Capítulo X.I Recuerdos

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- 《Pasajeros con destino a Atlanta Georgia, favor de abordar por la puert...》

- Hija, ya están anunciando tu vuelo. -interrumpió mi madre a la señorita en el altavoz- Será mejor que vayas, nunca sabes si puede ocurrir algún imprevisto y termines perdiéndolo. Aunque no estaría mal que te quedes aquí con nosotros. -dijo con voz melancólica al final.

- Mami, serán a lo mucho no más de dos semanas, todo va a salir bien. -intenté tranquilizarla- Llevo meses esperando por este viaje, pero quiero irme sabiendo que ustedes van a estar bien aquí. -comenté sosteniendo sus manos

- Nosotros vamos a estar bien hija -respondió mi padre con un sollozo ahogado- eres tú la que nos preocupa, yendo sola a un país tan grande y tan lejano. ¿Qué vas hacer si sucede algo?

- Voy a estar bien, además no se olviden que voy a estar todo el tiempo rodeada de los mejores profesionales en el área de seguridad, seria demasiada mala suerte que algo sucediera con ellos a mi alrededor -bromeé con la esperanza de que eso disminuyera su preocupación.

- De acuerdo, aun así como padres nunca vamos a dejar de preocuparnos por ti. -dijo poniendo su mano suavemente sobre mi mejilla- No te olvides de llamar cada día, no importa la hora que sea, no te preocupes por el cambio de horario, necesitamos saber cómo estás ¿sí? -ordenó mi madre.

- Si mamá eso haré. -dije rodando sutilmente mis ojos- Cuídense en el camino de vuelta, y denle mis saludos a Franco. Es una lástima que no haya podido venir a despedirme, pero espero que podamos vernos cuando regrese en el aeropuerto. -me despedí de ellos dándole un abrazo a cada uno- Los quiero.

- Nosotros igual, cuídate mucho por favor. Te estaremos esperando junto a tu hermano para cuando vuelvas, te queremos cielo. -dijo mi madre entre lágrimas que intentaban ser reprimidas.

- Adiós hija, se responsable, -comentó mi padre con su voz quebrada- es fácil olvidarse quien es uno cuando se está lejos. Pero estamos muy orgullosos de ti, y lo lejos que estás llegando. Te quiero. 

En un intento de no romper en llanto en frente de ellos, y generarles más angustia, me despedí con un movimiento de manos y me adentré en la plataforma para abordar mi vuelo.


•••


Luego de más de 10 horas de viaje y una escala de por medio, llegué de madrugada al Aeropuerto Internacional de Atlanta.
Una vez que pude recoger mi maleta me dirigí a la salida de la plataforma. Entre tanta gente en la puerta de salida, pude observar una chica pelirroja con un pequeño cartel en sus manos donde se leía "Bienvenidos a Atlanta, cede del IV Congreso de medicina forense y tecnología criminal"
Me causó gracia la manera en que la chica sostenía el cartel, parecía que era su primera vez y que esto le causaba demasiada vergüenza, debido a como sus ojos se movían de un lado a otro con incomodidad. Me dirigí hacia ella sonriendo.

- Hola, me llamo Gema Viela -me presenté con un apretón de manos y luego señalé al cartel que se encontraba en una de ellas- reservé un lugar para asistir al Congreso.

- Un gusto, me llamo Stephanie, estoy encargada de tu recepción y de llevarte al hotel donde se hospedarán. -me dijo con voz suave tras devolverme el apretón- En este vuelvo no vienen más estudiantes, así que te llevaré al hotel para que descanses y salgas más tarde a recorrer un poco la ciudad si lo deseas.

- De acuerdo, vamos.

Con mi valija en mi mano izquierda, y mi bolso sobre mi hombro derecho, Stephanie me condujo por todo el aeropuerto. Realmente era enorme, dentro mío agradecía que alguien hubiera venido a recibirme o me hubiese extraviado apenas salir.

JARDÍN DE AMAPOLAS (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora