sus labios un poco más rojos de lo normal y supuso que se había besado con Félix, suposición la cual logró borrar la sonrisa de Ari y su risa solamente se perdió en el aire del lugar.
-Debo suponer que te fue bien -Ari volvió a sonreír, solo que esta vez de manera más leve que antes.
Rivers asintió repetidas veces con su cabeza y pasó a la casa de Ari. Eran las diez y media aproximadamente, estuvo ocho horas completas con Félix y el tiempo simplemente pareció haberse ido tan rápido como el viento.
-Te dignaste a vestirte vaya. -se burló Rivers mientras caminaba a la habitación de Ari.
Esta lo siguió mientras sonreía casi sin ganas; quería dormir y estaba cansada. Había tenido ánimos antes, pero antes, antes de ver a Rivers con los labios rojos e hinchados.
-¿Vamos a dormir ya? -inquiere Ari al ver a Rivers acostarse en su cama. Frunció su ceño mientras se cruzaba de brazos, esperando alguna respuesta. ¿Por qué Rivers estaba actuando tan... Así?
-Mm-hmm. Buenas noches.
Ari sólo suspiró y observó en silencio los rasgos faciales de la rubia. Ojos levemente hinchados, sus labios gruesos y coloridos. Nariz perfecta, cejas pobladas y rectas... Era tan perfecta, ¿Por qué no podía hacer que se fijar en ella? ¿Porque eran prácticamente hermanas por crecer juntas? No lo entendía.
-Buenas noches, Riv. -murmuró y caminó a paso lento para poder apagar las luces del lugar.
Ojalá algún día esa etapa -como decía su mamá, que pasaba más ausente que presente.- pasara y finalmente le gustaran los chicos.
ESTÁS LEYENDO
G I R L S?
Fanfiction𝑹𝑰𝑽𝑨𝑹𝑰 || Rivers no quiere aceptar que le gustan las chicas... Rivers no quiere aceptar que le gusta Ari. - Esta es una ADAPTACIÓN, la historia original se encuentra en la cuenta de ©fxrgxttt. Inicio; 05/02/24 Final; 18/02/24