Mi segundo primer amor ☆ Haobin

「32」

1 de Agosto de 2023

Hao permanecía sentado en la arena mientras tenía sus airpods puestos, estaba escuchando su canción representativa del mes: August de Taylor Swift.

Había llegado a Busan junto a Hanbin hace un par de días, y en ese momento el pelinegro paseaba por la arena mientras el castaño lo veía de lejos.

Mantenía la mirada fija de él. Todavía no habían conversado acerca de esa noche, y es que Hao no quiso tocar el tema, pensó que como estaban ebrios no se iban a acordar al día siguiente, pero Hanbin no se acordaba, en cambio, él sí.

A veces cuando conversaban y el coreano se acercaba mucho a él, se sentía incómodo y se alejaba. No le gustaba aquello, ya que no quería que nada cambiara entre ellos, lo hacía sin intención.

Quería creer que Hanbin no se dio cuenta de su forma extraña de actuar en esos últimos días, pero a veces era demasiado, llegando al punto de cortar conversaciones, cambiar de tema dw forma abrupta, o no poder mantenerle la mirada por más de tres segundos.

Incluso se llegó a preguntar si le gustaba Hanbin, tuvo miedo de eso, se repetía a sí mismo que eran amigos para quitar esos pensamientos de su cabeza. No se podía imaginar con él siendo su novio, no había forma, no tenía sentido.

Pasamos mucho tiempo juntos, sólo estoy confundido, eso es normal, ¿verdad?

Es mi amigo, lo veo como amigo, ¿él también me ve como un amigo?, ¿y si está confundido conmigo?, ¿hice algo para confundirlo?

—¡Hao! —gritó Hanbin desde lejos corriendo hacia él —mira, encontré caracolas, están muy bonitas —se sentó a su lado rozando su brazo con el de Hao, este tragó saliva al sentirlo tan cerca nuevamente —las voy a añadir a mi nueva colección

—Qué lindas —contestó con nerviosismo quitándose los audífonos

—¿No te vas a meter al agua?

—Ah... no, sólo estoy observando el mar —evitó establecer contacto visual

—Estoy iré yo, hace tiempo no entraba al mar —se quitó la playera que llevaba puesta dejando su torso descubierto a la vista del castaño. Este desvío su mirada hacia él observando su cuerpo, ya lo había visto así en distintas ocasiones pero ahora... era diferente —si quieres me sigues

Fue corriendo a zambullirse al agua, se veía feliz nadando, incluso cuando una ola se le vino encima seguía sonriendo. Hao sonrió al verlo de lejos, se colocó los audífonos de nuevo dándose cuenta que estaba sonando Cruel Summer, se lo quitó de inmediato al pensar que quizás era una señal del universo gritándole que le gusta Hanbin y no se quiere dar cuenta.

Sólo somos amigos, ¿verdad?

[...]

En la noche cuando ya era hora de dormir, Hao volvió a ir al baño a cambiarse, cosa que antes no hacía, a lo cual, Hanbin sintió que su actitud era demasiado extraña y quiso preguntarle que sucedía.

Cuando el castaño salió del baño vio al contrario echado en la cama revisando su teléfono. Caminó hacia él y se acostó en la cama, estaban acostumbrados a dormir juntos, no debería ser raro.

Permaneció mirando el techo hasta que sintió que el pelinegro dejaba su celular a un lado para girarse de su dirección. Este se quiso voltear al lado contrario para evitar verlo pero Haobin lo detuvo antes.

—¿Estás bien?

—¿Yo? —lo miró a los ojos y terminó esquivándolo de nuevo —s-sí, ¿porqué no lo estaría? —rió nervioso

—Siento que me evitas y no quieres hablar mucho conmigo, ¿estás enojado por algo? —su tono sonaba preocupado

—N-no... no es eso —titubeó

—¿Entonces? —tenía su mirada fija puesta en él —cuéntame

—Es que... —dudaba en si contarle lo que pasaba por su mente, ¿las cosas iban a cambiar si lo hacía? —no lo sé...

—Tu me dijiste que hay que contarnos todo por más mínimo que sea

Es verdad, yo dije eso...

—Es que... me da un poco de vergüenza —seguía sin mirarlo

—Dime —insistió cálidamente

—Bueno... —respiró hondo antes de hablar —es por esa noche... la de mi cumpleaños, no te acuerdas porque tomaste mucho pero... tú...

—¿Te hice algo? —su expresión se horrizó —¿te hice algo malo?

—No, bueno, no lo considero así, no estabas consiente, así que...

—¿Qué te hice? —se desesperó

—Tu... —lo miró a los ojos —me tocaste

—¿Qué?

—Pero, estabas borracho —trató de calmarlo —, igualmente no pasó nada más que eso

—Pero está mal... —hubo un silencio incómodo. Hanbin sentía culpa y remordimiento —perdóname...

—Hanbin...

—Si quieres voy a dormir en el sofá

—¡No! —se acercó a él colocando sus manos sobre sus mejillas —no te sientas mal por eso, no es tu culpa

—Pero, yo...

—No quiero que nada cambie entre nosotros, no quiero que empieces a actuar diferente conmigo ni nada de eso, ¿lo prometes? —el pelinegro asintió —, somos amigos, ¿verdad?

—Sí, somos amigos —afirmó con seguridad

—Entonces sigamos siendo los mismos de siempre —sonrió cálidamente —, ahora que te lo dije me siento mejor

—Te prometo que no volverá a pasar

—Ya no importa —lo abrazó acurrucando su cabeza debajo de su mentón sintiendo un suave aroma proveniente de él —¿desde cuando usas este perfume?

—Desde siempre —rió

—Mentiroso —levantó la mirada hacia él —es la primera vez que lo huelo

—¿Te gusta? —susurró. Hao se sonrojó al oír esas dos palabras alejándose de Hanbin repentinamente —¿qué pasa? —preguntó extrañado

—Perdón, es que... —rió nervioso —esa noche me dijiste eso, después de tocarme... me preguntaste si me gusta...

—Ah —soltó una bocanada de aire —lo siento mucho

—No, no pasa nada —sonrió —¿de verdad piensas que me vería lindo con esas orejas?

—¿Te dije eso? —el castaño asintió y Hanbin se terminó cubrir la cara —qué vergüenza

—你很可愛 —lo volvió a abrazar —te quiero mucho

—Y yo también aunque no sepa que fue lo primero que dijiste —le devolvió el abrazo cerrando los ojos para quedar dormido junto a él