2. ¡Ayúdame!

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- Déjenla.

A distancia, yo lo escuché y me asusté más. Era un muchacho alto, no sé si los conocía, pero a plena vista sentí que él quería ayudarme, pero no a qué costo. Llevaba una camiseta negra que me dejaba ver sus brazos tatuados, mi sentido prejuicioso me dijo que venía a provocar más problemas.

O que los problemas lo seguían a él.

Se acercó.

- ¿Qué haces Rob? - preguntó con sus manos en sus bolsillos. Esto parecía una conversación muy normal para ellos. Yo lo miraba suplicando, él apenas si me había dirigido la mirada.

- No te metas niño bonito – le contestó el que parecía llamarse Rob, yo seguía en el suelo. Caminó hacia el chico de los tatuajes -. Este no es tu territorio y lo sabes.

-Sí claro, ¿A quién le importa? - puso los ojos en blanco y después por fin me miró otra vez -. Rob, ¿será nueva?

Fruncí el entrecejo. ¿Nueva de qué? ¿Es lo que estoy pensando? No puedo dejar de llorar en silencio por pensar en lo peor.

-Sí, no está nada mal – me miró Rob -. ¿Por qué?

-La quiero.

¿Cómo? Lo miré de manera que estaba pidiendo auxilio con la mirada, pero de nuevo me ignoró. Solo quiero correr, estoy pensando en patearlo y correr, pero el chico tatuado podría atraparme en cuestión de segundos.

- Otro – Rob puso los ojos en blanco y volteó a ver a los chicos que iban con él -. ¿Acaso me veo tan necesitado o qué? Mejor lárgate si quieres evitarte problemas.

- Quinientos ahorita si la sueltas – declaró el chico tatuado sacando el dinero de su bolsillo.

¿De verdad estaban negociando conmigo? Me siento tan utilizada en este momento.

- ¿Por ella? – me señaló.

- ¿Lo tomas o lo dejas?

Rob guardó silencio un minuto, una parte de mí pensó que estaba considerando tomar el dinero. No se veían de la calle, sus tenis eran caros, usaban marcas reconocidas, sus ropas también se veían de marca, pero bien lo han dicho, el dinero no te hace una buena persona.

- Está bien, tú ganas – me levantó del suelo, yo intentaba quitarme sus manos de mi cuerpo, pero me apretaba con fuerza. Volví a quejarme -. Tranquila muñeca, estarás en buenas manos.

Sí, definitivamente me sentía totalmente un objeto.

Rob me arrojó hacia el chico que aparentemente me había comprado, por la fuerza que ejerció en mí, no calculé y casi me tropiezo, pero de no ser por el chico, me tomó a tiempo para que no se partiera la boca. Estaba a punto de llorar de nuevo, por un lado, me había salvado de terminar en una bolsa de basura por la mañana y todas las cosas horribles que me había estado imaginando.

Miré los ojos del chico, eran de color miel, le brillaban debajo de sus gruesas pestañas. Sin querer, había parado de llorar e ignorado que los chicos ya se habían ido.

- ¿Qué quieres de mí? – me atreví a preguntar separándome de él. Quería correr, y podía hacerlo.

- ¿De ti? – frunció el entrecejo.

- Sí – no sabía si agradecerle.

- No es el momento para

Me tomó de la mano y me dirigió hasta un Mustang negro. El chico abrió la puerta del copiloto y entró a su lugar.

- ¿Qué? – me quedé parada frente a la puerta abierta -. Crees que soy un blanco fácil, ¿no?

«Bien Eveleen, tú puedes con este chico.»

1. As long as you love me [1ra Temporada Terminada] «versión 2020»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora