5. Es confuso.

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Solo faltaba un día para que me levantaran el castigo. Son los mismos días que he estado sin ver a Justin, pero para mi desgracia, ha estado merodeando en mi cabeza, ocupando gran parte de mis pensamientos. Me tenía confundida. No sabía si le gustaba o si sólo jugaba conmigo.

«No seas ridícula, solo lo conociste un día.»

Entiendo que fue muy corto el tiempo que compartimos, pero mi lado psiquiátrico me hace querer averiguar más de él, saber por qué es así, por qué juega así. ¿Será así con todas las chicas que conoce? ¿Habrá querido solo jugar porque estaba aburrido? No lo creo del todo, es decir, dio dinero para que me soltaran aquellos chicos. Eso, en teoría, es bueno, ¿no?

A veces siento que lo veo por las ventanas de los salones, en los pasillos, cuando me recogen de la escuela de camino a casa, es como si fuera un fantasma persiguiéndome a cada lugar al que voy.

Mi odisea mental ha provocado que casi no hable durante las veces que estoy reunida en la escuela con mis amigos, en especial Danielle. Me han dado por perdida, pues hasta me he dado cuenta que ni siquiera me integran a la conversación que ellos tienen.

Eso duele.

Faltaban tres clases para que terminara la escuela, me encontraba en mi descanso y no tenía nada que hacer más que estar en una mesa pensando en aquel chico de ojos mieles que me hacía temblar y enojar a la vez.

- Eve, ¿te sientes bien? – Erik se sentó enfrente de mí.

-Sí – contesté sin despegar la vista de la mosca en la mesa que de pronto se volvió interesante.

- Claro que no, te has distanciado demasiado, Danielle te extraña, ya no hablas, siente que algo te pasa y los demás también. Dime, ¿qué te pasa? Sabes que puedes confiar en mí.

Si hay algo que odio, es que me presionen para hablar de algo que sé perfectamente que está mal. Sé lo que me van a decir, por eso me lo guardo para mí.

-Nada Erik, es sólo que no lo sé. Tengo mucho en que pensar – tomé mi mochila del suelo y el par de libros de la mesa.

Sentada en el extremo de la cancha de basquetbol, estoy viendo de lejos a mis amigos. Erik ha vuelto con el grupo. Estoy segura de que están hablando de lo huraña que me he vuelto, que me dejen en paz. Lo cual, estoy de acuerdo que está de la mierda. Es decir, yo también necesito amor, comprensión, tengo un torbellino de pensamientos en mi cabeza y nadie entiende mi dolor.

«¿Cómo lo van a entender si no lo dices?»

Pegué mi cabeza entre mis rodillas. Había escuchado que sirve para pensar. Pero por ahora, parezco un avestruz.

- Eveleen.

Ese es Harry. Puedo ver sus botines cafés.

-Hola – respondí sin despegar la cabeza de mis rodillas.

- ¿Me puedo sentar?

Asentí.

- Si vienes por lo mismo ya le dije a Erik...

- ¿Quién es el chico? – me interrumpió. Levanté mi cabeza mirándolo con sorpresa. ¿Cómo sabe de él?

Y he recordado, que le hablé solo una introducción a Eleanor sobre él. Solo le dije que me quedé en su casa, pero no que me obligó, porque técnicamente no lo hizo, fui yo sola.

- ¿Fue Eleanor? – le pregunté.

- Eso no importa. Sí es él, ¿verdad? – asentí -. ¿Quieres contarme?

-Harry... No lo sé... Es confuso – me recargué sobre mi espalda.

- ¿Es que te hizo algo?

- No – negué de inmediato.

1. As long as you love me [1ra Temporada Terminada] «versión 2020»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora