Los celos mataban a las personas por dentro. Los celos son un arma de doble filo; o los usas para el bien, o cometes un error.
Lo había estado evitando desde aquel día. Desde su pelea, las cosas ya no eran iguales. No más encuentros en la escuela. No más besos a escondidas. Un par de semanas sin eso eran difíciles para ella. Para él, una eternidad infernal sin tener lo que le pertenecía.
Tal vez era inmadura, tal vez tenía la mente de una adolescente, pero no era tonta. Absolutamente cualquier humano se da cuenta de cuando se le está coqueteando, puedes sentirlo, casi como un instinto. Así que quizás lo que comenzó como un deseo fugaz y carnal terminaría siendo desconfianza en el otro. El miedo a perderse y hablar la situación como se amerita.
-¿Irás a mi casa después de clases?-Maya la notaba rara, era su mejor amiga, claramente intentaría sacarle información-, ¿____?
-Si, creo que sí...
-Pero, ¿No tienes tutoría con el profesor Vogrincic hoy? -le recordó, Pero estaban peleados, no se atrevía a pisar el mismo suelo que Enzo, ni aun que le pagaran.
-No me importa, es viernes. No pasará nada si faltó un día.
-¡Qué irresponsable!-se rió-, el profesor Vogrincic estará furioso contigo el lunes.
Hace un par de días, esa frase le hubiera puesto los pelos de punta, Pero hoy, solo la hacia sentirse súperior. Sabía cuánto le molestaba que lo ignoraran, así que lo haría sufrir hasta que le rogara por perdón.
-¿Cómo piensas escabullirte de él?-bromeó Maya.
-Tengo mis planes.
El timbre sonó, anunciando el fin de la jornada escolar y el inicio del fin de semana. Guardó sus cosas con cuidado mientras oía al profesor Jackson despedirse y deseándoles un buen sábado. Miró por el rabillo del ojo, encontrándose con Ben viendola, se levantó de su silla y caminó hasta él:
-Ey, ¿Irás a la casa de Maya está noche?-le preguntó.
Nerviosa, ahora dudando de su anterior decisión, dijo-Si... Creo que sí.
-Puedo ir por ti si quieres, si es que tú mamá no te da permiso.-se ofreció, levantandose de su silla y acompañándola a la salida.
-Me encantaría.
Al salir del salón, fulminó a lo lejos la silueta de cierto hombre. Caminando imponente, con los hombros en alto y con un gesto serio. ____ sostuvo a Ben del brazo y se dió la vuelta, él la miró, dudoso:
-¿Qué hacemos?
-No quiero ir a mi tutoría de hoy... ¿Me ayudas a escaparme del profesor Vogrincic?
Ben rio, Pero asintió al instante en cuanto vio el rostro de susto de su amiga.
Pasó su brazo por los hombros de ella, abrazándola. Caminaron en dirección hacia la salida. Ella no sentía nervios, era más, la adrenalina y el deseo de que fuera vista por Enzo eran exitantes; como el elixir de la vida. Esta era su venganza.
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Por su lado. Enzo se preparaba para ir por ella a su salón, listo para las tutorías y, algo más.
Estaba enojado, enojado de estar peleado con ella, del no haber sido capaz de pedirle perdón al momento del conflicto.
Caminaba rígido por el pasillo, en dirección hacia uno de los últimos salones de clases. Sus pasos seguros se detuvieron a mitad de camino cuando, a un par de metros frente a él, el alumno Barnes abrazaba a su novia con confianza, haciéndola sonreír.
No lo entendió al principio.
¿No iban a juntarse? Se estaba escapando de él y era claro, casi tanto como el agua.
Sin saber qué hacer, se quedó quieto en su lugar, los alumnos pasaban y pasaban por su lado. Hizo las manos puños, apretando con fuerza. Chasqueó la lengua, indignado. Se dió la vuelta camino hacia su oficina otra vez. Más furioso que antes, tomó su teléfono y marco el número de ella, con enojo intentando calmarse.
-el número que ha marcado se encuentra apagado-
Volvió a marcar.
...
-el número que ha marcado se encuentra...
Colgó con fuerza, dejando caer con enojo el teléfono sobre el escritorio.
Se sentó en su silla de forma bruta, suspirando con pesar y pensado en ella, en la forma que el alumno Ben Barnes se atrevió a tocarla. Cómo si fuera de él.
Sabía lo mal que estaba considerar a las personas objetos, ella era todo menos eso, pero, de alguna forma, ¿No era suya? El fue el único en tocarla como algunos otros se la hubieran imaginado, el la había tenido sobre su pecho, desnuda, indefensa.
¿Esta era su forma de vengarse? ¿Poniéndolo celoso?
Enzo se quedó sentado recordando el ver a su novia con ese otro chico. Cada gesto de cariño entre ellos era como un puñal clavándose más profundo en su pecho. Se sentía impotente, como si estuviera perdiendo el control de la situación, de ella.
A pesar de sus intentos por contenerse, una oleada de ira lo invadió al darse cuenta de que quizás estaba perdiendo el control sobre sí. Pero, ¿Cómo podía permitir que alguien más la tocara de esa manera?
Sintió una mezcla de rabia y dolor al imaginarla en los brazos de otro, como si estuviera siendo traicionado una y otra vez.
Se dejó caer pesadamente en su silla, con la mente llena de pensamientos oscuros y la sensación de haber perdido el control sobre la única persona que realmente le importaba. ¿Qué podía hacer ahora para tenerla a solas?
No podía esperar todo el fin de semana. La necesitaba, la necesitaba ahora y con urgencia.
Recordó que durante la semana se había planeado una reunión en casa de cierta alumna, así que, ¿Sería descabellado seguirla a esa reunión y robarle la atención?
¿Qué dirán los demás de ver a su maestro en busca de una alumna un viernes por la noche?
La desesperación se apoderó de él. Incapaz de discernir un curso de acción, permaneció inmóvil, respirando agitadamente. Descansó su frente sobre la mano apoyada en el escritorio mientras emitía un suspiro cargado de pesadez.
Se levantó del escritorio con determinación, tomando su portafolios. Cruzó el pasillo con paso firme, su mente aún atormentada por la imagen de ____ y Barnes juntos. Al salir de la escuela, se detuvo un momento al verla entre su grupo de amigos, con Ben abrazándola mientras compartían risas y conversaciones animadas.
Una sensación de frustración y enojo lo invadió al presenciar esa escena. Apretó la mandíbula con fuerza y rodó los ojos, sintiendo cómo la rabia crecía dentro de él. Con pasos decididos, se dirigió hacia su auto, evitando cualquier contacto visual con ____ y su grupo. Una vez dentro del vehículo, cerró la puerta con un golpe seco, dejando escapar un suspiro cargado de frustración antes de arrancar el motor y alejarse de la escena.
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Older (Teacher's Pet, versión Enzo Vogrincic)
FanfictionSi la tentación es difícil de contener, entonces hay que ceder.