G I R L S?

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P E N U L T I M O

Ari estaba más que nerviosa. Su pecho subía y bajaba debido a la ansiedad que sentía al presentarse ante la madre de Rivers como la novia de su hija. Si bien sabía que la señora era bastante dulce, amable, como su segunda madre, tenía miedo de que no le gustara la idea de que su hija fuera homosexual.

Rivers esa tarde antes de salir le dijo que estaba bien, que no tenía por qué sentirse nerviosa, ya que su madre era bastante abierta de mente e incluso defendía a las personas homosexuales, que eran personas después de todo y tenían todo el derecho de amar.

Pero Ari le dijo que la mayoría de casos así terminaban mal porque las madres veían un caso distinto, un caso más cercano.

Y entonces Rivers le dio un zape a la castaña y le dijo que dejara de ser tan jodidamente pesimista.

-Calma linda -Rivers sonrió suavemente, notando como Ari lo veía con nervios a flor de piel y una leve mueca en sus brillantes labios. -Todo saldrá bien -sonrió suavemente y se acercó para poder depositar un casto beso en la frente de la castaña.

Y con ello al fin Ari pudo sentirse algo mas tranquila. A los ojos de Rivers, Ari era así como una gatita mimada, si no lo mimabas podía molestarse o estar triste, en este caso, si no lo mimaba estaría temblando de los nervios.

Abrió finalmente la puerta de su hogar y tomó la mano de su novia para poder arrastrarla consigo hasta dentro de su hogar, llegando finalmente. al living. Su madre salió de la cocina y notó como su hija sostenía la mano de una nerviosa Ari y la mujer no hizo mas que ladear su cabeza 'sin comprender' lo que estaba pasando.

-¿Y eso? -se atrevió a preguntar, ganando que Ari cerrara sus ojos con fuerza

-Mamá, Ari y yo somos....

-¿Novias? Ya era hora.

Ari sintió como si su presión bajara y los labios de Rivers se abrieron levemente, dando paso a la sorpresa en su ser. Eso quería decir que... ¿su madre siempre supo que le gustaba Ari? ¿¡y por qué nunca se lo dijo para darse cuenta de lo estúpida que estaba siendo saliendo con mil chicos para intentar dejar de pensar en ella!?

-¿Cómo..?

-Vi cuando la besaste -admitió la madre finalmente, regalándole una suave y sincera sonrisa a su hija.

Ari abrió sus ojos nuevamente y miró en dirección a Rivers, esta estaba sonriendo enternecido ante la dulzura de su madre y se sintió afortunada de tenerla. Ari también se sintió bastante bien, como si su corazón al fin pudiera latir de manera pausada y relajada, porque esa señora para ella fue como la madre que nunca tuvo debido a su trabajo y su falta de tacto con ella

La noche llegó y después de una larga tarde de revelar verdades de parte de los tres, todos estaban en sus respectivas camas. Menos Ari, quien dormía junto a Rivers como era de costumbre incluso cuando eran pequeñas.

Rivers se recostó en la cama e invitó a la castaña a acostarse a su lado, y cuando finalmente lo hizo pasó sus brazos por la cintura de la contraria, apegándose a su cuerpo para poder estar ambas cómodamente acostadas.

La luz estaba apagada y no había ninguna fuente de iluminación mas que la luz de la luna que llegaba débilmente por entre las cortinas de la ventana de Rivers.

La rubia comenzó a repartir besos por todo el rostro de Ari, quien soltaba un par de risas cuando sentía varios cosquilleos en las zonas donde Rivers posaba sus esponjosos y voluminosos labios. Amaba sentir la suave piel de Ari, era tibia y sin dudas bastante perfecta. Cada vez que besaba a su-ahora-novia se sentía como si estuviera parado en una nube lejana a todo el mundo que las rodeaba, porque sin dudas sentir sus labios unidos a los suyos lo hacía sentir mil y un emociones.

-Te quiero mucho -admitió en voz baja Ari, su voz sonó suave como de costumbre y con su timbre de voz algo agudo, cosa que a Rivers le encantaba de ella, su voz era algo que lo calmaba de todo mal que sintiera y era algo que iba justo con su tan delicado y lindo rostro.

-Te quiero mucho más, Abi -dicho esto besó repetidas veces los labios de la rubia y esta soltó varias risitas entre los besos que recibía sin negación alguna.