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2 de Noviembre de 2023

La relación entre ambos había mejorado gradualmente, ahora estaban mejor después de haber prometido no volver a enfadarse. Sus amigos estaban felices de verlos de nuevo juntos.

Cada que era hora del refrigerio iban a comer juntos y jugaban con la comida y a veces se daban cucharadas mutuamente.

—Como si fueran novios... ¡qué adorable! —decía Matthew a lo lejos

—No son novios, Matt —respondió Taerae —sólo son amigos que se quieren mucho

—Lo mismo que ser novios, no hay diferencia

Los dos jóvenes terminaron de comer y dejaron sus bandejas a un lado para volver a sus respectivas salas de práctica antes de que sonara el timbre.

—Matt, no has comida nada por estar espiando a Hao y Hanbin

—Haobin

—¿Qué?

—Ese va a ser el shipp que les voy a poner, suena bien, ¿no?

—No lo sé... vas a terminar de comer, ¿o no?

—Qué aburrido eres, ya voy —suspiró empezando a comer lo más rápido posible

...

Hao se acercó a la sala de práctica curioseando un poco encontrando a Hanbin practicando, le ponía mucho empeño a la presentación de fin de año. Se veía tan atractivo estando tan concentrado, su ceño fruncido le hacía ver muy guapo.

Cuando Hanbin tenga novio será muy afortunarlo de tenerlo... literalmente es todo lo que una persona necesita...

Se quedó pensando un poco en lo que había dicho en su mente, ¿novio?, claro que no, Hanbin era demasiado joven para tener novio, además un novio ahora sólo lo distraería...

—Hao —el pelinegro había salido de la sala con algunas gotas de sudor cayendo y rondando su tatuaje

—Hola... —tragó saliva observando su única camisa de tirantes toda mojada y marcándole los pectorales, no podía quitar la vista de su figura

—¿Pasa algo?

—N-no, nada, nada ¿qué pasaría? —tartamuedeó con nerviosismo —¿no tienes frío?, hace frío

—Estaba bailando así que lo único que hacía era sudar —rió —me voy a bañar, ¿me quieres acompañar?

—Cla-claro

¿A bañarse?

Hao entró a las duchas detrás de Hanbin, no había nada, este se quitó toda la ropa como si nada y el castaño tuvo que voltear hacia otro lado, después de todo no quería incomodarlo o algo así.

El contrario abrió la ducha y se empezó a bañar. El menor giró la mirada suavemente viendo el agua caer por el cuerpo desnudo del pelinegro.

Su mente estaba concentrada viéndolo pero por su cuerpo se dispersaban emociones que jamás había sentido, no tenía sentido emocionarse por ver el cuerpo de alguien... esas cosas no... no.

—¿También te vas a bañar? —salió de la ducha secándose con una toalla y colocándosela a la cintura

—¿Ah?, no, no, sólo te estaba esperando, ¿ya nos vamos?

Mi segundo primer amor ☆ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora