EPÍLOGO

106 12 14
                                    

Un apuesto joven de cabello alborotado, se encontraba sentado en un auditorio junto a un pequeño niño de aproximadamente 1 año, a quien tenía sentado sobre sus piernas, junto a él se encontraba un gigantesco hombre, quien pañuelo en mano se secaba las lágrimas de la emoción que sentía al ver a su hija, recibir su diploma que la reconocía como arquitecta, atrás de ellos estaban los amigos de Milk y de Gokú, quienes aplaudían a radiar al ver a la pelinegra sonreír para la foto del recuerdo.

Llegamos a tiempo, escucho Gokú.

Padres, expreso el apuesto joven, al ver a sus progenitores.

Abu..e...los, decía balbuceando el pequeño niño.

Mi hermoso Gohan, expreso Gine, tomando a su nieto en sus brazos, mientras su hijo sonreía.

Cada día se vuelve más bello mi nieto, pronunció Bardock, haciendo una pausa para decir mirando a su suegro: Ya tengo todo listo para emprender nuestro sueño.

Yo también, contesto el señor Ox, mientras su hija se acercaba al lugar donde estaba su familia.

Mi amor, ¡felicitaciones! decía Gokú abrazándola.

¡Gracias! no lo hubiera logrado sin tu apoyo, respondió Milk, mirándolo dulcemente.

¡Disculpen los interrumpamos! pero también queremos felicitarte amiga, decía Bulma, mientras una rubia asentía al igual que los novios de ambas.

¡Gracias! ¡Gracias chicos! pronunció Milk.

¡Felicidades hija! dijo Gine.

¡Gracias señora Gine! expreso la pelinegra, mientras le daba un beso en la mejilla a su pequeño, que su suegra tenía en sus brazos.

Tu mamita lo logro Gohan, dijo Milk con dulzura, mientras el pequeñín sonreía.

Así es hija, lo has logrado con mucho esfuerzo y sacrificio, sin descuidar a tu hijo, a tu marido, a ti, lo has logrado, no imaginas lo orgulloso me siento de tener una nuera como tú, pronunció Bardock abrazando a la pelinegra.

¡Gracias por sus palabras! respondió la joven.

Mi sucesora, la sucesora de mi sueño, que en unos días se convertirá en realidad, dijo el señor Ox, abrazando a la pelinegra, bajo la mirada emocionada de Gokú.

Esto hay que festejarlo, dijo Bulma.

Claro que hay festejarlo, yo invito la comida, pronunció Vegueta.

Y nosotros ponemos la bebida, dijeron Krilín, Dieciocho y Bulma.

Pues no se diga a más a festejar, respondieron los demás.

Milk, su familia y sus amigos, fueron a un restaurante en donde festejaron el título obtenido por la pelinegra, entre, anécdotas, recuerdos y risas.

Horas después:

Tras acostar a su pequeño, Milk caminaba hacia el lugar donde estaba su esposo leyendo un libro, y sentó junto a él.

¿Ya durmió?, pronunció con dulzura Gokú.

Sí, tú también debes dormir ya, han sido muchas horas de desvelo por apoyarme a cuidarlo a él y a Toby, mientras me preparaba para sustentar mi tesis, dijo Milk.

La crianza de Gohan es responsabilidad de los dos, amor, además me encanta apoyarte muñequita bella, en lo que necesites, y en cuanto a Toby es también un miembro de la familia, por ello su cuidado también es mi responsabilidad, respondió el joven de mirada cálida con dulzura.

Sí, lo sé, pero estás semanas fueron de mucho trabajo para ti, la asociación, la radio, tus consultas privadas,..., decía la pelinegra.

Ello es parte de mi trabajo, y sé que debo cumplir con esa responsabilidad también, pero Gohan y tú son mi familia, y también debo cumplir con ustedes amor, además no me siento tan cansado, respondió Gokú posando sus labios en la joven, para luego agregar: ¿Tú te sientes cansada?

ROMPIENDO CADENASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora