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4 de Enero de 2024

Era tarde, Hao se acostó al lado de Hanbin abrazándolo pata sentir su olor y su calor. Sonrió ante el tacto del contrario acariciando su espalda y apegándolo más a él.

De pronto, el castaño se levanta para buscar algo entre su maleta y el mayor se sienta en la cama confundido viendo lo que hace.

Cuando este encuentra lo que quería regresa a la cama sentándose sobre el regazo del pelinegro y le coloca su diadema de orejas de gato en la cabeza.

—Maúllame —dijo casi dando una orden y el contrario hizo caso

—Meow, meow... meow

—你很可愛

—Aquí vamos de nuevo —se quitó las orejas dejándolas a un lado de la cama —espero que eso signifique "te amo"

—Te amo —sonrió de oreja a oreja depositandole un beso al mayor dejándose llevar por sus labios

El beso continuó por un largo rato, Hao acariciaba el cabello del pelinegro y cuando estaba a punto de seguir sin parar fue cuando entró una llamada a su celular que esta vez no estaba en silencio.

Al querer agarrar el móvil, el castaño se dio cuenta que sus collares se habían juntado por los imanes y ni siquiera se habían dado cuenta. Hanbin los desenganchó rápidamente para que este pueda contestar.

—¿Hola? —dijo casi expulsando un jadeo cuando repentinamente Hanbin le mordía el cuello —oh, okey, no te preocupes, estaremos ahí en un segundo

—¿Quién era?

—Matthew, dijo que esta vez bajemos por la pequeña fiesta que van a hacer

—Todas las noches están festejando —respondió en forma de queja

—Y en todas esas noches no hemos bajado —replicó —así que ahora, vamos

Se levantó del regazo de Hanbin tomándolo de la mano saliendo de la habitación. Cuando tomaron el ascensor y se cerraron las puertas. El pelinegro tomó de la cintura a Hao y lo besó, escuchando una risita que salía de sus labios.

—Hao... —lo miró fijamente a los ojos expresando seriedad —¿somos novios?

—Claro —respondió aún con una sonrisa, cosa que el pelinegro no pudo tomar en serio —somos esposos

—Hao... —suspiró —te estoy preguntando de verdad

—Pero es verdad —volvió a sonreír —somos esposos

Cuando las puertas se abrieron, Hao volteó a ver y salió del ascensor casi corriendo yendo a sentarse junto a sus amigos.

—Hola, chicos —Hanbin se sentó a su lado de inmediato

—Hola, hasta que por fin se acuerdan de nosotros —dijo el rubio en modo de queja —¿estaban haciéndolo?

—¿Qué?

—No empieces con esas preguntas, Matthew —respondió Hanbin y giró su mirada hacia el castaño quien había entrado en pánico un poco por aquella pregunta —¿quieres que te haga un sorpresa, esposo? —hizo énfasis en la última palabra de forma burlona

—Me gustaría ver la sorpresa

—Te voy a preparar un cóctel —Hao abrió los ojos de par en par al oír eso

—¿Además de hacer café también haces tragos?

—Es algo que aprendí cuando no veías —alzó una ceja esbozando media sonrisa —espérame aquí —se levantó del sofá de inmediato y caminó hacia la barra hablando con el bartender

—¿Lo hicieron o no? —Matthew volvió a entrometerse y Hao puso los ojos en blanco

—Te dije que no, hoy no, pero mañana y pasado tal vez, y apagaré mi celular para que no entre la llamada de ninguno de ustedes —dijo con tono casi molesto dejando inmóviles a los demás

—¿Eso significa que ya son novios? —Jiwoong se metió en la conversación

—No, no somos novios

—¿No te gusta Hanbin? —Taerae preguntó

—Yo... —suspiró y observó la mirada expectante de sus amigos esperando su respuesta —no voy a responder

—Eso quiere decir que si te gusta, Tae me debes dinero

—Pero no dijo nada, sólo dijo que no iba a responder

—Espera, ¿ustedes hacen apuestas? —su expresión era de indignación

—Estamos recaudando fondos, que es diferente, pero parecido a las apuestas, además, a ti te gusta Hanbin

—No, ¡no me gusta Hanbin!

—TE DIJE, ahora págame Kim —el rubio le extendió la mano para que el contrario vaya soltando el dinero

—Esperen, esperen, no quise decir eso —los detuvo pensando mejor las cosas —si me gusta...

—Ay, Hao, decídete

—Si estuvieran en mi situación entenderían, Hanbin quizás lo entendería —se cruzó de brazos —pero lamentablemente él es la persona por la cual estoy así

Pasaban muchas cosas por su cabeza mientras sus amigos seguían peleando por el dinero. Hao fácilmente podía decirle a Hanbin que sean novios sin problema, pero... sentía que estaba esperando respuesta que nunca iban a llegar.

A pesar que él mismo pasó la página, el aire puede llegar y mover esa página a donde estaba. Como si un periódico anunciara la desaparición de tu ser querido, y a pesar de haber pasado años y haya más probabilidades de que está muerto, tu te aferras a la esperza de que va a aparecer.

—Profesor Hao —una estudiante se acercó al castaño tocándole el hombro con la mano —alguien lo está buscando

—¿Quién? —frunció el ceño, no estaba esperando a nadie

—Venga conmigo, él lo está esperando en la entrada

¿Él?

Junto a ella se encaminó hacia el pasillo de la entrada del hotel viendo al figura de un hombre volteado. Por alguna extraña razón sintió escalofríos recorrer todo su cuerpo.

—Aquí está el profesor Hao —dijo ella muy amablemente y se fue

Cuando aquel chico se volteó, el alma de Hao salió de su cuerpo. No creía lo que estaban viendo sus ojos, era algo surreal, algo que creyó que no pasaría.

Verlo parado delante de él, vestido totalmente de negro con un saco largo y sus manos en los bolsillos de este, un poco de nieve en sus hombros y cabello, mirándolo fijamente con una sonrisa ladeada. Era increíble.

El corazón del castaño comenzó a latir con fuerza, como nunca había imaginado, sus ojos se iluminado y su cara dibujó la sonrisa más hermosa de todas. Como si él fuera el familiar que estaba esperando que su ser querido aparezca de la posible muerte.

—Heeseung...

Mi segundo primer amor ☆ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora