Capítulo 30: Dolor

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Un apuesto joven de cabello alborotado conducía a toda velocidad un auto, mientras platicaba por su celular que estaba en altavoz.

Bien joven Son, ahora mismo me encargo de lo que me pidió, escucho.

¡Gracias! respondió el joven de cabello alborotado, mientras pensaba: Ya tengo un lugar para que Milk y su mascota vivan, solo me faltaría ver lo del trabajo.

Departamento de Black y Milk:

Un joven de mirada fría, soltaba un portafolio al escuchar el sonido de una puerta.

¡Milk! pronunció Black, echando a correr, hacia la sala del lugar, en dónde busco rápidamente con la mirada a su pareja. Desobedeció mis órdenes nuevamente, agrego, mientras abría furioso la puerta del departamento, al hacerlo, encontró a la pelinegra a punto de entrar al ascensor, llevando con su cadenita de paseo a su mascota. ¿Qué pretendes hacer?, expreso con firmeza el joven de mirada fría, haciendo que la pelinegra se quede estática, pero sin girar a verlo.

¡Black! pensó Milk, al tiempo sentía un frio recorrer su cuerpo, el cuál a los pocos segundos empezó a temblar, mientras que el joven de mirada fría se acercaba a ella.

¿A dónde crees que vas?, dijo con firmeza Black tomándola del brazo.

Yo...yo....

Te hice una pregunta, añadió con firmeza el joven de mirada fría, haciendo que el perro empezará a ladrarle. Cállate maldito perro, agrego con rabia.

Toby, cálmate, cálmate, decía Milk con voz temblorosa, al tiempo que su celular empezó a timbrar.

Cogiste el celular, expreso con rabia Black, mientras la pelinegra intento abordar el ascensor, pero el joven de mirada fría se lo impidió, jalándola con brusquedad, haciéndola caer al piso, acción, que hizo que el perro, se lanzara sobre él.

No Toby, no, dijo Milk, mientras su celular volvía a sonar, y los vecinos que vivían en otros departamentos del mismo piso, empezaron a salir de sus departamentos, entre ellos Jiren.

Perro malagradecido, pronunció Black, dándole una patada al perrito, haciendo que este se golpeara contra la pared y empezara a quejarse del dolor.

¡Toby! expreso la pelinegra, mientras tomaba a su perrito en sus brazos.

¿Qué estás haciendo Black?, dijo con firmeza Jiren, mientras sus vecinos empezaban a murmurar entre ellos.

¡Qué quieren! Chismosos, este es un asunto de pareja, agrego el joven de mirada fría con firmeza.

Te equivocas, cuando hay agresión, no solo es un asunto de pareja, dijo Jiren, mientras el celular de la pelinegra seguía sonando, acción, que hizo que la joven reaccionara, se pusiera de pie, y con su perrito en brazos abordara el ascensor.

Milk, no te atrevas, pronunció Black al ver a la joven dentro del ascensor.

Ya no puedo más, ya no, ya no, dijo Milk, dejando caer varias lágrimas al piso, mientras cerraba la puerta del ascensor.

¿A dónde crees que vas?, agrego el joven de mirada profunda, intentando abrir el ascensor, incrementando el sollozo de la joven.

La perdiste, acéptalo, decía Jiren, sujetándolo de los brazos.

Yo nunca pierdo nada, pronunció furioso Black, mientras las puertas del ascensor se cerraban.

Black decidió bajar por las escaleras, al tiempo que marcaba un número de celular.

Dígame señor, escucho.

No permitas que mi mujer salga, pronunció con firmeza.

¿Qué?, escucho.

ROMPIENDO CADENASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora