I. Cumpleaños

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- Felíz cumpleaños, amor mío.

Yoona cargó a Taeyong, que extendía sus bracitos hacia él.

Lo acurrucó en su pecho, acomodando sus desordenados cabellitos oscuros y lo besó en la frente, ayudándolo a despertar por completo. No podía creer que su pequeño bebé se estuviera haciendo mayor.

- Te amo mi vida. Eres todo para mí, mi amor.

- Te amo mami

- Yo más mi cielo.

- No ¿Me plepalas un hotcake?

Ella rió y besó su mejilla por última vez, acomodándolo bien en sus brazos. Taeyong era su vida entera y mucho más y siempre haría todo por verlo felíz.

- Si, pero si me abrazas fuerte fuerte.

El niño obedeció, soltando una adorable risita. Y luego su papá Suho apareció, cargando en la espalda a su primo Doyoung , quién había pasado la noche con ellos en una pijamada hecha a petición de Taeyong.

- ¡Taeyongie vamos a juegair a los ponys!

- ¡Vamos!

- ¡Coyeye!

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‧. ₊˚ ⋅♡𓂃 ࣪ ִֶָ☾.

Taeyong se acomodó en el sofá de la casa de su tía Yuri, estremeciendose por el sonido de la lluvia al caer sin piedad en la ciudad. Abrazó su perrito de peluche con fuerza y luego se giró para poder ver por la ventana, esperando que sus papis llegaran pronto para continuar festejandole su cumpleaños número cuatro. Ya se sentía todo un niño mayor.

- Taeyong baja los pies. Estás ensuciando mi sillón.

- Si, peidón.

El niño miró a su tía y obedeció, sacándose rápidamente las botitas que su papi le había puesto en la mañana.

- Tu papá no te ha enseñado a comportarte en casas ajenas ¿Verdad?

- ¿Uhm?

- Pero bueno, mi hermana tiene gustos pésimos. Eres igualito a tu padre en todo.

El niño sonrió porque a él le gustaba parecerse a su papá Suho, aunque su mami Yoona también era linda y tierna. De hecho su tía y su mami se parecían mucho.

- ¿Tía me plepalas un vaso de leche?

La mujer respiró profundo. No lo soportaba, pero él era muy pequeño para comprender la hostilidad y sólo le sonrió y estiró sus bracitos.

- ¡Ya quiero que lleguen mis papitos y mi plimo Doyoungie! Doyo es mi mejoirt amigo. Ojalá quiela jugai a las escondidas otla vez en el jardín. Yo no tengo jardín poique vivo en un depaitamento sin jaidín afuela. - alzó su dedito índice. - ¿A dónde fuelon?

- No, mi hijo no va a jugar contigo en el jardín porque hace frío.
- se acomodó sus oscuros cabellos, sonriéndole con desdén al infante. - Fueron a comprarte tu pastel.

Se suponía que era una sorpresa. Taeyong abrió sus pequeños labios y saltó de felicidad. No se esperaba tener un pastel sorpresa.

- ¿Y de qué es? Quielo que sea de pelitos.

- Si es de perritos. De los dálmatas.

Eso también era una sorpresa, se suponía. Pero ella ya lo había arruinado. Taeyong chilló de felicidad.

- ¡Cállate niño! Qué escándalo.

- Peirdón.

Se chupó el dedo pulgar y volvió a mirar por la ventana. Su carita cambió a una de desesperación cuando la noche cayó y no había rastro del automóvil azul rey en el que las tres personas que adoraba se habían ido. Estaba cansandose de esperar y sus ojitos se cerraban constantemente, lo único que lo despertaba era su mejilla rozando el respaldo del sillón y no supo cómo fue que se quedó dormido, entregándose a su dulce mundo de sueños felices.

Despertó otra vez debido al inconfundible ruido de vidrios rompiéndose y gritos desgarradores que aceleraron su pequeño corazón. Tembló, poniéndose de pie con sus cortas piernas temblorosas yendo en dirección a la cocina para buscar a su tía y saber qué ocurría.

- Tía. Tía bonita ¿Qué pasó? ¿Poi qué lloras?

La mujer tenía sangre en las manos, lo cual lo asustó mucho. Sus ojitos derramaron lágrimas mientras se abrazaba a su peluche, aterrado. Ella lo escaneó sin dejar de llorar, perdida en su sufrimiento.

- Tía, quielo a mis papis. Pofavoit.

- Ellos ya no van a venir por ti. - Taeyong frunció sus diminutas cejitas. - Están muertos maldito mocoso ¡Por tu culpa!

- ¡NO TÍA! ¡MAMI! ¡PAPI! ¡POFAVOIT!

Taeyong sollozó, intentando huir de ahí. Yuri lo detuvo del brazo, apretandolo hasta hacerle daño.

- ¡ES TU CULPA! ¡SE MURIERON PORQUE QUERÍAN TRAERTE UN PASTEL! ¡TIENES LA CULPA!

El pequeño se privó en llanto, negando con la cabecita con dificultad. Cuando recuperó el aliento pataleó mientras gritaba en búsqueda de auxilio. Quería a su mami. No entendía nada.

- ¡CÁLLATE!

La mujer lo tiró al suelo con facilidad, cerrando las manos en puños para darle al bebé una buena golpiza. Se detuvo solamente al verlo llorar sin fuerzas y cuando el niño se removió de manera extraña se detuvo.

- ¿Taeyong?

Creyó que lo había matado y lo tomó en brazos, moviéndolo torpemente hasta que él abrió débilmente sus pequeños ojitos. Suspiró de alivio y lo abrazó contra su pecho, dándole mimitos en su cara terriblemente golpeada.

- Perdóname mi vida. Perdóname mi bebé ¿Me perdonas? No quería pegarte Taeyongie. Perdóname bebé hermoso yo te amo ¿Me perdonas? No volverá a pasar.

El bebé hipó, asintiendo. Su cuellito también le dolía y lloró de nuevo, esta vez siendo consolado por la mujer. Estiró su bracito para poder abrazar su perrito de peluche que ahora se encontraba manchado de sangre.




Angel Baby - Jaeyong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora