1. As long as you love me [1ra Temporada Terminada] «versión 2020»

28. Pesadilla

Día 71.

Vi el reloj. Bufé. Eran las dos de la mañana. Por ratos me sentía tan relajada que sentía mi cuerpo profundizarse en él, pero de repente me despertaba, como una sensación de brincoteo que no me dejaba descansar tranquila. Salí de las cobijas y me acerqué a la ventana donde se traslucía la luz de la luna y algunas luces del alumbrado público. Todavía recuerdo soñar con los disparos y la sangre, se repetía una y otra vez. Él recuerdo me dio tantas náuseas que corrí al baño a vomitar. Otra vez, los disparos, Rob intentando tocarme, sentí que ya no podía más.

Lavé mi boca y salí. Justin ni siquiera me había escuchado entrar al baño o vomitar, pero vi que se había movido quedando en una posición bastante tierna. Abrazando a la almohada dejando ver su piel tatuada con el indio en su espalda saliendo de la playera de tirantes, haciéndolo parecer adorable y sexy. ‹‹Madre mía, está bien bueno›› pensé y volví a recostarme con él, dándole un beso en la mejilla.

Sin embargo, no podía dormir, sentía una sensación bastante extraña, como un presentimiento, y eso me inquietaba. Pensé que lo más probable era que todavía tenía el trauma de lo que pasó, suponía que eso no me dejaría dormir unas cuantas noches. Miré a Justin, sus labios son tan rosados y preciosos, lástima que tengan una herida al igual que su ceja y su pómulo. Aún con el rostro lastimado se veía como un ángel. Pasé mi pulgar por los labios de Justin con cuidado de no lastimarlo y los delineé suavemente haciendo que él sonriera aún dormido, eso era lo que me encantaba de Justin, su sonrisa, no había cosa más celestial que verlo sonreír.

- ¿Qué estás haciendo, niña?

Me sobresalté por escucharlo, aún tenía los ojos cerrados, pero permanecía su sonrisa.

- ¿Estabas despierto?

- Sí – abrió los ojos, se incorporó en la cama y me miró bien -. ¿Estás bien?

- No puedo dormir - se recostó en el pecho de Justin y lo abrazó, él hizo lo mismo posando su mandíbula en la cabeza de ella -. Tengo una sensación muy extraña.

- ¿Sobre qué?

- No lo sé, suficiente tengo con lo que pasó hace unas horas – pasé mi mano por su pecho y la dejé ahí -. ¿Crees que mi papá siga sin saber que no estoy?

- No te ha llamado, ¿no?

- No, pero no sé. Siento que se está esperando.

- No lo creo, ya te hubiera llamado – sentí cómo acariciaba mechones de mi cabello.

- Justin – alcé mi mirada -. ¿Me cantas?

- Si quieres – me sonrió -. ¿Qué te gusta?

- Lo que tú quieras.

- ¿Debajo del Mar de la sirenita? – se burló.

- Sí como no – respondí sarcástica -. Lo que te salga.