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Enzo tocó la puerta de la casa de ____, sintiendo una mezcla de nervios y determinación. Después de aquella mañana agitada en el parque sin obtener una respuesta fija, tomó la acelerada decisión de ir tras ella. Mientras esperaba, su mente se llenó de pensamientos inquietantes, anticipando escenarios de rechazo que le hacían cuestionar si debía estar allí. No se había sentido tan ansioso desde el día en que la conoció. Finalmente, la puerta se abrió y allí estaba ella, con las mejillas surcadas por lágrimas, los ojos hinchados y la nariz enrojecida. Las lágrimas seguían brotando, incontrolables, reflejando el dolor que la consumía.—¿Qué pasó? —le preguntó, sorprendido al verla así.
—¿Qué haces aquí? No es un buen momento...
—No, dime, ¿qué sucede? —insistió, acercándose a ella y sosteniendo su rostro con delicadeza. Ella, dejándose amar, replicó:
—Enzo, por favor, debes irte. No es un buen momento...
—No me iré. No te dejaré así.
Ella intentó alejarlo, pero ya era demasiado tarde.
—¡Hija!
Un hombre mayor apareció desde el fondo de la casa, llamándola.
—¿Quién es él?
Su padre tenía el descaro de parecer preocupado cuando, hace minutos, le había estado gritando.
—¿Enzo? —la madre de ___ salió a escena, deteniendo a su ex esposo—. ¿Qué hace aquí?
—___, entra a la casa. No hemos terminado de hablar —exigió su padre.
—¡George, no le hables así! —su madre se interpuso entre ellos.
— Estamos conversando, de pronto se echa a llorar y ahora está aquí afuera con un hombre. Mary, ¿no lo ves? ¡Solo tiene dieciocho!
—Enzo, llévatela —murmuró la mujer, dándose la vuelta—. Váyanse, yo resolveré esto.
—Mamá...
Enzo no hizo más que obedecer e intentó llevarse a ___. Mientras se alejaban, se escuchó un sonido fuerte que los preocupó. ___ soltó a Enzo al ver a su madre en el suelo, con su padre gritándole fuera de sí. Justo cuando George iba a tocar a su hija, Enzo se interpuso y lo empujó hacia el pórtico de la casa, protegiéndolas.
—¡No, George, no!
El hombre, mucho más corpulento que Enzo, se abalanzó sobre él, golpeándolo en la cara.
—¡Papá, basta! ¡Déjalo en paz!
Una figura morena interrumpió; Marcus, el novio de su madre. Más alto que todos, llegó y apartó a George de Enzo, tirándolo sobre el césped recién cortado.
Los vecinos no tardaron en salir para socorrer a la familia. La señora Fiona, la vecina de la casa de la derecha, se sentó en el césped junto con ___ y su madre.
—¡Dios mío, es ese hombre otra vez! ¡Barry, llama a la policía!
—¡Ten, cariño!
El esposo de Fiona le acercó su teléfono y se dirigió a Marcus y George, quienes seguían peleando en el patio frontal.
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Older (Teacher's Pet, versión Enzo Vogrincic)
FanfictionSi la tentación es difícil de contener, entonces hay que ceder.