Un joven de cabello alborotado y mirada fría, miraba partir el tren que llevaría a sus padres de regreso a su pueblo.
Al fin podre retomar mi plan, pensó Black, mientras giraba sus pasos para dirigirse hacia la salida de la estación, sin notar que de uno de los trenes que habían llegado al pueblo, bajo un hombre maduro muy parecido a él, junto a una mujer de cabello corto.
Cariño, sigo pensando que mejor debimos llamarlo antes de venir, decía la mujer con calma.
Gokú no se molestará mujer, respondió el hombre.
Lo sé, pero que tal si está trabajando, o está de viaje, él mismo nos dijo que a veces viajaba a ciudades aledañas por sus campañas de apoyo emocional, agrego la mujer.
Se perfectamente lo que nos dijo Gine, pero ese muchachito hace muchas semanas que no va a vernos, ya casi ni nos llama, no creo que no tenga al menos una hora de descanso, ¿no?, contesto con cierta ironía el hombre.
Comprendo ello Bardock, pero tal vez el muchacho anda saliendo con alguna niña, él ya es mayor de edad, es independiente, respondió Gine.
Eso lo sé mujer, pero ello no significa que haga lo que le plazca ¿no?, para ello tiene padres, al menos que nos haga participe de sus planes, ¿no?, siempre es bueno el consejo de tus padres, sin importar la edad que tengas, decía Bardock.
Eso lo sé cariño, y nuestro hijo también lo sabe, expreso la mujer.
Además, si le avisábamos que vendríamos a verlo ya no sería sorpresa mujer, dijo el hombre.
Si, tienes razón, contesto Gine sonriendo.
¿Crees que este en la radio?, expreso Bardock.
No lo sé, Gokú una vez me dijo que si bien su hora de programa es por la noche, el suele ir durante el día allá, para ver todo lo necesario para su programa esté en orden, contesto la mujer.
Vamos a la radio, nada perdemos, más bien aprovechamos a conocer el lugar de trabajo de nuestro hijo, acoto el hombre mientras su esposa asentía.
Los padres de Gokú salieron de la estación de trenes y abordaron un taxi, para que los lleve al lugar donde según ellos estaba su hijo.
En tanto: "Universidad"
Una pelinegra miraba hacia un pizarrón, mientras sentía una extraña sensación dentro de ella.
La misma sensación de aquella vez, pensó Milk, al tiempo que a su mente vino el recuerdo de aquel día en que el vigilante de la constructora donde trabajaba le informo que Black estaba allí.
Señorita Ox, señorita Ox, decía un hombre mayor de lentes.
Belleza, el maestro te habla, dijo un joven de cabello rubio, que estaba sentado en una carpeta frente a ella.
¡Disculpe maestro me distraje un poco! pronunció apenada la pelinegra.
Bien, este más atenta señorita Ox, expreso el maestro, mientras le hacía la misma pregunta a otro alumno.
Minutos después:
No se olviden traer lo que les pedí para la próxima clase, decía el maestro, mientras sus alumnos asentían.
Belleza, ¿te invito un helado?, dijo el rubio, al ver a su maestro salir del aula.
Lo lamento, no puedo aceptar tu invitación, contesto Milk, tras ponerse de pie, para segundos después salir del aula.
Me rechazo, dijo sonriendo el rubio, mientras veía alejarse a la pelinegra.
Fuera de la universidad:
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ROMPIENDO CADENAS
DiversosElla vive aferrada a la esperanza de volver con la persona que dice amar a pesar de que este, así como le enseño sobre el amor también le enseñó sobre el dolor. Él llegará a su vida para darle apoyo y consejos, pero también para amarla en secreto y...