En el encantador reino del abrazo de la naturaleza, las serpientes se deslizan con gracia, y sus formas sinuosas tejen un ballet de elegancia y misterio. Envueltos en escamas que brillan como joyas iridiscentes, sus cuerpos se convierten en un lienzo pintado con los tonos de la tierra y el cielo. Asi como el Profesor Vogrincic, sus escamas son sus ojos, su forma de ocultarse de mi son sus miradas. A veces pienso que, quizás, me tiene miedo.
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Apenas era Miercoles y mi situación con la puntualidad estaba en picada. Parecía que el día anterior se repetía mientras corría por el pasillo tratando de llegar antes de que sonara la campana.
Tenía el libro que el profesor había pedido el día anterior como tarea pero me preocupaba más no llegar a tiempo. Cuando me doy cuenta, paro en seco al casi chocar con alguien que me doblegaba en altura. Cuando alzo la mirada, lo único que puedo ver son esos ojos azules mirándome con desaprobación.
El casi chocar con el profesor Vogrincic me dejó momentáneamente aturdida, pero cuando comencé a recuperar la compostura, noté que él permanecía en mi camino, aparentemente inflexible. El tenso silencio se extendió entre nosotros y, con una respiración profunda, reuní el coraje para hablar.
-Realmente lamento llegar tarde, profesor- tartamudeé, mis ojos se encontraron con los suyos con una mezcla de disculpa y nerviosismo.
Su expresión permaneció inescrutable, las líneas de su rostro no revelaban nada. Después de un momento que pareció una eternidad, finalmente habló, con voz mesurada y fría.
-La puntualidad es una virtud que no se debe pasar por alto, especialmente los primeros días de clases.
-Lo sé, y me disculpo sinceramente-respondí, intentando transmitir tanto arrepentimiento como la urgencia que había llevado a mi tardanza.
Continuó examinandome con la mirada fija. Siento sus ojos bajar desde mi rostro hasta mi pecho, aparentemente observando el libro entre mis brazos.
-Asegúrese de que no se convierta en un hábito-, comentó escuetamente antes de hacerse a un lado, permitiéndome entrar al salón de clases.
Cuando pasé junto a él, el aire se sintió cargado de una tensión tácita. El breve intercambio me había dejado con una persistente sensación de inquietud. Finalmente llegué al final del pasillo ye acomodé en mi asiento, Maya me sonríe pero no puedo hacer nada más que rodar los ojos y hacerle una expresión de cansancio.
-¿Otra vez?
-Mi teléfono está descompuesto, mi mamá no esta y soy pésima para levantarme, casi me quedo en la cama hoy.
-¿Por qué no te quedas conmigo durante estos dias? Tu mamá lo entendería, lo digo a menos de que quieras un reporte.
-Lo pensaré...
-Hoy exploramos 'El Resplandor', una obra maestra que trasciende el mero horror. ¿Qué simboliza el Hotel Overlook y cómo se aprovecha de los temores de sus habitantes?-El profesor Vorgrincic posó sus ojos escaneando la sala en busca de participantes ansiosos.-Señorita Zoellick-me llamó, elevé la mirada sintiendo a todos sobre mi-, Para que despierte, ¿Podría responder usted a mi pregunta?
Nerviosa, asentí y contesté,-El Overlook parece encarnar los miedos e inseguridades más profundos de los personajes, manifestándose como los fantasmas y horrores que los atormentan. Se convierte en un lienzo para su desmoronamiento psicológico-, le expliqué, sintiendo el peso de su mirada sobre mí.
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Older (Teacher's Pet, versión Enzo Vogrincic)
FanfictionSi la tentación es difícil de contener, entonces hay que ceder.