𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ↻ gilbert blythe © [+18]

17.- 𝗠𝗢𝗥𝗡𝗜𝗚𝗡 𝗦𝗘𝗫

•Basado en la actualidad.

•Gilbert es demasiado rudo y le gusta hablar sucio, (también puede que haya un poco de sexo anal).

Realmente lo primero que Gilbert Blythe hace al despertar por las mañanas es follar contigo. Le encanta ver como tu cuerpo se mueve por instinto a sus provocaciones matutinas, todavía un poco dormida pero mojada a más no poder mientras su polla te hace añicos.

Tus muslos descubiertos uno a cada lado de la cadera de tu novio, tus senos desnudos rebotando cada que recibías una estocada por parte de Gilbert, tus manos utilizaban como soporte su abdomen mientras saltabas recibiendo todo el placer. El ruloso miraba maravillado la escena que tenía enfrente, sus ojos no se apartaban de tus pechos, tratando de vez en cuando capturar uno de ellos para apretujarlo jugando con ellos; le encantaba verte jadear cuando sus dedos tocaban tu pezón retorciéndolo, amaba como tu piel se coloreaba de rojo dejando la marce de su mano cuando te abofeteaba.

—Eso es, ¡Destruye mi polla! —gritó, sus manos se posaron en tu trasero enterrando sus dedos y uñas en tus nalgas, ayudándote a montarlo con más fuerza y rapidez—.Oh Dios, te ves tan bonita con las mejillas sonrojadas, ¿Quiere que te joda? —preguntó con la voz ronca, una de sus manos apretaba rigurosamente tu cuello, haciendo un bonito collar, asentiste a sus palabras―. Necesito que lo digas, princesa, no haré nada si tu no lo dices.

—Por favor, Gilbert —gemiste cuando sentiste su polla golpear tu punto dulce—. Necesito que me folles, por favor... —sollozaste patéticamente, sonrío mientras soltaba tu cuello y llevaba sus dedos índice y medio a tu boca.

—Chupa —ordenó, lamiste sus dedos ahuecando tus mejillas, haciendo exactamente lo mismo cuando le hacías una mamada, sacó sus dedos de tu boca ocasionando que se produjera un pequeño "pop" y un hilo de saliva, dirigió sus dedos hasta llegar a tu trasero, estimuló por un rato tu entrada anal, dilatando lo suficiente para que su dedo medio pudiera entrar en ti, tu cuerpo se elevó más hacía arriba pegando tus pechos en su cara—. Hey, tranquila. Ya sabes como sobrellevarlo —levantó un poco su rostro alcanzando tus labios para besarte y calmar tus gemidos cuando bajaste tu mirada. Volvió a atrapar uno de tus pechos en su boca y comenzó a succionarlo.

Su otra mano que sostenía tu cadera se dirigió hacia tu clítoris, masajeándolo tratando de alejar el sentimiento de incomodidad alrededor de tu trasero, una vez ya acostumbrada al nuevo invasor, moviste tus caderas en señal de que podía continuar, su cadera se alzó embistiéndote nuevamente por debajo, su dedo medio comenzó a moverse entrando y saliendo de tu ano, tus gemidos y jadeos habían aumentado haciendo que sonaran por casi todo el departamento, logrando, tal vez, despertar a sus vecinos.

—Joder —su voz salió más ronca de lo normal, saliendo de ti por ambas entradas, los volteó quedando él arriba de ti, se agachó un poco atrapando tu seno izquierdo mordisqueando tu pezón para soltarlo y luego lamerlo haciendo lo mismo con el otro. Tomó la base de su miembro escupiendo en tu entrada y con la punta de su pene comenzó a esparcir alrededor de tus pliegues, se burló de ti como lo había hecho muchas veces antes de introducirse de una sola embestida sacándote un fuerte gemido casi pornográfico.

Tu espalda se arqueó cuando sus dedos se unieron a sus embestidas acariciando tu clítoris, moviendo su mano a la velocidad exacta para hacerte llegar, sus ojos viajaron por todo tu cuerpo, parando en tus pechos donde se encontraban tus manos apretándolos, sujetó tu cadera elevándola haciendo que clavaras las puntas de tus pies en el colchón, sus caderas chocando con las tuyas y sus bolas golpeteando tu trasero repetidas veces, bastaron unas tres embestidas más para que él se corriera saliendo justo a tiempo de ti, tirando gruesas cuerdas de semen en tu torso, salpicando deliciosamente tus tetas.

Llevaste tus manos hacia el charco blanquecino transparente de semen esparciéndolo por tus senos y llevándote a la boca tus dedos con los residuos de su corrida saboreando su sabor dulce, sonrió bajando de la cama encaminándose al baño, salió unos minutos después de que se limpiara con papel de baño y toallitas húmedas dispuesto a limpiarte, una vez hecho eso, regresó al baño a tirar la basura y volvió contigo descansando a un lado tuyo y acercándote a su cuerpo besando tu cabello, miró al techo con una sonrisa.

Sin duda, el sexo mañanero es el que más disfruta.

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01/02/2024

Este one shot fue anteriormente publicado en 2022.