5 años después...
Zhang Hao terminó la universidad, graduado y con certificado profesional como profesor de música.
Disfrutó la carrera como nunca siendo de los primeros de su clase, por fin era libre, sus padres ya no ejercían presión sobre él y es que ya era momento de dejarlo volar.
Era un adulto de 23 años, totalmente maduro y capaz de tomar sus propias decisiones.
Y si que las iba a tomar. Estaba decidido a ir a Seúl, desde los 17 tiene pensado hacerlo para convertirse en profesor de música en la Universidad Nacional de Artes de Corea.
Como última parada antes de su viaje, el castaño había decidido ir a casa de su amigo para despedirse.
—Ahora que te vas, ¿quien me va a cocinar? —decía Ricky en modo de queja
—Te traje comida, lo dejé en la sala
—¿Coreana o china?
—Las dos —respondió aún entretenido con la laptop del rubio —mira, esta es la universidad —giró la pantalla para que Ricky observara
—Wow, es increíble como te aceptaron ahí, eso quiere decir que eres el mejor
—Intenté durante meses —bufó —pero ya está. Te voy a extrañar —cerró la laptop girándose hacia su amigo para abrazarlo
—¿Estás seguro de esto, Hao? —miró a su amigo con tristeza —han pasado 5 años, no creo que sea sano para ti ir en busca de Heeseung —el castaño frunció los labios bajando un poco la mirada
Sí. La razón por la que iba a Corea era por Heeseung, la segunda era para ser profesor pero su prioridad era encontrarlo a él, al chico que lo hizo sentir tan feliz hace siete años específicamente.
Aún no lo superaba, pero esta vez quería encontrarlo para preguntarle que pasó y hablar un poco de ellos. Hao necesitaba aclarar sus dudas. Empezando porque nunca terminaron, él sólo desapareció dejando un vacío en el corazón del castaño.
Ahora Zhang Hao había madurado y pensaba mejor las cosas, no era aquél niño que sólo rogaba por amor y no decía las cosas aunque debiera. Había una evolución, sin embargo, Heeseung aún habitaba en su corazón.
Hao estaba seguro que nunca iba a existir nadie como él, y como tampoco es creyente del destino, no iba a sentarse a esperar que los uniera como si fuera magia. Él mismo iba a agarrar sus maletas directo a ese país.
—Estoy totalmente seguro Ricky —sonrió dando un gran suspiro —mi vuelo sale mañana en la mañana
—Cuídate Hao, y escríbeme apenas llegues, no quiero enterarme por las noticias que te me fuiste al cielo
—Siempre tan pesimista —le dio un leve golpe en el pecho mientras este retrocedía con una sonrisa burlona
Los dos amigos se dieron un último abrazo, parecía que no se querían soltar y es que los planes de vida de Hao eran diferentes a los de Ricky, sólo tenían que decirse: hasta luego.
[...]
Zhang Hao se encontraba en el aeropuerto listo para abordar, no pensó que era exactamente lo que haría al llegar a la capital.
Después de dos horas de vuelo ya se encontraba en el aeropuerto de Incheon. Salió de este con sus dos maletas, una en cada mano, algunas personas a su alrededor se le quedaron viendo como si fuera una celebridad y es que estaba muy bien vestido y traía unos lentes de sol que le hacían ver deslumbrante.
Llamó al taxi dándole la dirección del hotel donde se hospedaría por unos días hasta poder comprar un departamento pequeño. Le iba a doler ya que uno de esos en Corea eran carísimos pero no le quedaba de otra.
Al llegar, dejó sus cosas ahí, buscó en su celular la dirección de la universidad, estaba a unos 15 minutos a pie. No era problema, prefería caminar, hace años no pisaba el país, quería observar cada calle con detenimiento.
No dudó más y salió del hotel, comenzó a caminar, su coreano era bueno pero como hace tiempo no lo practicaba se había olvidado de algunas letras, así que mientras caminaba por las avenidas se ponía a leer con detención tratando de adivinar que letra era la que seguía después de la otra.
Fácilmente podía usar un traductor de fotos pero eso sería demasiado fácil y a él, eso no le gusta.
Cruzó una pista y se detuvo a leer un letrero, según sus cálculos la universidad debería estar cerca, en algún lado, pero ahora estaba perdido.
Se giró de golpe y repentinamente chocó con un chico haciéndole tirar su vaso de café.
—Dios mío, lo siento mucho —dijo el castaño agachándose apenado a recoger el envase, ya no había nada, se había derramado todo
No iba a mentir, ver ese café le trajo muchos recuerdos... era un latte. El favorito de Heeseung.
—Oh, no te preocupes, ya lo estaba terminando de todas formas —respondió aquel chico con un tono despreocupado
Zhang Hao alzó la vista sintiéndose totalmente mal por ese accidente, pero ese chico parecía estar tan tranquilo, el café estaba casi lleno. Estaba.
—Te lo voy a pagar, por favor —insistía el castaño
—Oh, no, no —negaba con las dos manos —no fue tu culpa, yo no te vi, en serio no te preocupes —sonrió de forma agradable
Zhang Hao se seguía sintiendo mal, pero tampoco es que le fuera a obligar al chico a aceptar su dinero cuando él seguía diciendo que no, así que aprovechando que estaba perdido le pidió su ayuda.
—¿De casualidad no conoces este lugar? —le enseñó la dirección desde el mapa de su celular. El chico acercó su cabeza para ver más de cerca la dirección
—Oh —asintió —yo voy al mismo lugar, si quieres te puedo guiar —decía con amabilidad
—¿En serio? —se emocionó —muchas gracias. Oh, no me he presentado, lo siento, soy Zhang Hao
—Soy Sung Hanbin, mucho gusto
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Mi segundo primer amor ☆ Haobin
FanfictionHao no creía en el destino y pensaba que no iba a amar a nadie más que su primer amor... Estaba equivocado. • 74 episodios + especial