Ya estaba por cumplirse un año del día en que Milk decidió irse a vivir con Black, un año de haber dejado sus sueños personales, un año sin saber nada de su padre, pues este tal cual se lo dijo, no le contesto ninguna de las llamadas que ella le hizo durante ese año, un año que no fue del todo color de rosa, como lo era un principio, pues Black había a empezado a cambiar poco a poco con ella, ya no era tan cariñoso con ella como al principio de su relación, y ello le daba cierto temor a ella, aunque no lo manifestaba por miedo a que él se distancie aún más de ella, porque Milk estaba conciente que su relación había cambiado, ya no era como en un comienzo, además estaban los rumores que escuchaba de sus vecinos y de sus propias amigas, que siempre le decían que no confíe tanto en él. A pesar de todo Milk, seguía apostando por su relación, y confiando a pesar de todo en su marido, además faltaba muy poco para que ella vuelva a la universidad, y ello le hacía sentir mucha ilusión.
Por su parte Black, parecía no darse cuenta del dolor que le provocaba a su joven pareja con su manera de comportarse, él solo pensaba en su propia satisfacción y crecimiento personal, él no tenía en mente apoyar a su pareja para que continuará sus estudios, ello era algo que lo había descartado desde hace unos meses atrás, pues si ella estudiaba, existía la posibilidad de que alguien la quiera alejar de él, y eso él no pensaba permitirlo, a él nunca nadie le había quitado alguna chica, él era siempre quién se las quitaba a otros, si alguna chica le gustaba tanto. Milk era muy bella, él estaba conciente de ello, así como del amor de ella hacia él, pero ese amor podría ponerse en duda si ella llegará a conocer a alguien que sea como él, a alguien que valiéndose de su atractivo y experiencia la seduzca para un rato de diversión, porque en serio si no la tomarían pues ya había sido de otro, al menos ello pensaba él. Black no estaba dispuesto a permitir que Milk lo deje, él sería quién lo haga, cuando se halla cansado del todo de ella.
Gokú por su parte seguía cosechando éxitos con su programa radial, y ya estaba por empezar sus prácticas finales, lo cual lo llenaba de ilusión. Él seguía solo, abocado a sus estudios y trabajo, si bien tenía amigas y salía con ellas, solo eran ello, salida de amigos, nada más.
Cafetín:
Un calvo caminaba presuroso hacia una mesa, mientras desde esta un apuesto joven de mirada cálida lo observaba.
¡Disculpa el retraso! decía Krilín, mientras tomaba asiento frente a su amigo.
Acabo de llegar también, pronunció Gokú, con una cálida sonrisa.
Es que lleve a Dieciocho a su centro de prácticas, añadió el calvo.
Dieciocho, tanto me has hablado de ella, que ya me entro la curiosidad por conocerla, dijo el apuesto joven de cabello alborotado sonriendo.
¡Conocerla! expreso espantado el calvo.
Sí, contesto Gokú con calma.
Mejor cuando ya sea mi novia, eso sí, que al menos tengamos un mes como novios, dijo Krilín sonriendo de manera nerviosa.
¿Por qué?, respondió intrigado el apuesto joven de cabello desordenado.
Es que siempre que te conoce alguna chica que me gusta, se termina enamorando de ti, y ya no tengo opción de declarármele, contesto apenado el calvo.
Krilín, no digas eso, ya te dije que ello sucede porque no fueron las indicadas, dijo Gokú con calma.
Si, tal vez, pero prefiero no arriesgar. Dieciocho es la primera chica a la que me acerco sin tu ayuda, además me gusta y mucho...., añadía el calvo.
¿Y por qué no se lo dices?, respondió el joven de cabello alborotado.
Es que me da temor, tal vez solo me ve como amigo, y yo haciéndome ilusiones con ella, decía el calvo.
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ROMPIENDO CADENAS
De TodoElla vive aferrada a la esperanza de volver con la persona que dice amar a pesar de que este, así como le enseño sobre el amor también le enseñó sobre el dolor. Él llegará a su vida para darle apoyo y consejos, pero también para amarla en secreto y...