JARDÍN DE AMAPOLAS (Daryl Dixon)

CAPÍTULO III: VITALIDADES (Pt. 1)

VITALIDADES (Pt. 1)

-Es mejor no mortificarse por eso -escuché decir a Morales en el asiento del copiloto al lado de Rick- Aunque Merle quedó allá nadie estará triste si no vuelve, menos cuando les contemos de su pequeño y violento golpe de estado.

- Excepto quizás Daryl -dije desde la abertura entre ambos asientos.

La mirada de Rick se desprendió por unos segundos de la carretera para mirarme.

-¿Daryl? -preguntó confundido.
-Su hermano -expliqué brevemente.

Merle y Daryl Dixon eran de los integrantes más problemáticos del grupo, pero por alguna extraña razón se negaban a abandonarlo. Tenía la sospecha que, entre varios de los posibles motivos, Merle no solo disfrutaba de hacer insinuaciones indecorosas a la población femenina soltera del lugar tanto como negarse a hacer tareas que consideraba "exclusivamente para hembras" pero, también, si se iba esto supondría una derrota a su hombría. Un grupo de negros, latinos, maricas y mujeres habrían conseguido hastiarlo hasta vencerlo.

Por otro lado, aunque su hermano menor Daryl también era bastante vulgar para hablar o pedir las cosas, presentaba una personalidad bastante más tímida e introvertida que su hermano Merle. Incluso, muchas veces, le había dado un pequeño golpe en la cabeza a este para que dejara de decir groserías cuando nos encontraba a Amy, Andrea, a Jaqui y a mí lavando la ropa cerca del lago.

De manera sutil me había percatado que siempre buscaba alejarlo de nosotras, pero sin ponerse a su hermano en contra. Y cuando la personalidad de Merle sobrepasaba incluso a Daryl, este se internaba en el bosque por unos cuantos días con su ballesta para cazar. Más de una vez conejos y ardillas habían aparecido cerca de la cocina improvisada, aunque jamás dijo explícitamente que eran para nosotros tampoco los reclamó de regreso.

En los días que Daryl se iba a cazar, y que coincidía con discusiones previas entre los hermanos, Merle se encontraba incluso más irascible y vulgar que nunca. Cuando Shane, ya cansando, le preguntó si actuaba así porque estaba preocupado por Daryl este no solo casi le da un puñetazo, sino que, después de una risa irónica alegó que se alegraba que ese marica no estuviera detrás de su trasero todo el día. Sin embargo, en ciertas oportunidades lo pillé mirando a la entrada del bosque en distintos momentos del día, y cuando nada aparecía su irritabilidad sí. 

Para cuando Daryl volvía la presencia de Merle se había convertido en indiferente para la mayoría del campamento, hasta que batía su propio récord y la historia volvía a comenzar.  

La incesante alarma del auto rojo que manejaba Glenn pasó a nuestro lado a toda velocidad, logrando desviar momentáneamente la atención de nuestra conversación.

-Al menos alguien la está pasando bien -dije alejándome de ellos para volver a mi lugar en el suelo del camión.

Desconocía el nombre exacto de la ruta por donde nos estábamos dirigiendo, pero las montañas aparecían cada vez más nítidas a mi vista, por lo cual debíamos estar cerca de llegar al campamento que habíamos instalado hace ya casi dos meses.

La mañana de hoy no había sido nada fácil, incluso desde que todo comenzó no habíamos tenido otra situación similar a ésta. Por un lado, me alegraba que casi todos hubiéramos salido ilesos, pero este día me hizo pensar si no era mejor terminar con todo esto de una buena vez. Me refiero a que ¿hasta cuándo vamos a poder seguir así? Hoy fuimos simplemente por más recursos y todo se transformó en un desastre. 

¿Cuánto tiempo más podemos esquivar y detener el curso trágico de esta realidad? 

No podíamos.

Quizás lo de hoy fue un presagio.