Capítulo 50: Un amor que se puede percibir - La aceptación llego

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(Penúltimo capítulo)

Una pelinegra se encontraba empacando una maleta, mientras su mascota jugueteaba con una pelota a unos metros de ella.

Mi maleta ya está, ahora acomodar lo que llevare para ti Toby, decía Milk, mientras cogía una mochila, al tiempo que el sonido del timbre del departamento sonó. ¿Quién puede ser?, expreso la joven.

La pelinegra fue a abrir la puerta, al hacerlo se encontró con sus dos amigas, quienes tenían una sonrisa pícara en su rostro.

Chicas, dijo Milk.

Pensamos que podías necesitar nuestra ayuda, pronunció Bulma, mientras se acercaba a saludar a la pelinegra.

Ya hice mi maleta solo me faltan alistarle algunas cositas para Toby, pero pasen, les invito un refresco, contesto la pelinegra con amabilidad, mientras ahora la rubia se acercaba a ella para saludarla.

¿No estás emocionada?, pronunciaba Dieciocho.

Claro que sí, será un viaje más largo que el que tuvimos para Navidad, llevaremos a Toby, compartiremos tiempo con nuestros padres....

Ahí quería llegar, tienes que llevarles unos regalitos a tus futuros suegritos, decía la rubia, mientras la peliazul asentía.

¿Regalos?, expreso la pelinegra pestañando.

Sí, regalos, tienes que llevarles algún detallitos a tus futuros suegritos, para que los vayas ganando, agregaba Bulma, mientras la rubia sonreía.

En tanto:

Un apuesto joven de cabello alborotado firmaba unos documentos, mientras su amigo lo observaba.

Ello sería todo joven Son, le hago entrega de sus llaves, decía un hombre de traje formal.

¡Gracias! pronunció Gokú.

Un placer hacer negocios con usted, cualquier cosa que necesite, solo llámeme, agregaba el hombre de traje formal extendiendo su mano.

Claro que lo llamare, queda pendiente la casita de campo, expreso el joven de cabello alborotado, estrechando la mano del hombre de traje formal.

Sí, es cierto, enviare a su correo la información de casitas de campo con la que cuenta nuestra inmobiliaria, para que usted me diga cuál es el modelo que le gustaría comprar, o separar, ya sabe que nuestras tasas de interés son bastantes accesibles....

Sí, si lo sé, contesto Gokú, con una sonrisa plasmada en su rostro.

¿Y usted joven no se anima por la casa propia?, añadió el uniformado, posando su mirada en el calvo.

Bueno, si me interesaría ver sus modelos de casas, y sus costos....

No se diga más, deme su correo para enviarle la información de nuestras casas en venta..., decía el uniformado.

Minutos después:

El joven de cabello desordenado y mirada cálida platicaba con un calvo, mientras observaban a un hombre de traje formal alejarse de la mesa.

¡Felicidades amigo! ya tienes un espacio más amplio donde vivir, una casa, tu casa propia, decía Krilín sonriendo.

¡Gracias! contesto Gokú.

¿Cuándo piensas mudarte a ella?, dijo el calvo, en tono curioso.

Al regresar de mi viaje con Milk y su padre, respondió el apuesto joven de cabello alborotado.

¿En verdad invitaste al padre de Milk para que tus padres y él se conozcan?, ¿o hay alguna intención oculta tras esa invitación?, agrego sonriendo Krilín.

ROMPIENDO CADENASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora