Capítulo 47: Una noticia que desata la impulsividad

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(Últimos capítulos)

Un par de pelinegros se encontraban a bordo de un tren, profundamente dormidos, con sus cabezas una junto a la otra y sus manos entrelazadas, retornando a la Capital Central, luego de recibir juntos la Navidad.

Tras algunas horas de viaje el sonido del tren despertó a uno de ellos, que abrió lentamente sus ojos.

Ya llegamos, pensó Gokú, mientras miraba con dulzura a la joven que estaba junto a él, ahora con su cabeza sobre su hombro. Muñequita bella, despierta, expreso el joven de mirada cálida, mientras acariciaba con una de sus manos el rostro de la joven.

¡Gokú! pronunció la pelinegra, mientras abría lentamente sus ojos.

Sí, soy yo, contesto el apuesto joven, dándole un beso en la mejilla, al tiempo que agregaba: Ya llegamos.

En tanto: "Capital Oeste"

Un joven de mirada fría miraba con detenimiento un arma que estaba sobre una mesa, en la entrada de unos servicios higiénicos.

¿Qué haces aquí hijo?, ven a despedirte de tus tíos, ya nos vamos, escucho.

¿Quién será el irresponsable que dejo esto aquí?, pensó Black, sacando un pañuelo del bolsillo de su pantalón, para tomar el arma. Está cargada, dijo en voz baja.

Hijo, ¿acaso algo te cayó mal?, escucho.

No papá, ahora voy, respondió Black, mirando hacia el lugar, buscando alguna cámara que pudiera estarle grabando. No hay nada, además tampoco parece haber nadie más aquí, entonces puedo llevármelo conmigo, me podría ser útil, si me podría ser útil para darle un buen susto a ese infeliz, si es que sigue empeñado en estar cerca de mi mujer, pensó, mientras envolvía el arma en un pañuelo y salía del lugar.

Tras algunos minutos Black se despedía de sus familiares, y junto a sus padres abandono el lugar.

En tanto:

¿Dónde lo deje?, decía un hombre de uniforme, tras llegar a una mesa.

¿Qué sucede?, pronunció otro uniformado.

El arma, contesto en tono preocupado el hombre.

¿El arma?, dijo igual de preocupado el otro hombre, haciendo una pausa para agregar: ¿No fuiste a los servicios antes de venir a la mesa?

Sí, es cierto, allí la deje sobre una mesa, mientras me acomodaba el cinturón....

Pues ve por ella, expreso el otro uniformada.

Sí, contesto.

Tras algunos minutos, el uniformado que había perdido el arma volvió al lugar.

¿Qué paso?, dijo el otro hombre.

No está, contesto preocupado el hombre que perdió el arma.

Hablemos con el encargado del restaurante y notifiquemos la pérdida del arma....

Auto:

Pero porque la prisa hijo, pensamos que te quedarías hasta recibir el nuevo año con nosotros, decía la madre de Black.

No puedo hacer ello madre, tengo trabajo mañana, por ello debo partir hoy así llegue de madrugada,....

Capital Central:

Una pelinegra platicaba por celular, mientras iba a bordo de un taxi junto a su novio.

Ya Milk, cuéntanos, escucho.

ROMPIENDO CADENASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora