XXI. Abrazo

267 34 11
                                    

– ¿Ya nos vamos a la escuela? ¿Si me van a llevar verdad? Me gusta que mi papá nos acompañe. Mis amigos dicen que nos parecemos mucho, que estaré igual de alto que él.

Jihyo tomó la cara de Jaehyun para besarle la frente y asintió con una sonrisa.

– Si mi niño. Ya casi está listo el desayuno. Y si, te pareces a papá pero también a mí ¿Eh?

– Qué bueno mami, porque tú eres muy bonita ¿Y mi papá por qué se fue a dormir conmigo?

– Dijo que quería dormir contigo porque eres su bebé.

Jae se encogió de hombros y sonrió, creyendo la mentira de su mami. Le había gustado dormir con su papi porque lo extrañaba mucho.

– Ve a decirle a Taeyong que el desayuno ya está listo. Que traiga sus cosas para llevarlo a la escuela. Por favor.

– Si mami. Quiero que el Bubu vuelva a dormir conmigo. ¿Crees que quiera? Es que cuando duerme es bien bonito y lo extraño mucho.

– Hoy le decimos ¿Si?

Jaehyun asintió y se fue de ahí, apresurado por traer a su hermanito. Jihyo suspiró y regresó la mirada al sartén con huevos revueltos con jamón para comenzar a servir los cuatro platos. El señor Jung aún no se había levantado, o eso creía ella hasta que sintió como él le besaba el hombro con cariño.

– Lo siento mucho, Jihyo. – dijo él al notar la clara indiferencia de la mujer hacia su persona. Se sentía sumamente avergonzado y arrepentido por sus actitudes.  – Sé que estoy siendo muy injusto.

– Injusto y muy cruel.

– Ayer que fui con Jaehyun y lo ví dormir creo que entendí tu punto. Te entendí, Hyo. Y lamento no haber sido comprensivo y mejor persona desde el principio. – el hombre tomó una pausa para besarle la mejilla y ordenar un poco sus ideas. – No tenemos la vida comprada. Ninguno de nosotros. Pensé en lo que Taeyong siempre habla de su mami. Siempre intenta meterla a la conversación, dice que le hacía cosquillitas fuertes, que lo abrazaba y que dormía junto a sus papás. Dice que se parecía mucho a su papá.

Hyo asintió, poniéndose triste.

– Creo que lo hace porque le da miedo olvidarse de ellos. – añadió ella, sintiendo un nudo formarse en su garganta. – Su vida era muy felíz.

– Y Jaehyun siempre le habla de ellos. Me dijo que siempre hace que Taeyong le cuente de sus papás para que no los olvide. Pero ¿Tú crees que de verdad los recuerda?

La mujer negó con la cabeza, sintiéndose sumamente triste. Tae los recordaba a duras penas, únicamente detalles importantes al azar.

– Es muy chiquito para acordarse de las cosas. Yo me olvidé de la voz de mi mamá un año después de que falleció.

– He sido... Muy cruel. Lo siento mucho, amor.

– ¿Lo lamentas de verdad?

– He estado obsesionado con lo que quiero para nosotros tres. Toda mi vida me he dedicado a pensar en ello, desde que mi niño nació. Y ayer mientras lo veía durmiendo felíz y seguro, me di cuenta de que eso es lo que en verdad importa, que nuestro hijo descanse así. Y es lo que quieres darle a Taeyong. Lo que Yuri debería darle y que cualquier niño en el mundo debería tener.

Hyo asintió, mirándolo a los ojos conmovida. Él le besó la frente y luego la nariz, llegando a sus labios que besó con anhelo.

– Puedo apoyarte con algo para él. Pero amor, tengo que pagar el alquiler de allá, la mensualidad del pago de este departamento, mi seguro médico, el seguro de ustedes, la mensualidad de la escuela de Jaehyun. Los pagos de la comida, de las compras de lo que necesitan. – Hyo asintió, comprensiva. – Y nuestra casa. Nosotros nos conocimos, nos casamos en hicimos nuestra vida en Chicago. Si por mí fuera... Todo sería más fácil si los llevara a los dos conmigo. Amor, nuestro plan era vivir en Chicago a partir de diciembre de este año.

Angel Baby - Jaeyong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora