DONDE LOS DESTINOS SE SEPARAN
En un balde verde y viejo, alejado de la fogata, reposaba parte de los peces que Amy y Andrea habían pescado la tarde de ayer. Muchos de ellos estaban llenos de barro. Alguien había golpeado el balde por accidente durante el disturbio con los caminantes y estos se habían ensuciado. Algunos incluso estaban aplastados por la zuela de una zapatilla.
Con cuidado habíamos recogido cada grande o pequeño pedazo del piso, lo volvimos a su contendor y nos preparábamos para limpiarlos y luego fritarlos.
Mi boca se hacía agua y mis tripas rugían al pensar en la cena de hoy.
-Gema.
Giré mi rostro ante la voz que me llamaba, era Morales.
-Me ayudarías con esto. -hizo una seña hacia donde estaba ubicada la tienda de su familia.
Volví mi mirada hacia el contendor en mis piernas donde iba a ayudar a lavar los peces. Carmen, su mujer, debió reconocer mi cara de duda porque con una suave sonrisa dijo que ella podía encargarse con Lori y Teresa.
Luego de asentir me levanté del tronco y acompañé a Morales.
Un par de reposeras revolcadas, tiendas para dormir, ropa y libros, permanecían intactos a cada lado del camino a su tienda.
-¿Qué opinas del CDC? -preguntó desviando mi atención.
Dando un suspiro contesté.
-Pues lo mismo que Shane, no tenemos garantía en ninguna de las dos locaciones. Pero en el CDC tenemos la posibilidad de curar a Jim o incluso ser de los primeros grupos de prueba para alguna vacuna.
-Si es que hay alguna vacuna. -contestó.
-Si es que hay alguna vacuna. -repetí asintiendo.
El silencio siguió hasta llegar a su tienda, necesitaba ayuda para desatar los nudos que hizo en el árbol para que el toldo que los cubría del sol no se volara.
Pisando su mano me impulso para arriba. Una vez sentada en la rama más gruesa, volvió a hablar.
-¿Y si ya no hay CDC?
-Supongo que buscaremos un refugio, más gasolina y pegaremos la vuelta al Fuerte Benning. -En mi voz se notaba el esfuerzo. Mis uñas se habían roto con la excavación de la mañana, lo que hacía más difícil desatar un nudo.
-¿Sabés dónde está el CDC Gema?
Negué con mi cabeza y el continuó.
-Está en plena ciudad. -mi mirada se dirigió a él- Bueno, no en el medio de ésta, pero tampoco muy lejos. Un par de kilómetros tomando la avenida más grande. La cosa es que no creo que sea una ciudad exenta de caminantes y encontrar un refugio será muy riesgoso.
-Pero puede estar el cordón militar o algún refugio en pie ¿no crees?
-Si es que el Centro sigue existiendo. Shane tiene razón, ha pasado mucho tiempo. ¿Cuánto crees que puedan haber resistido?
Una de las cuerdas se soltó de mis manos, pero Morales no hizo el intento de agarrarla, su mirada se había enfocado en el piso de tierra.
-Carmen y yo decidimos no ir con ustedes.
-¿Qué?
-Nos iremos con los niños a Birmingham. Tenemos familia allí, así que tenemos la esperanza de que aún estén a salvo en algún lugar.
ESTÁS LEYENDO
JARDÍN DE AMAPOLAS (Daryl Dixon)
ActionUno pensaría que con el paso de los días el golpe de los eventos desafortunados disminuiría o, por lo menos, el tiempo los desdibujaría. Sin embargo, este parece haber marcado con trazo más duro el curso del mismo. Que la salida del sol no los enga...