𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ↻ gilbert blythe © [+18]

18.- 𝗣𝗨𝗡𝗜𝗦𝗛𝗠𝗘𝗡𝗧

•A Gilbert enserio le gusta el sexo rudo y crudo.

•Hay charla sucia con palabras sugerentes (consensuado).

Nunca imaginaste ver esa faceta de Gilbert mientras te follaba, era dolorosamente placentero, sentir como te golpeaba con sus fuertes embestidas y como jalaba tu cabello para que arquearas la espalda levantando más tu trasero, habías hecho algo que no le pareció y eso había causado un gran sentimiento de ira y ganas de joderte.

Resulta que todo el día te la habías pasado coqueteando con Billy Andrews cuando estaban preparando los escenarios de la pantomima navideña, a la perspectiva de Gilbert eso parecías, pero la realidad era que lo estabas ayudando a aprenderse sus líneas porque se le dificultaba un poco, no te habías ofrecido por cuenta propia, sino a petición de Rachel Lynde, al principio no querías pero terminaste aceptando al ver que al rubio realmente le costaba. No ibas a negarlo, pasaste un agradable rato con él, descubriste que a pesar de ser un gran brabucón era un buen chico y te pareció tierno al ver como se sonrojaba cada que se equivocaba, aunque no pasaste por desapercibido que sentías una mira extraña y pesada a lo lejos, descubriste que era la de tu novio mirándote con el entrecejo fruncido, te pareció raro pero aún así le sonreíste.

Así que ahora estabas recibiendo un castigo injustamente, pero nunca te atreverías a decir en voz alta y menos enfrente del ojiverde que te gustaba, sentías como sus bolas golpeteaban levemente tu clítoris mientras su falo grande y lleno de venas te llenaba repetidas veces, golpeando los puntos exactos causándote un gran placer.

—Dios, no puedo dejarte sola porque te vas con el primero que se te ponga en frente —sus manos se posicionaron en tus caderas sujetándote fuertemente para acercarte más él. El erótico sonido de sus intimidades chocando gracias a tu lubricación era endemoniadamente excitante—. Dime a quién perteneces —sus embestidas pasaron de ser rápidas a lentas pero profundas, tomó un puñado de tu cabello dorado casi tarándole al rubio haciendo que te levantaras y pegaras tu espalda a su pecho, seguía embistiéndote por atrás más calmadamente —. Te di una maldita orden, contesta —su voz salió ronca debido a lo enojado que estaba.

—A-ah ti —tu voz salió en un susurro, tú mente estaba en blanco, todo tu cuerpo estaba sensible y se te dificultaba pronunciar una palabra que no fuera más que su nombre, recibiste una embestida lo suficientemente fuerte para que temblaras y te apoyaras en Gilbert, tomaste eso como una indicación para que lo dijeras más fuerte—. ¡Tuya, Gilbert! ¡Toda tuya!

Volvió a empujarte hacía el colchón de su cama y seguir follándote, tomó la base de su miembro y salió de ti, te volteó quedando así frente a frente, escupió en tu coño y con su polla comenzó a esparcir su saliva por todos tus pliegues, bromeó contigo un rato antes de introducirse de una sola estocada en ti y hacerte gritar, llevó su mano a tu cuello y comenzó a apretar mientras te embestía fuertemente, escuchabas la cama chocar con fuerza en la pared, tus piernas se enredaron en su cintura baja y su boca atrapó uno de tus pezones mordisqueándolo para luego chuparlo y después soltarlo, tus gemidos y jadeos resonaban por toda la habitación y el golpeteo de sus anatomías se volvía más intenso.

—Te vas a correr cuando yo te lo diga, ¿Entendiste? —soltaste un gemido entrecortado y asentiste, su boca subió a tu cuello y comenzó a dejar chupetones y mordidas en tus clavículas, una de sus manos bajó hacía tu clítoris y comenzó a frotarlo haciéndote delirar, sentías las lágrimas escurrir por tus ojos reteniendo todo lo posible tu orgasmo que no tardaría en llegar, sus embestidas comenzaban a hacerse irregulares y sus jadeos comenzaban a ser más sonoros.

—Por favor, Gilbert... —sollozaste patéticamente—. Ya no aguanto —soltó una risita burlona y siguió embistiéndote cada vez con más fuerza.

—¿Qué no puedes? Vamos se una buena puta, puedes resistirlo —sus palabras a pesar de ser ofensivas lograron todo lo contrario en ti, con la poca fuerza que te quedaba conseguiste aguantar un poco más―. Vamos, hermosa, córrete para mi, ¡Córrete sobre mi polla!

Sintió como tus paredes se apretaban a su miembro aún dentro de ti, viendo como todo tu cuerpo temblaba llegando a tu orgasmo, viniéndote con un fuerte gemido que llevaba su nombre, rápidamente salió de ti y con su mano comenzó a frotarse tratando de alcanzar su clímax, finalmente se corrió, soltando chorros de gruesas cuerdas de semen salpicando todo tu estomago y senos, llevaste tus manos a tu abdomen y recogiste un poco de su semen llevándotelo a la boca y saboreándolo, mirándolo directamente a los ojos, eso hizo que se mordiera el labio y que un hormigueo recorriera todo su cuerpo.

Volvió a excitarse.

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01/02/2024

Este one shot fue anteriormente publicado en 2022.