Mi segundo primer amor ☆ Haobin

「37」

4 de Setiembre de 2023

—Toma —el castaño le entregó a Matthew la caja que contenía todos los peculiares objetos que le había dado esa noche de su cumpleaños

—¿Sabes que los regalos no se devuelven, verdad?

—Lo sé, pero ni siquiera me estabas tomando en serio cuando me lo diste, son puros juguetes... sexuales —susurró

—Claro que era en serio, era para que lo usaras con Hanbin

—¡Matthew! —se exaltó tratando de callarlo y haciéndole recordar que estaban en un salón de clases vacío, cualquiera podría entrar y verlos —no tengo nada romántico con Hanbin, somos amigos, nada más

—¿Seguro?

—S-sí... —titubeó haciendo que el rubio abriera los ojos sorprendido

—¡¿Te gusta?! —elevó la voz

—¡¡Cállate!! —dejó la caja en la mesa —no me gusta

—¿Entonces porqué dudaste?, ¿te está empezando a gustar?

—Cl-claro que no, déjame en paz —trató de evitarlo —te dejo tu caja aquí, usa esas cosas como quieras

—Bueno, más para mí —abrió la caja observando las orejas dentro —pero esto si te lo quedas tú, a Hanbin le gustan

Hao recibió la diadema tragando saliva, se quedó un rato viéndolas pensando en si quedárselas o no, hasta que poco después se arrepintió, pero cuando quiso devolverselas a Matthew, este ya se había ido. Tomó su maletín y las guardó ahí, arreglando algunas cosas antes de empezar la clase.

...

Todos habían rendido su práctica de guitarra perfectamente, pensó en que ahora que él y el pelinegro habían vuelto a Seúl, ya podrían retomar las clases de guitarra. Después de alistar sus cosas se extrañó que Hanbin aún no haya venido a buscarlo, así que decidió ir a su encuentro.

Al llegar, vio que este aún estaba en clase de baile, al parecer, a algunos alumnos no les salía un paso de la coreografía. El mayor se notaba estresado por aquello, cada que uno se equivocaba se giraba a verlo muy serio, casi como si estuviera enojado.

Hao se sorprendió por aquello, nunca ha visto enojado a Hanbin, él siempre sonreía independientemente de la situación, era raro verlo con ese semblante, sin embargo, eso no le molestaba al castaño, de manera inconsciente soltó una sonrisa al verlo así, le gustaba su actitud.

—¿Son novios? —la voz de Taerae sacó al castaño de su trance

—¿Porqué todos creen eso? —preguntó levemente incómodo —somos amigos

—Por la forma en la que lo veías no parecía eso... —sonrió con picardía

—Sólo lo estaba esperando... —rodó los ojos cruzándose con la mirada de Hanbin, quien estaba saliendo de la sala de práctica

—¡Hao! —sonrío inmediatamente al verlo —hola, Taerae

—Hola —le una seña de un corazón al castaño para después despedirse —los dejo solos, chicos, tengo cosas que hacer

—¡Nos vemos! —respondió el pelinegro

Después de salir de la universidad, caminaron tranquilamente por la calle, ya casi no salía, el clima se iba volviendo más frío ya que el otoño estaba en camino.